¿Alguna vez has leído un libro, o cualquier otro texto, y has encontrado un error? La rabia que da que esto ocurra es mayor cuando el texto que estás leyendo es tuyo. Si estás pensando en publicar tu libro y quieres evitar faltas gramaticales o de estilo, no dudes en invertir en un buen corrector de textos.

Puedes optar por una plataforma digital o por un profesional del sector. Cualquiera de las dos opciones es válida. Lo que no puedes hacer es creer que la corrección del texto es un factor prescindible, ya que es un paso fundamental para garantizar la buena presentación, la calidad literaria y la profesionalidad de cualquier libro.

Especialmente los autores que optan por las ventajas de la autoedición, deben considerar cómo corregirán su texto. Mientras que en publicaciones tradicionales son las editoriales las que se encargan no solo de la edición de textos sino también de la revisión, cuando el libro se autoedita la responsabilidad de que no haya errores recae en el autor. Este, como hemos mencionado y como vamos a explicar a continuación con más detalla, puede acudir a un corrector profesional o utilizar un software específico y especializado.

Qué es un corrector de textos

Como su propio nombre indica, un corrector de textos observa, revisa, analiza, corrige y mejora los textos. Su trabajo no es solo a nivel gramatical, sino también estilístico.  Es decir, más allá de comprobar faltas de ortografía, también comprueba aspectos como la estructura o la coherencia textuales. Un ejemplo sería el de cambiar una palabra por otra para ganar significación y claridad, o añadir signos de puntuación donde sea adecuado para mejorar el ritmo narrativo.

Por lo general, cuando hablamos de corrector de textos nos referimos a la persona que se dedica profesionalmente a ello. No obstante, la digitalización ha supuesto la llegada y el perfeccionamiento de herramientas digitales que cumplen también con esa función. De este modo, softwares como el de Grammarly o el propio corrector de Microsoft Word, también se consideran «correctores de texto». La diferencia es que, como es obvio, su capacidad de explicación, asesoramiento o individualización son menores. 

En cualquier caso, la corrección de textos es un paso previo fundamental para la publicación de un texto.

¿Cómo se puede identificar y corregir errores en un texto, ya sea manualmente o mediante herramientas digitales?

Cuando nos planteamos cuál es la labor y la función de un corrector de textos, nos preguntamos cómo es posible detectar y corregir errores que a tantas personas se nos pasan desapercibidos. 

Se utilice una máquina o no, la clave está en el detalle. Cuando más capacidad de análisis haya, mayor será la eficiencia y la eficacia de la corrección. Es por ello que las herramientas se programan y los profesionales se entrenan para lograr esa precisión.

 

Cómo es posible detectar y corregir errores
Cómo es posible detectar y corregir errores

La relevancia de una corrección precisa en la literatura y otros medios escritos

No es ningún secreto que todos en algún momento, y con bastante frecuencia, cometemos faltas de ortografía. Hasta cierto punto es normal que así sea porque errar es de humanos. Sin embargo, tampoco es ningún secreto que leer un libro (o cualquier otro texto) en el que hay múltiples errores gramaticales o de estilo hace que nos llevemos una mala impresión.

La realidad es que esperamos cierta corrección de textos publicados, como pueden ser los libros, las revistas o los carteles publicitarios. Tenemos unas expectativas sobre la calidad y la profesionalidad de aquellos textos que, de una manera u otra, se publican. Los que no cumplen esas expectativas, nos generan desconfianza y nos hacen pensar que su autor no se preocupó lo suficiente.

La conclusión, por lo tanto, es que como autores debemos cuidar nuestra escritura y aceptar que una revisión literaria hecha por nosotros mismos no es suficiente.

Tipos de correcciones: ortográfica, gramatical, de estilo y de contenido

Hemos mencionado ligeramente cómo el abordaje que un corrector hace de un texto implica corregir la ortografía, la gramática y también el estilo o el contenido. Explicamos con detalle en qué consiste cada tipo de corrección:

  • Corrección ortográfica: se comprueba que todas las palabras están bien escritas según lo estipulado en un diccionario. 
  • Corrección gramatical: suele confundirse con la ortográfica, pero no es lo mismo. La corrección gramatical revisa que todo esté bien escrito según las normas gramaticales. Veámoslo en un ejemplo: la corrección ortográfica comprobaría que, efectivamente, la palabra «volé» se escribe con «v» y con tilde en la «é»; en cambio, la corrección gramatical comprobaría que esa es la forma verbal correcta para expresar la primera persona del singular en el pretérito perfecto del modo indicativo. Otro ejemplo sería la oración «él es buenos»: a nivel ortográfico la frase es correcta, pues todas las palabras están bien escritas según el diccionario, pero a nivel gramatical hay errores, ya que el verbo y el pronombre no concuerdan.
  • Corrección de estilo: se centra en comprobar que el texto es entendible, es decir, que el lector lo va a comprender. Es, por lo tanto, un tipo de corrección más subjetiva, pues no hay unas normas gramaticales o un diccionario que pueda regir un «buen estilo». En cambio, hay que valorar el público que leerá el libro. Por ejemplo, si es una obra de literatura juvenil o infantil, el corrector de estilo deberá revisar que el lenguaje o el tono son adecuados para los lectores. De igual modo se debe tener en cuenta dónde va a aparecer el texto, pues no es lo mismo un blog, que un post en redes sociales o que un libro académico. Se valoran, por tanto, aspectos muy variados, desde el léxico hasta la estructuración, pero siempre sin «invadir» la voz del autor.
  • Corrección de contenido: es una corrección para la que, además de conocimiento lingüístico, se requiere un conocimiento específico sobre el tema que se está tratando. Un corrector de contenido que revisa un texto sobre algún evento histórico deberá comprobar que los hechos incluidos son verídicos o que no hay errores de conceptos.

Diferencia entre corrección y edición de textos

Antes de continuar y entrar en materia sobre los tipos de correctores de texto y su uso, conviene dejar clara la diferencia entre la corrección y la edición.

  • Edición: conlleva un análisis muy profundo del texto para garantizar que el texto se comprende y es atractivo para los lectores. Es decir, un editor adopta una visión, hasta cierto punto, comercial del texto, buscando que este sea claro y que logre transmitir el mensaje del autor. Para ello puede hacer modificaciones de la estructura general (por ejemplo, cambiando el orden de los capítulos o eliminando partes enteras).
  • Corrección: el análisis se centra en aspectos gramaticales y estilísticos del texto, pero no del libro en general. El corrector, por lo tanto, no valora aspectos como la estructura de los capítulos, sino la estructura textual (la división de párrafos, la puntuación, el correcto uso de una preposición o de una forma verbal, etc.). La corrección ortográfica y gramatical suele ser posterior a la edición, para terminar de «limpiar» el texto de cualquier error que tenga.

Ambos procesos, por lo tanto, son importantes y complementarios, aunque cada uno de ellos ponga el foco en un aspecto diferente.

«El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor.»

– Confucio

Confucio
Confucio

Habilidades y herramientas del corrector de textos

Un corrector de textos es profesional cuando cumple su función, de eso no hay duda. La pregunta es cuáles son las habilidades concretas que hacen que un corrector sea eficiente y efectivo.

De manera general, podríamos decir que la atención al detalle, el conocimiento lingüístico y la adaptabilidad a diferentes estilos y tipos de texto son tres pilares fundamentales. Veamos por qué.

Atención al detalle: una mirada crítica y clínica del texto

La capacidad de observación de un corrector debe ser minuciosa. Cada pequeño error debe detectarse y cada mejora, aunque pueda parecer insignificante, debe realizarse.

Una lectura no atenta al detalle puede hacer que se pasen por alto fallos como tildes o dos letras cuya posición ha sido intercambiada. Cuando leemos sin ese ojo clínico, no entrenado y no profesional, esos errores no llaman nuestra atención porque nuestro cerebro no los detecta, sino que registra la palabra de manera correcta. En cambio, un corrector sí debe tener su mirada entrenada para corregir esas faltas.

Conocimiento lingüístico: aspectos lingüísticos y dudas comunes sobre la escritura en español

Cuándo usar una palabra u otra, cuándo poner una coma o un punto y coma, cuando un adverbio no se está usando de manera adecuada… Son todo cuestiones que requieren un conocimiento lingüístico avanzado. Es por eso que normalmente los correctores han estudiado carreras como Filología, Lingüística o Traducción. Del mismo modo, las plataformas online para corregir textos han sido desarrolladas y diseñadas con ayuda de profesionales de estos ámbitos.

Por lo general hay aspectos lingüísticos que despiertan dudas en los hablantes de español. Los correctores no solo saben las respuestas a esas dudas, sino que conocen cuáles son las directrices y las normas que regular el uso de la lengua.

En caso de no conocerlas, disponen de las herramientas o los medios para encontrar la solución (por ejemplo, analizando cuál ha sido el uso histórico de una palabra para certificar si existe, si no o cómo se escribe mayoritariamente).

Adaptabilidad a diferentes tipos de texto y estilos

Aunque todos los textos tengan palabras y eso pueda hacer pensar que son todos «iguales», lo cierto es que no es lo mismo corregir el texto explicativo de un museo que corregir un poema o una novela.

Además, cada autor escribe de una manera diferente y el corrector debe saber adaptarse y hacer las correcciones pertinentes de acuerdo a la voz del autor o de aquello que quiere expresar. Por ejemplo, un autor puede tomarse licencias poéticas para crear belleza o para marcar el modo en el que habla un personaje ficticio; el corrector debe detectar y apreciar esas licencias sin corregirlas.

 

Adaptabilidad a diferentes tipos de texto y estilos
Adaptabilidad a diferentes tipos de texto y estilos

¿Cuáles son las mejores herramientas y plataformas para la corrección de textos en línea y cómo utilizarlas?

Como venimos mencionando, con el término «corrector de texto» podemos estar refiriéndonos a un profesional o a un software. En este apartado vamos a centrarnos en estos últimos, es decir, en las plataformas que ofrecen la corrección de textos en línea.

El hecho de que sean digitales no debe hacernos pensar que son peores o que no son tan eficientes como una persona humana. La realidad es que los correctores profesionales muchas veces se valen de estas herramientas como un apoyo. Las plataformas, por lo tanto, suponen una ayuda y los profesionales suelen usarlas para hacer una primera revisión de aquellos aspectos que puedan automatizarse (por ejemplo, la ortografía y la gramática). Luego, son ellos quienes hacen una segunda comprobación para detectar esos errores que la máquina ha podido pasar por alto o para corregir aspectos más subjetivos como los estilísticos o de contenido. 

No obstante, y gracias a avances como los de la inteligencia artificial, los correctores en línea son cada vez más precisos. En la actualidad existen varias opciones según el tipo de corrección deseada. Su gran ventaja es que resultan accesibles, especialmente para autores independientes con un presupuesto ajustado. Estas son algunas de las herramientas (en español) mejor valoradas.

Lorca Editor

Si conoces Grammarly, uno de los mejores correctores en inglés, te gustará saber que Lorca Editor ofrece en esencia las mismas funciones pero para textos escritos en español. 

Podría decirse que Lorca Editor es un corrector 360, ya que no solo corrige la ortografía y la gramática, sino que también hace sugerencias sobre estilo. Por ejemplo, detecta y avisa cuando se usa muchas veces (y muy seguido) la misma palabra.

Otro punto a favor de Lorca Editor es que es un freeware muy sencillo de usar, ni siquiera hace falta descargar nada. Solo hay que registrarse con el correo electrónico, pegar y copiar los textos e iniciar la corrección. 

lorca editor corrector en español

Corrector de texto de Microsoft Word

Este es quizá uno de los correctores ortográficos más utilizados por su accesibilidad. La mayoría de los escritores usan el procesador de textos de Microsoft Word y hacen una primera revisión con él.

Aunque es una buena herramienta, especialmente como spell checker, y aporta sugerencias, en ocasiones puede ser insuficiente, por lo que siempre es recomendable utilizar un software más especializado como alguno de los que recomendamos aquí.

LanguageTool

Igual que el Lorca Editor, LanguageTool destaca por hacer correcciones bastante completas y específicas, podría decirse que incluso de manera más avanzada.

Como otro añadido, puede instalarse a modo extensión en el navegador (igual que Grammarly); esto facilita aún más su uso, pues ni siquiera hay que copiar y pegar el texto en la web. No obstante, la desventaja es que para que la extensión funcione en Word o Google Docs hay que pagar por una versión premium.

language tool corrector textos

abcCorrector

Aunque las funciones de abcCorrector se centran en la corrección gramatical, la extensión sí puede usarse en Word. De este modo completa la labor del corrector del propio procesador, que a veces no detecta ciertos errores. 

Como punto a favor de abcCorrector, decir que en su desarrollo trabajaron conjuntamente informáticos y lingüístas.

abc corrector de textos

Otras herramientas adicionales

Hasta ahora hemos hablado de softwares que son en sí mismos correctores de texto. De manera adicional, queremos recomendar otras herramientas que, aunque no corrigen textos, pueden ayudarnos en la tarea si es que vamos a hacerla de manera manual o queremos complementar lo ya realizado.

Cómo elegir un corrector de textos

En caso de querer contratar a un corrector de textos profesional, es importante valorar diferentes aspectos. El presupuesto es uno de ellos, pero hay otros como su experiencia, su especialización y sus referencias.

  • Precio: el trabajo de un corrector de textos debe tener un precio. Como es lógico, hay tarifas más asequibles que otras. La diferencia suele recaer no solo en la calidad, sino en lo que se incluye o no. Por ejemplo, hay profesionales que solo hacen una corrección ortográfica y gramatical, mientras que otros también hacen la estilística. Nuestra recomendación es que pidas varios presupuestos y los compares, pero siempre mirando más allá del precio.
  • Referencias: las opiniones de otros clientes te ayudarán a valorar si las tarifas se ajustan o no al trabajo realizado. También puedes solicitar información sobre si está dado de alta o no en alguna agrupación como la Unión de Correctores, lo que suele ser un punto a favor de su profesionalidad.
  • Experiencia: además de las referencias, ver trabajos anteriores puede ayudarte a comprobar la experiencia del corrector. Hay otros aspectos que también ayudan a verificar que es una persona profesional (por ejemplo, el modo en el que atiende tus dudas, su transparencia a la hora de enviar propuestas o incluso cómo escribe los mails).
  • Especialización: ya hemos mencionado que lo ideal es acudir a un corrector que esté especializado en el mismo tipo de texto que hayas escrito tú. Esto hará que todo el proceso sea más ágil y productivo para ambas partes.

¿Qué consideraciones económicas hay que tener en cuenta al contratar servicios de corrección y redacción?

Lo más común es pedir presupuestos a varios correctores. Como es lógico y como ocurre en cualquier ámbito, las tarifas de unos profesionales y otros varían según lo que incluyen y cómo lo incluyen.

La elección, por lo tanto, no solo puede depender de la cifra numérica, sino también del tipo de corrección que se realizará y de otros factores como los plazos de entrega. De lo contrario, es probable que por elegir la opción más barata terminemos con una corrección insuficiente o que tarda demasiado tiempo en llegar.

Tampoco quiere decir que los presupuesto más caros sean los mejores, sino que quizá sean los más completos o los más rápidos. 

Estos son, pues, los aspectos que debes considerar:

  • Tu presupuesto: si estás autoeditándote deberás añadir la corrección como un gasto más de lo que cuesta imprimir un libro. Según cuál sea tu presupuesto podrás acceder a unos correctores u otros.
  • Los plazos de entrega: es probable que los correctores más demandados sean los que más cobran, ya que tienen una alta carga de trabajo y pedirán un extra para priorizar un texto por encima de otro.
  • El tipo de corrección: las correcciones de estilo suelen ser más caras que las ortográficas, pues requieren un conocimiento y una revisión diferentes. Debes considerar qué es lo que necesitas como autor para no pagar de más o de menos.
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Los plazos de entrega
Los plazos de entrega

Dónde encontrar correctores profesionales

Encontrar correctores de texto profesionales no es demasiado difícil, con una rápida búsqueda en internet obtendrás varios contactos. No obstante, lo que sí es más complicado es tener el buen ojo de elegir a alguien realmente bueno.

Lo primero que tienes que saber es que la mayoría de los correctores son autónomos, por lo que lo normal es que puedas contactar directamente con ellos. No obstante, también hay agencias que actúan como intermediarias y a las que tú les cuentas tus necesidades para que ellas encuentren un corrector para ti de entre todos los que están en su base de datos. Algunas de estas agencias son: 

Las agencias, por lo tanto, pueden permitirte delegar la parte de búsqueda y elección del profesional. No obstante, en la mayoría de los casos, impiden que tengas un contacto directo con el corrector.

Otras plataformas para encontrar un corrector de texto son:

  • Unión de Correctores: cuentan con un directorio de profesionales que puedes filtrar según especialización, idioma, lugar de residencia, etc. Para encontrar así al corrector de textos más adecuado para ti.
  • Páginas de búsqueda de trabajadores autónomos/freelance: un ejemplo es Freelancer, en la que diferentes profesionales (no solo de la corrección de textos) publican sus perfiles y los servicios que ofrecen. 
  • Otras asociaciones de correctores: aunque la Unión de Correctores es la principal, existen otras asociaciones a través de las que puedes ponerte en contacto directo con un corrector de texto profesional. Una de ellas es Asetrad (en la que también hay traductores) y otra es RedACTE (con cientos de correctores de textos en español).

Por supuesto, y como hemos comentado, también puedes hacer una búsqueda en Google. Entre los resultados, además de agencias y asociaciones, te saldrán páginas webs de correctores profesionales.

Cómo trabajar de manera efectiva con un corrector

Una vez elegido y contratado el corrector de textos, es momento de empezar a trabajar con él. Va a ser un proceso en el que ambas partes deben implicarse, ya que hacer correcciones es complejo, pero también lo es recibirlas. Para que todo vaya bien, es importante seguir algunos consejos y recomendaciones:

  • Comunicación fluida y transparente: incluso cuando autor y corrector trabajan a distancia. Es fundamental que el autor comunique cuáles son sus expectativas y necesidades y que el corrector de textos sea sincero sobre si podrá ayudarle o no y sobre aspectos como qué incluye el presupuesto o cuáles son los plazos de entrega. Por supuesto, todo esto debe especificarse en el contrato.
  • Respeto de los plazos de entrega: si el corrector de textos ha marcado unos tiempos, debe cumplirlos, pero el autor también debe aceptarlos y respetarlos, sin presionarle ni pidiéndole actualizaciones a diario.
  • Resolución de dudas: en un primer momento será el corrector el que pregunte información sobre el público objetivo o la intención del texto, lo que le ayudará a corregirlo adecuadamente. El autor debe responder con precisión a esas cuestiones. Una vez el texto se entregue, el corrector será el que, más allá de la revisión, deberá entregar un documento adjunto con las explicaciones pertinentes.
  • Retroalimentación: las correcciones en ocasiones se pueden ver como críticas o ataques, pero es importante que el autor entienda que no es así. Debe estar por tanto abierto a esa retroalimentación y aceptar las correcciones como lo que son: mejoras en la calidad de su texto y una oportunidad de aprendizaje.

«Tu mejor maestro es la última equivocación que tuviste.»

– Ralph Nader

Beneficios de apostar por una corrección profesional

Quien publica un libro lo hace con unas expectativas. Desea que el libro se lea y, sobre todo, que conecte con sus lectores. Para ello, además de la historia y del contenido en sí, es importante la forma y cómo está escrito todo.

Cómo un corrector de textos puede mejorar la calidad de tu obra

Para asegurar de que esos aspectos, y otros muchos, se cumplen, hemos visto que la solución está en el corrector de textos. Bien sea con un software tipo Lorca Editor o con la contratación de un corrector humano, son muchas las ventajas de la corrección del texto:

  • Aporta credibilidad y profesionalismo en publicaciones: algo que cualquier autor que se autoedite quiere conseguir para que su libro destaque entre el resto y no se vea como de peor calidad o como escrito por un «aficionado».
  • Mejora la legibilidad y fluidez del texto: un error (del tipo que sea) puede ser como un bache en la lectura. El lector entonces tendrá que releer una parte o ponerse a pensar si algo está bien escrito o no, cuando el objetivo es que su única preocupación sea disfrutar del texto.
  • Reducción de errores que podrían afectar la interpretación del contenido: además de dar un mal aspecto, un error puede crear malentendidos o ambigüedades. 
  • Ahorro de tiempo y dinero: hacer una sola revisión a mano implicará errores pasados por alto que no detectarás hasta que ya tengas ejemplares impresos. Imagina tener que imprimir una nueva tanda de libros y deshacerse de todos los anteriores por un error garrafal que una corrección profesional habría solucionado a tiempo. Eso sí es perder tiempo y dinero.
  • Adecuación al estilo y a las normas: además de adaptar el estilo al público, hay textos que también deben adaptarse a unos estándares. Esto ocurre con textos académicos que van a publicarse en medios especializados, como una revista científica. Un corrector (digital o humano) es conocedor de esas normas y se asegura de que el texto se adecúa a ellas.
  • Aprendizaje: recibir correcciones y sugerencias sobre un texto propio implica no solo mejorar ese texto en concreto, sino la escritura.

¿A pesar de todas estas ventajas decides realizar la corrección por ti mismo? Entonces te aconsejamos no solo utilizar alguna herramienta gratuita, sino también invertir en un curso de corrector. Aunque no quieras ejercer como profesional, los aprendizajes podrás aplicarlos a tu propio texto. Algunas de las mejores escuelas para ello son Cálamo & CranEscritores.org.

La corrección de textos: un factor imprescindible en el éxito de tu libro autopublicado

Como si fuese una varita mágica, aunque con poca magia y mucha profesionalidad detrás, la corrección de un texto hará que tu libro brille.

Especialmente si vas a autoeditarte, tras tanto esfuerzo e inversión en tu obra, no querrás que nada la estropee o que nada pueda hacer dudar de su calidad y de tu reputación como autor. Para que así sea, confía en un corrector de texto, bien sea humano o digital o una combinación de ambos.

Cuando tu texto esté completo y corregido, podrás contratar unos servicios de impresión profesional. Lo harás con la seguridad de que lo que estás a punto de publicar merece la pena y está listo para que los lectores lo disfruten. En Coollibri España estaremos encantados de acompañarte durante esta y otras fases del proceso de autoedición, porque como tú queremos buscar y encontrar la excelencia en nuestras publicaciones.

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