La poesía y el arte de escribir una estrofa es algo que se lleva desarrollando desde hace siglos con el único afán de expresar de una forma bella y armónica los sentimientos y reflexiones más universales. Más allá de una forma de transmitir conocimiento, las estrofas son las encargadas de compartir emociones.
Desde la época de los juglares en la Edad Media que se tienen registros líricos y es por eso que desde entonces, hemos tenido a nuestro alcance miles de versos, libros y manuscritos que investigar. En el artículo de hoy nos centraremos en el arte de la estrofa, y cómo desempeña un papel fundamental dentro de la poesía.
Qué es una estrofa
Para poder entenderlo de una forma rápida y visual, diremos que las estrofas son los párrafos de los poemas. Es decir, conjuntos de versos que van componiendo el ritmo y la rima que va a ir llevando la lírica.
A lo largo del desarrollo del arte y la poesía, las estrofas han ido ampliando sus horizontes, llegando a albergar desde tres versos hasta doce. Cada uno de ellos tiene un nombre y, dependiendo de su rima y sus números de sílabas, son de un tipo u otro.
Se extiende, por tanto, un amplio abanico de ritmos y modalidades de lírica que se adaptan a todos los gustos y estilos de versos que ha habido, llegado al verso libre de la época más moderna, donde las estrofas se han convertido en medios de experimentación donde el poeta tiene total libertad de creación.
Diferencia entre estrofa y verso
Los poemas, a pesar de que en muchas ocasiones parezcan textos abstractos y de semántica hermética, están compuestos por una estructura muy marcada. Como si de una matrioska se tratara, hay distintos escalones y dos de ellos son el verso y la estrofa.
“Para mí la poesía no ha sido un propósito, sino una pasión.”
Edgar Alan Poe
Un poema o texto lírico se divide en estrofas, éstas a su vez en versos y los versos en sílabas que forman la rima. Es por tanto una cadena en la que la métrica y el ritmo llevan la voz sonante.
De este modo, el verso es un grupo de palabras sujetas a métrica que, en conjunto, forman una estrofa. Dentro de cada estrofa podemos encontrar distinto número de versos y es midiendo y comprobando su ritmo cómo podemos clasificarlos.
Veámoslo mejor con un ejemplo:
Llegan mis cosas esenciales.
Son estribillos de estribillos.
Entre los juncos y la baja tarde,
¡qué raro que me llame Federico!
Federico García Lorca
En este poema de Lorca, todo el conjunto formado por estas cuatro líneas sería una estrofa, mientras que cada una de sus líneas sería un verso. A priori, estaríamos ante una estrofa de cuatro versos de arte menor con rima asonante ABAB.
Tipos de estrofas
Como decíamos, el número de versos y su composición es la que determina qué tipo de estrofa es. A continuación, vamos a repasar los principales tipos de estrofas, clasificándolas según su número de versos y también atendiendo a su popularidad dentro del mundo de las letras.
El soneto, estrofa de 14 versos
El soneto es una de las estrofas más repetidas dentro del mundo de la poesía y está compuesta por catorce versos de Arte Mayor, generalmente endecasílabos. La estructura de esta estrofa siempre se repite distribuida en dos primeros cuartetos, seguidos de dos tercetos. Suelen ser versos de corte muy clásico y siguen un desarrollo de introducción, nudo y desenlace.
La copla manriqueña o de pie quebrado, estrofa de 12 versos
Una de las estrofas de doce versos más famosas en la copla manriqueña, en honor al famoso poeta de «Coplas a la muerte de su padre», también llamada copla de pie quebrado.
“Poesía, perdóname por haberte hecho comprender que no estás hecha sólo de palabras.”
Roque Dalton
De forma general, las estrofas de pie quebrado, independientemente de su número de versos, son aquellas que engloban versos octosílabos con tetrasílabos. Sin embargo, a pesar de que el pie quebrado puede ser de 12, de 8 o hasta de 6 versos, la forma más común son las estrofas de doce versos, distribuidos en dos sextillas.
El romance, estrofa de 8 versos
Los romances son las estrofas más antiguas dentro de la lírica y tienen su origen en la literatura española. Se trata de estrofas de ocho versos, la mayoría de las veces distribuidos en dos cuartetos y con rima asonante en los versos pares y libre en los impares. Como, por ejemplo, la «Diligencia de Carmona» de Luis de Vargas.
Este concepto de estrofa puede tener muchas posibilidades y ser de Arte Mayor con versos endecasílabos o endecasílabos, o de arte menor, con versos octosílabos y heptasílabos.
El romance es la base de buena parte de las canciones de niños que conocemos hoy en día y, en la época clásica, era la forma que utilizaban los juglares y la casta popular para recitar historias, cuentos y canciones, utilizando las estrofas de ocho versos de forma indefinida hasta componer una trama.
La sextina, estrofa de 6 versos
La sextina es una de las formas más populares en que se organizan las estrofas de seis versos. Este tipo de estructura está compuesta por un total de 39 versos de Arte Mayor generalmente endecasílabos.
La distribución de estas estrofas, y de ahí viene su nombre, es en seis estrofas de seis versos. Una de sus mayores peculiaridades es que sus versos carecen de rima, a excepción de la última palabra del último verso de una estrofa y la última palabra del primer verso siguiente. Por ejemplo:
Al bello resplandor de vuestros ojos
mi pecho abrasó Amor en dulce llama
y desató el rigor de fría nieve,
que entorpecía el juego de mi alma,
y en los estrechos lazos de oro y hebras
sentí preso y sujeto al yugo el cuello.
Cayó mi altiva presunción del cuello,
y en vos vieron su pérdida mis ojos,
luego que me rindieron vuestras hebras,
luego que ardí, señora, en tierna llama;
pero alegre en su mal vive mi alma,
y no teme la fuerza de la nieve.
Fernando de Herrera
La redondilla y la sáfica, estrofa de 4 versos
Dentro de las estrofas de cuatro versos podemos encontrar varios tipos de estilos, teniendo en cuenta que esta medida es una de las más usadas para la composición de poemas. Así, vamos a repasar dos de las más importantes; la redondilla y la sáfica.
Redondilla
La redondilla es un tipo de estrofa compuesta de cuartetos octosílabos y, por lo tanto, de arte menor. La rima de este tipo de versos puede ser consonante o con asonancia, dependiendo de la época y el estilo.
Sáfica
Las estrofas sáficas, a pesar de tener también cuatro versos, distan muchos de la redondilla y tienen su origen en Grecia. En este caso, se trata de una estrofa de Arte Mayor, con tres versos endecasílabos y uno pentasílabo. Su origen está en la poética griega Safo de Lesbos, aunque también ha tenido mucha trascendencia en el latín clásico.
El arte de crear estrofas
La poesía es un arte que se va renovando con el paso de los siglos y que va relatando la belleza y las emociones que se han ido transmitiendo de generación en generación. Grandes poetas del Siglo de Oro o de la época clásica han inspirado a los poetas más modernos de nuestra era con sus versos alejandrinos o sus estrofas quebradas.
A pesar de que la base de la poesía está, hoy en día, en la libertad creadora y la ruptura de los géneros, la estrofa ha sido durante siglos el molde sobre el que se ha dado forma a la lírica. Puede que la experiencia de usuarios como lectores de poesía no esté muy de moda hoy en día, pero solo un poema puede transmitir sensaciones etéreas como el frío de la nieve blanca en invierno.
No tienes que ser el rey de la literatura para poder comenzar a escribir tu propio libro con estrofas. Si tienes una idea y ganas de transmitir tu visión del mundo, anímate a coger tu pluma y a crear canciones, pareados, romances y seguidillas. Domina el arte de la estrofa y dale la bienvenida al panteón de los poetas.
