¿Alguna vez te ha pasado que te has cuestionado tu talento a la hora de escribir? Son muchos los libros que una persona puede llegar a leer a lo largo de su vida y es por eso que le llegamos a dar un gran peso y valor a la mano que les puso nombre.
La figura del escritor es una de las más mitificadas. Uno se puede llegar a imaginar casi inconscientemente a un señor con barba escribiendo a la luz de la vela con una pluma poseído por la pasión y la inspiración. Sin embargo, la verdad dista mucho de eso; ser escritor es una profesión llena de técnica, formación y tiempo. En este artículo te vamos a dar las claves para saber si tú tienes madera para ser el próximo bestseller de las librerías.
Quiero ser escritor con talento
Si te gusta la lectura y el mundo de las librerías y las grandes editoriales, es normal que más de una vez te haya picado el gusanillo de convertirte en escritor y poder enseñar al mundo tu estilo y forma de contar.
Sin embargo, hoy en día hay muchos libros en el mercado y, si los miramos con un ojo crítico, puede que no pasen nuestro control de calidad personal. El talento es una virtud muy subjetiva pero, dentro del mundo de la literatura, necesaria para tener prestigio y reconocimiento.
Se puede medir el talento desde distintas perspectivas; en cuanto a la influencia en los lectores, la propuesta literaria, la forma de construir las historias y sus giros narrativos… Todo cuenta y es válido pero, para poder pisar suelo firme, primero hay que saber qué se considera escribir bien de forma objetiva.
Cómo saber si escribo bien
Desde pequeños nos enseñan la importancia de la lectura y de la escritura para poder comunicarnos. Sin embargo, no solo vale con saber juntar unas sílabas con otras para contar una historia o idea. Hace falta mucho estudio, tiempo y dedicación para acabar convirtiendo tu creatividad y talento en tu herramienta de trabajo.
“Cada hombre es un imitador y un prestatario, la vida es teatral y la literatura una cita.”
Ralph Waldo Emerson
Es por eso que te vamos a dar algunas claves para que puedas saber si escribes bien y ya estás preparado para saltar al mundo de los textos literarios.
Yo quiero escribir y disfruto haciéndolo
Lo primero que se tiene que valorar a la hora de dedicarse a la escritura es lo más básico: ¿te gusta hacerlo? Mucha gente tiene trabajos de los que no disfrutan pero que ven como necesidad para poder ganarse la vida. La escritura no es uno de ellos, ya que parte de la absoluta vocación.
Es por eso que, para embarcarte en la serpenteante aventura de la escritura, lo primero de todo es disfrutar haciéndolo. Con eso, parte del trabajo lo tendrás ganado ya que conseguirás sacar la motivación para poder desarrollar todas las demás características.
Sé transmitir lo que pienso
En Coollibri somos firmes defensores de que el talento no es algo innato de nacimiento y que las personas pueden trabajar para convertirse en buenos escritores. Sin embargo, lo cierto es que hay determinadas cualidades que debes tener de antemano y que, en parte, habrán sido las que te hayan motivado para incentivar tu gusto por la escritura.
Una de las más relevantes es la capacidad que tengas de poder expresar y transmitir. En ocasiones, las personas pueden tener multitud de ideas y teorías en la cabeza pero, en la práctica, son incapaces de poder compartirlas de igual forma o provocar lo mismo en el receptor. Los escritores, por el contrario, deben destacar a la hora de contar; deben atrapar y mantener la atención de sus lectores. Para ello es vital tener un hábito de lectura y escritura, pero también talento.
Puedo afrontar una mala crítica
Hay trabajos que, por su técnica o resultado, se pueden valorar fácilmente si están bien o mal hecho. Sin embargo, en profesiones artísticas como la escritura, esta línea se vuelve un poco difusa y es por eso que las críticas, muchas veces, acaban doliendo más de lo deseado.
Como futuro escritor, debes plantearte hasta qué punto te pueden llegar a afectar los comentarios negativos o las críticas. Seguramente habrás volcado cuerpo y alma en cada página de tu libro y, comprobar cómo alguien lo desestima, duele. Sin embargo, se debe entender que es parte del proceso y, si se sabe controlar, una forma útil de conocer a tus lectores potenciales.
Tengo imaginación y creatividad
Escribir un libro significa poder crear de la nada un contenido y un producto final que estaba en tu cabeza. Puede ser algo completamente nuevo y original o una reversión de algo que ya se ha hecho pero, aún así, se requiere de creatividad y de imaginación para poder lograrlo.
Poder imaginar otros mundos, unos personajes que no existen, una consecución de hechos que has formulado en tu cabeza o un desenlace verosímil requiere de mucho talento y esmero. Está claro que, si se trata de un texto argumentativo o un libro basado en hechos reales, no se requiere que todo sea 100% original, pero también requerirá de cierta creatividad para saber cómo contarlo de la mejor manera.
Me considero disciplinado y metódico
La imaginación y la creatividad forman parte del germen que da origen a la novela. Sin embargo, para poder desarrollarla y crear un producto que sea real y tangible, hay una cualidad que nunca puede faltar en un escritor: la disciplina.
No tengas la imagen de que los escritores consiguen hacer sus libros en un brote de inspiración. Los grandes escritores de los últimos tiempos se han dedicado en cuerpo y alma durante meses a estrictas disciplinas, metodologías y a muchas horas delante de la pantalla. Es por eso que, a la hora de plantearlo, debes preguntarte si eres capaz de invertir todos los días parte de tu tiempo en escribir.
Medir mi talento para escribir
Todas las manifestaciones artísticas, como las obras de arte u obras de teatro, se suelen ver sometidas a sesgos o juicios de valor donde el talento cobra un gran peso. Es por eso que muchas veces, aunque las personas estén seguras de que quieren y les gusta escribir, acaban cuestionándose si realmente valen para ello.
Tendemos a ser autocríticos cuando se trata de exponernos y expresar parte subjetivas de nosotros. Sin embargo, hay dos formas muy directas de poder medir tu talento y están lejos de saber escribir sin faltas de ortografía o utilizar bien las comas; la clave está en si tus textos llegan o no al público y si, dentro de la historia de la literatura, aportan algo nuevo.
No dejes de formarte
El arte, muchas veces, funciona por imitación. Los grandes hitos de la poesía como Miguel Hernández, comenzaron sus primeros versos imitando a iconos como Lorca o Machado hasta lograr dominar el arte de la estrofa y su esencia. Es por eso que la mejor manera de comenzar a escribir y, posteriormente, saber si lo que haces tiene valor, es formándote ininterrumpidamente.
Debora todos los libros que puedas, realiza comentarios de texto, haz anotaciones, apúntate a cursos de escritura, y escribe, escribe y no dejes de escribir. El mejor aprendizaje dentro de este mundo es la práctica y la pasión por lo que haces.
Exponte al abismo de las críticas
Puede ser la parte que más cueste dentro de todo el proceso, debido al grado de vulnerabilidad o de timidez. Pero, sin duda, el otro gran paso que se debe dar para saber si tienes o no talento en la escritura es dar a conocer tu texto.
Es lícito que primero se lo enseñes a tu entorno cercano para ir tanteando el terreno pero, con el tiempo, lo ideal es poder enseñarselo a gente más ajena y experta en la materia o incluso a la comunidad de internet, sus cookies y la red link a través de tus redes sociales o tu blog. Enseguida podrás darte cuenta de cuál es la valoración promedio y poder mejorar con los feedbacks constructivos.
Cómo ser buena escritora con talento
Como decíamos, muchas veces, escribir un libro no es solamente teclear sin parar y entregar el manuscrito. Hay toda una técnica y protocolo detrás que puede convertir tu proyecto en todo un éxito o quedarse con la ganas. Es por eso que lo lógico, si estás pensando en entrar en el mundo literario, es preguntarte cómo puedes ser una buena escritora.
Hay muchas guías para principiantes para escribir, con técnicas concretas a la hora del uso de las expresiones, la gramática o la estructura. Sin embargo, en esta ocasión te queremos dar los pasos más determinantes que debes asegurarte y que te garantizan que tu libro está listo para poder convertirse en un éxito de ventas.
Planificate y decide qué vas a escribir
Como hemos dicho anteriormente, la planificación y la disciplina son los dos grandes pilares de la técnica de un proyecto literario. Es por eso que, si decides seguir adelante con tus ganas de ser una buena escritora, debes poner toda la carne en el asador. Esto quiere decir, que deberás organizarte las horas y los días de la semana para poder tener una rutina y no parar de escribir.
El segundo paso importante es poder definir qué quieres escribir. Aquí las oportunidades son eternas; puedes escribir un ensayo, una sátira, un libro de viajes o de deportes, un manual de inglés…Encuentra aquella materia que más te motive y dedícate a escribir algo de valor sobre ella. No pienses tanto en las ventas en este punto, sino en lo que te motiva a crear.
Dale rienda suelta a tu talento
Una vez tengas una temática y una rutina marcada, comienza el verdadero trabajo; darle forma y contenido a tu creación. Para ello, lo mejor es que practiques todos los días, aunque haya días que no te sientas inspirada. También es de bastante utilidad leer paralelamente para poder reproducir y utilizar recursos.
Dependiendo del tipo de libro que quieras hacer, habrá que fijarse en unos u otros aspectos de estilo, pero intenta que siempre sea algo fluido, con ritmo y con algo importante y coherente que decir.
Dedica tiempo a reelerlo y apóyate en profesionales
No dudes nunca de tu inteligencia pero, debes comprender que, después de semanas o meses sin parar de darle vueltas a ese tema y concepto, tú ya no eres alguien objetivo que lo pueda valorar. Es por eso que, después de haber releído y haber concretado un posible borrador definitivo, una de las mejores cosas que puedes hacer para asegurar tu talento como escritor es ayudarte de profesionales.
Hoy en día hay muchos filólogos y correctores profesionales que, de forma freelance o a través de agencias o editoriales, ofrecen sus servicios de corrección ortográfica y estilográfica para acabar de pulir tu texto. De este modo, sabrán darte una opinión externa y ajena pero con un ojo crítico y muy especializado.
Imprime tu libro para exponer tu talento
Ya has terminado tu texto. Tienes por fin el manuscrito que tanto tiempo te ha costado entre las manos o guardado como pdf en tu ordenador. ¿Ahora que? Bueno, como hemos dicho antes, una buena idea es enseñarlo y exponerlo. Como toma de contacto y primer feedback, una opción es usar las redes y los soportes digitales. Sin embargo, una vez tienes tu texto terminado y confirmado, no hay nada mejor que imprimirlo.
Los libros analógicos, dentro del mundo digital, se han convertido para muchos en una verdadera pieza de artesanía y es una forma mucho más rápida y atractiva de poder enseñar tu talento. Además, puedes contar con plataformas como Coollibri para imprimir tu libro y poder personalizarlo eligiendo el tipo de fuente, la encuadernación, el gramaje o, incluso, si quieres que sea un libro de bolsillo.
La autoedición como escaparate
Uno de los principales objetivos que puede llegar a tener un escritor en potencia no solo es que pueda tener su libro entre las manos impreso, sino que la gente lo valore y tenga interés en leerlo. Antes de todo el boom tecnológico, esta tarea la llevan en gran medida las editoriales pero, con la llegada de las grandes plataformas como Coollibri, ahora hay una solución mucho más rápida, útil y económica; la autoedición.
Si quieres hacer que tu libro llegue a estar en librerías analógicas y digitales y puedas llegar a ganar dinero por el talento literario que tienes, una buena idea es poder aprovechar las ventajas de la autoedición y, apoyada en profesionales, sacar tu libro con asignación de ISBN y promocionarlo con videos, charlas u otras técnicas de marketing.
El talento de la escritura se cosecha día a día
Da igual si eres de Japón o del Sigüés; la literatura y el afán de conocimiento es algo universal. Es por eso que la profesión del escritor nunca va a pasar de moda. Sin embargo, para poder asegurarte de que lo que haces y lees está en la dirección correcta y cuenta con una calidad y talento apropiados, debes tomarte este proyecto como una carrera de fondo.
“El libro es fuerza, es valor, es fuerza, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor.”
Rubén Darío
Cosecha día a día la práctica de la escritura hasta llegar a desarrollar tu idea de una forma exitosa y, una vez que estés lista, aprovecha los bienes de la autoedición para poder compartir con el mundo tu gran talento.
