¿Cuál es el valor de tu libro? Seguro que, para ti, es incalculable. Sin embargo, lo que sí debe ser calculable es su valor económico. Un escritor debe decidir cuánto cuesta su libro, algo que no puede hacerse desde la opinión o la percepción propia. ¿Cómo, entonces? A través de estrategias de precios para libros digitales e impresos que permitan hacer cálculos precisos y obtener resultados rentables.
Está claro que dentro de estos cálculos deben tenerse en cuenta elementos tangibles (como si un libro es de tapa dura o tapa blanda), pero también intangibles (como el reconocimiento y fama de su autor). No obstante, ¿cómo se traslada eso a los números? ¿Qué modelo o fórmula de fijación de precio debe utilizarse?
Todo escritor puede llegar a conocer estas respuestas y el funcionamiento de las estrategias de precios para libros digitales e impresos. Sobre todo deben conocerlas aquellos que optan por la autoedición y deben gestionar sus ventas, pero también quienes han firmado con un editorial y quieren dar su opinión o hacer sus valoraciones.
Comprender el mercado literario y la audiencia objetivo
Un libro se vende en un mercado y lo compra un público. Esta afirmación no es ninguna sorpresa, pero debemos ir un poco más allá. Es fundamental entender qué significa esto en lo que se refiere a estrategias de precios para libros digitales e impresos.
Como si quisiésemos poner precio a cualquier otro producto, necesitamos saber quién, idealmente, va a comprar nuestro libro y dónde. Aspectos como la demografía de nuestra audiencia objetivo o si la venta va a ser solo online o también en librerías, influirán en la horquilla de precios que valoraremos.
“Todo lo que tiene un valor puede tener un precio.”
— Jacinto Benavente
Cómo entender las expectativas y el poder adquisitivo de tu audiencia
Cada persona tiene sus propios presupuestos, métodos de ahorro y cantidades de dinero destinadas a áreas como el consumo de cultura y literatura. Está claro que no podemos conocer los ratios a nivel individual, pero sí a nivel colectivo o estadístico.
El primero paso para ello es tener claro cuál va a ser no solo nuestra audiencia objetivo a nivel lector, sino también a nivel comprador. Por ejemplo, un autor de novelas para adolescentes tendrá a los jóvenes como lectores, pero los compradores posiblemente sean sus madres y padres. Esto será más evidente si lo que se escribe es literatura infantil. En cualquier caso, es fundamental tener en mente no solo al lector, sino también al comprador.
Además, estos son otros factores que deben tenerse en cuenta:
- El poder adquisitivo de lector/comprador. Aquí no solo influye el salario medio de un territorio, sino también factores concretos de tu libro. Por ejemplo, un libro que da consejos sobre ahorrar, estará destinado a un público con presupuestos ajustados o que no hace una buena gestión de su economía. En consecuencia, el libro no podrá venderse a un precio muy alto. Por el contrario, los libros especializados y técnicos (por ejemplo, sobre historia) suelen dirigirse a una audiencia igualmente especializada y dispuesta a gastar más dinero.
- La media de dinero que las personas dedican a la literatura. Los últimos estudios indican que, en España, gastamos unos 35 € al año en libros.
- Las características formales del libro, como la encuadernación o el número de páginas. Si vas a una librería y coges varios libros, seguro que esperas que el de tapa dura y de 500 páginas cueste más que el de 200 páginas y tapa blanda. Esto lo pensará también el resto de la gente, por lo que tu libro debe cumplir con esas expectativas y no tener un precio muy alto si, por ejemplo, no cuenta con las características formales por las que un lector está dispuesto a pagar más.
- El precio medio de un libro. Aunque es algo que veremos con más detalle en el siguiente apartado, no tener un precio ni demasiado bajo ni demasiado alto también tiene que ver con las expectativas del público. Si un libro cuesta muy poco en comparación a la media, se verá como de menos calidad. Por su lado, un libro demasiado caro podría percibirse como demasiado técnico o complejo, además de inaccesible.
Comparar precios de libros similares en género y formato
Hablábamos de que un libro se vende dentro del mercado literario. Esto genera unas expectativas y también unas directrices sobre las que debe moverse el precio.
Por eso, como escritor debes hacer un análisis de mercado y ver a cuánto se venden otros libros similares al tuyo en cuanto a nicho literario y formato.
Obviamente, también debes considerar quién está detrás de cada libro. No es lo mismo una obra publicada a través de un autor novel o por un autor famoso que ha ganado algún premio literario como el Planeta.
Pongamos un ejemplo práctico. En lo que se refiere a libros de amor, que son novelas que llegan a un público relativamente amplio y que, por el tipo de lectura que se hace de ellos (en verano, por ejemplo) suelen publicarse en formato bolsillo, los precios suelen ser de 10 €.
En cambio, la novela histórica, que suele ser más larga, encuadernarse en tapa dura y contar con un mayor proceso de investigación detrás, el precio puede ser de unos 20 €.
¿Cuáles son los factores clave que influyen en la fijación de precios de libros digitales e impresos?
El análisis del mercado y de la audiencia objetivo es el primer paso de las estrategias de precios para libros digitales e impresos. Después, hay que considerar aspectos individuales de la producción y distribución del libro.
Porque, más allá del precio medio de un libro de bolsillo, hay que calcular cuánto va a costar la impresión de tu obra. Así podremos saber cómo esos costes deben luego repercutir en el precio de venta.
¿Cómo impactan los costos de producción en la estrategia de precios?
Por costos de producción se entienden los costes de “fabricar” el libro. Son costes variables, ya que están sujetos a la impresión de cada ejemplar.
Estos son los aspectos que influyen:
- Número de páginas: por una cuestión lógica, cuántas menos páginas tenga un libro, menos costará no solo imprimirlo, sino también encuadernarlo o maquetarlo. En consecuencia, la longitud de la obra es el factor más determinante en el precio, ya que de ella dependen luego el resto de factores.
- Encuadernación: más allá del número de página que haya que encuadernar, siempre será más barata una encuadernación en tapa blanda y rústica (alrededor de 7 € para un ejemplar de unas 100 páginas) que una cosida y de tapa dura (que puede llegar a costar el doble). Es por ello que las ediciones de un mismo libro en tapa blanda siempre son más asequibles que las de tapa dura.
- Tipo de papel: un papel de gramaje común (de 80 gramos) por ser corriente y habitual, tiene un precio bajo. Sin embargo, cuando un autor decide que quiere un gramaje mayor o que soporte la impresión a color (algo normal en libros especializados que incluyen imágenes), el coste de impresión sube y también su precio de venta.
- Portada: una portada impresa directamente sobre una tapa dura aumentará el precio del libro, mientras que una portada sobre tapa blanda o sobre la sobrecubierta será más barata.
- Tirada: por todos es sabido que el precio por ejemplar impreso se reduce cuanto más alta sea la tirada. Así, imprimir 500 copias tiene un coste por libro más bajo que imprimir 100, pero más alto que imprimir 1500.
Costos asociados a libros impresos y digitales
El libro, impreso o digital, incurre en unos gastos que influyen en las estrategias de precios para libros digitales e impresos. Estos son gastos fijos, pues no dependen de la imprenta (es decir, no dependen de cuántos ejemplares se impriman):
- Derechos de autor y registro del libro: algunos de estos gastos no son obligatorios, pero sí recomendables, como el registro oficial de los derechos de autor. Otros sí son de obligado pago, como la solicitud del ISBN y, aunque una imprenta profesional como la de CoolLibri incluyan la gestión, tienen un costo. Además, un autor debería percibir al menos un 10% del precio de cada libro en concepto de derechos de autor.
- Derechos de terceros: como puede ser el uso de una imagen o una tipografía para la portada que están sujetas a derechos de autor y para las que hay que comprar una licencia.
- Costos de distribución: quizá no lo sepas, pero el distribuidor de un libro (una librería física, pero también una digital) se quedará con una parte de lo ganado por cada libro. Este porcentaje, obviamente, no “existe” cuando el autor se autoedita y se encarga él mismo de la distribución. Tampoco aplica esto cuando se acude a páginas como la Biblioteca de CoolLibri, que pone en contacto a autores y lectores, pero no se queda con ningún porcentaje por cada venta.
- Costos de promoción: poner anuncios en redes, hacer envíos gratuitos a booktubers, imprimir materiales promocionales como marcapáginas… Toda estrategia de marketing de libros conlleva un coste económico directo o indirecto (las horas dedicadas a pensar la estrategia, por ejemplo).
- Porcentaje de la editorial: si vas a autoeditarte, este punto puedes omitirlo, ya que ningún editor se quedará un porcentaje de las ventas de libros. Sin embargo, los escritores que trabajan con editoriales saben que estas se quedan una parte del precio. Si estás en esa situación y debes negociar un contrato editorial, valora a qué precio van a venderlo y cuánto se te quedará a ti, ya que solo suele ser un 10%.
- Corrección: bien sea el autor quien dedique su propio tiempo a ello o bien un corrector externo, la corrección implica un coste de unos 200 €-300 € por cada 100 páginas. Aunque luego, proporcionalmente, ese coste apenas se percibe en el precio individual del ejemplar, no deja de impactar y debe valorarse.
- Maquetación: igual que la revisión, maquetar un libro para que cumpla con especificaciones de interlineado, tamaño de letra, márgenes… Tiene un coste que repercute de manera indirecta en el precio final. Para comprobarlo, solo hace falta fijarse en que un libro demasiado barato suele estar mal maquetado o corregido.
Cómo calcular el precio mínimo para cubrir costos y obtener beneficios
Una vez se tienen claros los costes, hay que sumarlos y valorar cuál ha sido la inversión total y, por tanto, lo mínimo que habría que recuperar.
Lo bueno de quienes optan por la autoedición es que pueden calcular cuál será el precio de imprimir un libro fácilmente y en cuestión de minutos. Así, pueden hacer una previsión e ir planteando cuál tendrá que ser el precio de venta. También podrán valorar si elegir ciertas características de impresión implicará un precio demasiado alto según las expectativas del público y del mercado.
El resultado, es decir, el precio final, debe no solo cubrir estos costos, sino también reportar beneficios. El objetivo no es solo que la impresión de libros y su promoción le salga “gratis” al autor (o a la editorial), sino que le genere una ganancia y pueda empezar a vivir de su literatura.
Cómo poner un precio definitivo a un libro
Calculados con exactitud los costos, es momento de abordar la fijación de precios. La manera más sencilla, directa y comprensible para hacerlo es poner un ejemplo.
Partamos de que nuestro libro tiene 100 páginas y vamos a pedir a imprenta una tirada de 150 ejemplares con estas características:
- Tamaño bolsillo
- Encuadernación rústica
- Papel de 80 g blanco
- Cubierta brillante
- Interior en blanco y negro
El precio que nos da nuestra calculadora de presupuesto es de 432,62 € (incluyendo la entrega), lo que serían 2,88 € por ejemplar. Los costes variables unitarios (es decir, de una sola unidad) serían 2,88 €.
Además, tenemos que valorar los costes fijos como la maquetación, corrección, trámites legales, etc.
- Corrección completa: 300 €
- Maquetación y diseño de interior: 250 €
- Diseño de portada: 150 €
- Tramitación legal: 60 €
- Gastos de promoción: 140 €
Sumando los 800 € a los 432,62 € de la impresión, obtendríamos 1232,62 € como el precio total de la producción de los 150 ejemplares. Proporcionalmente, cada ejemplar costaría unos 8 €, por lo que ese sería el precio mínimo para suplir los gastos (siempre que vendiésemos los 150 ejemplares).
La fijación de precios final
A partir de este “mínimo” y en un contexto de autoedición, todo lo que se suba serán beneficios para el autor. Si, por ejemplo, saca el libro a 12 €, ganará 4 € de ingresos por cada venta.
En caso de tener un contrato editorial y disponer de distribuidores, el precio mínimo de 8 € debería multiplicarse por 4, obteniendo 24 € como precio por ejemplar. A su vez, a este precio hay que sumarle su 10%, que serían los derechos de autor.
Estaríamos ante un precio final de 26,4 €, lo que sin duda es alto para un libro de bolsillo de 100 páginas. No obstante, recordemos que estamos ante una tirada corta de pocos ejemplares y que, si realmente hubiese una editorial detrás, la tirada habría sido mayor. En consecuencia, todos los cálculos habrían variado y el precio final bajaría.
El precio de punto de equilibrio: cómo obtener beneficios de las ventas de libros
Los entendidos en economía de empresa conocen bien el concepto “precio de punto de equilibrio”, que indicaría el momento en el que lo ganado cubre lo gastado. En lo que se refiere al mundo literario, estaríamos “en equilibrio” cuando las ventas de un libro llegasen a igualar los costos que ha generado el libro. Supondría el punto de partida, dándonos la cantidad de ejemplares que deberían venderse para comenzar a tener beneficios.
¿Cómo se calcula el punto de equilibrio?
Punto de equilibrio = Costes fijos / (Precio de venta – Coste Variable Unitario)
Siguiendo con el ejemplo anterior del libro autoeditado de 100 páginas, este sería el cálculo:
Punto de equilibrio = 800 / (12 – 2,88)
El resultado es 88, lo que quiere decir que, de la tirada de 150, deberían venderse como mínimo 88 libros para considerar la publicación rentable. Es decir, a partir del ejemplar 89 empezarían a generarse ingresos reales.
¿Qué técnicas psicológicas de precios pueden aumentar las ventas de libros?
Tras la fijación de un precio, es decir, tras establecer qué precio es rentable, es momento de evaluar qué otras estrategias de precios para libros digitales e impresos pueden aumentar las ventas.
Aquí cobran especial importancia los “precios psicológicos”. Quizá creas que no sabes lo que son, pero si te decimos que son todos esos precios acabados en 99 en lugar de redondeados, seguro que te haces una idea.
El encanto del número nueve
Todos estamos de acuerdo en que algo que cuesta 9,99 € cuesta en realidad 10 €. No obstante, ese final en 9, conocido como “el encanto del número nueve” o “efecto del dígito izquierdo”, se “siente” como más barato, aunque solo estemos hablando de un céntimo.
Según han demostrado los estudios sobre precios psicológicos, los consumidores percibimos como más asequible algo cuyo precio acaba en 9 que en cualquier otra cifra. Por ello, no llegar a redondear los precios a un número entero (como el 10), se ha convertido en una estrategia de maximización de ingresos.
En el caso de nuestro libro de 12 € y según esta técnica, el precio sería más atractivo si fuese 11,99 €.
El valor percibido
Si acudes a una librería, o incluso a un comercio cualquiera, verás que hay libros o productos que cuestan más que otros, aunque, en esencia, sean lo mismo.
En lo que refiere a la literatura, esos libros que cuestan más o cuyo precio está por encima de la media, lo están porque su valor percibido es mayor. ¿A qué puede deberse? A que es un libro escrito por un autor conocido, a que se trata de una edición especial o a que acaba de ser adaptado al cine. En definitiva, son “garantías” de que, a primera vista, ese libro goza de cierta calidad, por lo que debe costar más.
Un ejemplo sería el libro póstumo de Gabriel García Márquez. El hecho de que sea una novedad inesperada porque el autor falleció y de que, además, se trate de un Premio Nobel con obras tan reconocida como Cien Años de Soledad, hace que el valor percibido de esta colección de relatos sea superior al de cualquier otra.
¿Cómo afecta esto a la fijación de precios? Obviamente, permite subir el precio, aunque también puede obligar a bajarlo un poco si no existe un valor percibido (por ejemplo, un autor novel sin reconocimiento previo).
Esto no quiere decir que el valor percibido solo juegue a favor de escritores famosos. Un principiante puede añadir ese valor a través de estrategias como la firma de ejemplares, por ejemplo, o la obtención de reseñas de personas referentes que acrediten su calidad.
¿De qué manera la segmentación de precios puede maximizar los ingresos sin alienar a la audiencia?
Aunque parece que un mismo libro siempre debe costar lo mismo, hay excepciones. Por supuesto, debemos partir de un cálculo común que sirva como base, tal y como hemos explicado. No obstante, y según estrategias de precios para libros digitales e impresos, este cálculo puede ajustarse con el objetivo de maximizar ventas.
A esto se le conoce como segmentación de precios. Consiste en establecer diferentes precios según el mercado, el público o incluso el momento en el que se produce la compraventa.
Diferentes mercados, diferentes precios
El mismo libro no cuesta lo mismo en Estados Unidos que en España, puesto que son mercados diferentes. Esto ocurre en la publicación internacional con bastante frecuencia. Aunque el producto sea el mismo, no lo es el comprador o ni siquiera el distribuidor.
Así, cuando se hace ese primer análisis para establecer dónde y a quién se vende el libro, en Estados Unidos se vería que el poder adquisitivo es mayor, lo que permite subir el precio.
La diferencia de precio entre un mercado y otro puede también deberse al valor percibido del que hablábamos antes. Por ejemplo, Isabel Allende es más reconocida en países de lengua española que en el norte de Europa, lo que podría implicar que allí el precio estuviese algo más reducido.
Aunque no es lo común, también puede haber segmentación de precios dentro de un mismo mercado. Esto es lo que ocurre cuando un libro se vende en una gran superficie tipo La Casa del Libro, frente a una librería local o una cooperativa.
El uso de descuentos y promociones en las ventas de libros
Decíamos que la segmentación de precios también puede darse en el momento de la compraventa. Efectivamente, estamos hablando de los descuentos y promociones.
Sin embargo, estas estrategias promocionales de precios para libros digitales e impresos, a pesar de ser una buena acción de marketing, son un arma de doble filo. La razón es que pueden devaluar el valor de la obra.
¿Cuándo poner en marcha, entonces, descuentos y promociones?
- En una fecha especial, como puede ser el Día del Libro o el aniversario de la primera publicación.
- Como estrategia de marketing para aumentar las ventas y la visibilidad de la obra en un principio, pero sin alargarla más de una semana. Esto, por ejemplo, lo permite Amazon KPD, estableciendo restricciones para evitar la competencia desleal y la depreciación de la obra.
- Lanzando ofertas y no solo descuentos que, en lugar de reducir el precio, añadan algo de valor, una especie de regalo. Algunos ejemplos serían incluir en cada ejemplar una dedicatoria, un marcapáginas, un relato breve del autor o un descuento para comprar el próximo libro.
- “Premiando” a tus lectores más fieles y creando algún descuento solo para quienes te sigan en tus redes sociales o estén suscritos a tu newsletter.
Consejos finales sobre estrategias de precios para libros digitales e impresos
Calcular el valor de un libro es casi imposible, pero hemos visto en esta guía que hay maneras de establecer un precio que refleje no solo la calidad de tu escritura, sino también lo que te ha costado llegar a tenerlo impreso en tus manos.
Más allá de hacer cálculos matemáticos o aplicar una fórmula, es fundamental tener claros cuáles han sido los gastos y la inversión a nivel no solo de dinero, sino también de tiempo.
Con una primera tabla de precios, hay que considerar factores como el mercado o el público para ajustar el precio de tu libro a los precios medios.
Pon en valor tu libro y le pondrás precio.