¿Alguna vez has realizado algún ejercicio de escritura colaborativa? Son comunes en cursos para escritores y de creatividad. No obstante, no se queda ahí, pues es la técnica que se utiliza cuando son varios autores los que escriben un libro.

Uno de los casos más famosos, quizá también por la controversia detrás, es el de Carmen Mola. Bajo este seudónimo se encuentran tres escritores, los cuales, juntos, han creado grandes bestsellers como La novia gitana o La red púrpura.

Si escribir uno solo ya es complejo, tener que compartir ideas, procesos y reconocimiento con otros, lo es aún más. Sin embargo, igual que hay desafíos de colaboración, la escritura conjunta también tiene grandes ventajas cuando se aborda con una mentalidad adecuada.

En esa mentalidad importan la creatividad, las habilidades de escritura individuales y colectivas, y la comunicación efectiva. Pilares sobre los que se sostiene un proceso que lleva tiempo, pero que puede constituir un gran éxito para los “socios” literarios.

 

Ventajas de la escritura colaborativa

Como su propio nombre indica, y como ya hemos introducido, la escritura colaborativa es aquella en la que hay más de un autor.

Esta técnica es común en nichos literarios como el de la literatura infantil y juvenil, donde encontramos varios ejemplos de “duplas” literarias que han aunado fuerzas para crear libros como la saga Marabilia o la de Flanagan.

No obstante, las colaboraciones literarias existen desde siempre, y el mejor ejemplo de ello son los hermanos Grimm.

Los resultados, como salta a la vista, pueden llegar a ser un éxito y prueban que, cuando se enfoca correctamente, las ventajas de la escritura colaborativa son muchas.

Toda escritura es un viaje de descubrimiento - coollibri.es
Toda escritura es un viaje de descubrimiento – coollibri.es

 

Ampliación de ideas y de creatividad

Una de las ventajas de la escritura colaborativa es que, cuando uno de los autores sufre un bloqueo creativo, el otro (u otros) puede tomar el timón para evitar que es “bache” individual frene la obra colectiva.

Al mismo tiempo, se produzca o no un bloqueo creativo, es normal que los autores que se unan tengan sus propios puntos fuertes. Así, un escritor puede tener mayor creatividad para desarrollar personajes memorables, mientras otro destaca por la creación de mundos ficticios. Completar una novela juntos implica tener lo mejor de cada cual y evitar que algunos elementos de la obra sean más pobres que otros.

Además, cuando hablamos de ideas también hablamos de perspectivas. Cuando un autor se enfrenta a una historia en soledad, puede que carezca del punto de vista adecuado para dar vida a un argumento, una situación o una emoción. Porque, aunque la empatía juegue un gran papel dentro de la escritura, cada cual tiene sus experiencias personales y no siempre es fácil ponerse en la piel de un personaje cuya vida se aleja de la tuya. Contar con un co-autor que se acerca más al personaje, hará la obra más real, creíble, atractiva y reconocible.

¿Cómo lograr que la colaboración entre autores realmente implique una ampliación de ideas?

  • Dedicando momentos y espacios al brainstorming: tan importante es la escritura colaborativa en sí como el proceso de investigación previo. Esto no solo implica documentarse, sino poner en común ideas para concretarlas y completarlas.

 

  • Retroalimentación y feedback: cuando la escritura es individual no hay manera de validar ciertos elementos, como puede ser añadir o no un personaje. Esto sí es posible en la escritura colaborativa, en la que los autores pueden opinar sobre el trabajo según se va realizando.

 

  • Experimentación e innovación literarias: normalmente, cuando son dos o más mentes las que participan en el proceso creativo, cuesta menos experimentar o llevar una idea al extremo. Esto se debe a que las ideas no se sienten tan propias y las propuestas de otros pueden hacer que nos planteemos enfoques que no nos atreveríamos a adoptar por nosotros mismos.

 

Compartir la carga de trabajo

Escribir un libro es un proceso arduo. Especialmente si se opta por la autoedición, son muchas las tareas que deben afrontarse, desde la escritura hasta la corrección, pasando por la edición y la impresión del libro final.

Otra de las grandes ventajas de la escritura colaborativa es que, cuando es más de una persona la que está implicada en el proceso, las tareas se reparten. Esto no quiere decir que cada cual se encargue de una parte, pues no estamos ante un escritor y un editor, sino ante dos escritores que lo que harán será colaborar en cada fase.

¿Por qué esto es positivo?

  • Elimina presión: cuando toda decisión y el trabajo dependen de una sola persona, el estrés por hacerlo bien puede ser mucho y llevar al colapso. 

 

  • Hace los proyectos de gran envergadura más sencillos: toda obra literaria se puede beneficiar de la escritura colaborativa, pero sobre todo aquellas como las sagas literarias en las que el trabajo es ingente. La posibilidad de poder compartir tareas “divide” el peso del trabajo.

 

  • Mejora la calidad del trabajo: es innegable que cuando son dos personas las que escriben, corrigen o editan, los errores se detectarán antes. El mejor ejemplo es ese error ortográfico que un solo escritor, de tanto leer y releer un texto, es incapaz de ver, aunque lo tenga delante. Es cuando ese mismo texto lo revisan otros ojos que se corrige.

 

  • Reduce y optimiza el tiempo de trabajo: es evidente que mientras que un solo escritor tardaría un año en escribir una novela, dos lo harán en menos tiempo. Es por ello que muchos proyectos de escritura colaborativa son aquellos que deben cumplir con plazos de entrega editorial.

 

  • Aumenta la motivación y la implicación: la escritura colaborativa implica la interdependencia de varios autores, lo que hace que el compromiso y las ganas sean mayores. Mientras que un escritor solitario puede tirar la toalla, cuando el proyecto es de varias personas, es más complicado que un co-autor no cumpla con los plazos de trabajo acordados o abandone.

 

La escritura colaborativa como aprendizaje colaborativo 

Incluso si la obra colaborativa no termina publicada o no tiene éxito, lo aprendido por los co-autores permanecerá. 

Desde nuevos planteamientos y enfoques, hasta nuevas técnicas y habilidades de escritura, los proyectos colaborativos suponen poner en común conocimientos y, en consecuencia, aprender y enseñar.

Los tres escritores detrás de Carmen Mola explican, por ejemplo, que sería imposible replicar, individualmente, su estilo colectivo. Sus obras son el resultado de la escritura en equipo, el cual podría definirse casi como excelente porque llevan años colaborando (antes, en la escritura de guiones para televisión y cine).

Destacan que han aprendido a dejar sus egos en la puerta, y también a desechar o mejorar ideas que a uno le parecen increíbles, pero que no convencen a los otros. Igualmente, cada cual reconoce cuáles son sus fortalezas y dónde, en cambio, brillan más sus compañeros.

Este aprendizaje mutuo es aún mayor cuando uno de los co-autores cuenta con más experiencia que otro en la literatura. Este es el caso de las últimas novelas de Stephen King escritas junto a su hijo Owen, que goza del talento, pero, sin duda, enriquece su técnica con las lecciones de su padre.

 

Desventajas de la escritura colaborativa

No todo son éxitos en la escritura colaborativa. Igual que cualquier otro trabajo en equipo, hay desafíos que deben enfrentarse, tales como desacuerdos y negociaciones.

Volviendo a los autores de Carmen Mola, ellos insisten en que no siempre es fácil priorizar lo colectivo por encima de lo individual. Esto ocurre cuando un co-autor apuesta por una idea, un giro argumental o una escena, y otro por otra. No se trata de echar a suertes cuál gana, sino de ser capaces de hablar, ceder y mirar siempre por el bien de la obra.

Posibles conflictos en la dirección creativa de una obra literaria - coollibri.es
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Posibles conflictos en la dirección creativa de una obra literaria

Al tratarse de una obra colectiva, es fundamental que los escritores que participen en ella estén siempre de acuerdo en el argumento. Esto implica no solo la idea principal, es decir, de qué va a tratar, sino también hacia dónde va a ir.

Siendo así, hay algunas recomendaciones a seguir para no solo gestionar los conflictos creativos, sino también evitarlos o prevenirlos.

  • Elaboración de una escaleta: igual que en la escritura de un guion, conviene definir un esquema del argumento en el que, previamente a escribir, se establezca qué ocurrirá en cada capítulo, cómo evolucionarán los personajes o dónde estarán los puntos de clímax. Acordada esta planificación, se reducirá el riesgo de que un co-autor escriba algo y que, luego, sus compañeros rechacen el trabajo realizado.

 

  • Definición de objetivos: los cuales se convierten en “intocables” una vez se tienen claros. Por ejemplo, es crucial que haya un acuerdo previo y no modificable sobre cuál será el mensaje del libro, cuál será el tono o a qué público se dirigirá.

 

  • Asignación de responsabilidades: decíamos que cada escritor tiene sus puntos fuertes y también que habrá una corresponsabilidad en la carga de trabajo, dividiendo algunas tareas. Quién se dedicará a qué es una decisión importante para evitar pisar el trabajo de otros o escribir dos versiones que luego lleven al conflicto. Por ejemplo, Geòrgia Costa y Fer Alcalá, escritores de sagas adolescentes, acuerdan que Costa se encargue de narrar la acción y que Alcalá se centre en escribir las partes más reflexivas o estáticas.

 

  • Resolución de conflictos: aunque intenten evitarse, habrá discusiones y cuestionamientos del trabajo individual y colectivo. Para gestionar esas negociaciones, además de una buena comunicación, hay que establecer los pasos a seguir, como puede ser dejar que otra persona (un editor, por ejemplo) decida, o esperar unos días para abordarlo con una mente más fría.

 

Los retos de la unificación estilos

Es una utopía pensar que, cuando se aborda la escritura colaborativa, cada autor “olvidará” su estilo personal.

La realidad es que uno de los desafíos de colaboración que deben considerar los escritores antes de embarcarse en un proyecto de este tipo es el crear un estilo “nuevo” que, al mismo tiempo, combine los suyos individuales.

Stephen y Owen King explican que lo que surge en sus novelas conjuntas es una “tercera voz”. ¿Cómo conseguir esa tercera voz?

  • Estilos individuales similares: Stephen y Owen King, por separado, escriben el mismo tipo de novelas. Lo mismo ocurre con otros co-autores como Ana Alonso y Javier Pelegrín. En la unificación de estilos, siempre hay que partir de un punto común, así que lo mejor es buscar colaboraciones entre autores con una voz similar o que sean capaces de asimilarla.

 

  • Acuerdos en cuanto a tono, terminología o registro: en idiomas tan ricos como el español, varios autores pueden utilizar diferentes términos o conceptos para referirse a lo mismo (por ejemplo, porque un escritor es argentino y el otro mexicano). Esto puede generar cierto conflicto cuando se trata de que un personaje siempre hable con un mismo tono o registro lingüístico. 

 

  • Creación de una “guía de estilo”: en esta deben especificarse aspectos más técnicos como la puntuación. Esta guía debe seguirse durante la escritura, pero también en la edición del manuscrito (en caso de contar con un editor ajeno, este debe disponer de la guía para terminar la unificación de estilos).

 

  • Lectura colectiva y constante: si cada escritor lee las secciones que ha escrito, nunca se detectará que en lugar de un solo estilo hay varios. Por lo tanto, es fundamental poner en común la escritura.

 

Toda escritura es un viaje de descubrimiento - coollibri.es
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La problemática de los derechos de autor y el reconocimiento en la escritura colaborativa

El ego del escritor siempre es un reto en el proyecto literario colaborativo. Lo es durante la creación, pero también cuando llega la publicación.

Aquí es cuando surgen cuestiones como qué nombre aparecerá antes en la portada o cómo se repartirán los beneficios de la colaboración. 

Estas son algunas consideraciones al respecto:

  • Registro de los derechos de autor: aunque no es un trámite obligatorio, cuando la autoría es colectiva, es aún más recomendable acudir al registro de la propiedad intelectual y establecer, por escrito y de manera oficial, quiénes firman la obra. Esto creará una base legal para futuros conflictos de colaboración.

 

  • Orden lógico de los nombres: guste o no, los nombres tendrán que aparecen en un orden, uno detrás de otro, en la portada, en entrevistas o en el cartel de una firma de libros. Cuál poner antes y cuál después debe ser acordado y responder a una lógica; hacerlo “como salga” suele generar controversias. Un ejemplo sería ordenarlos alfabéticamente o colocar primero al autor que sea más conocido y actúe como reclamo (Stephen King suele colocar su nombre antes que el de su hijo Owen).

 

  • Seudónimo: más que para mantener el anonimato, utilizar un nombre colectivo, como en el caso de Carmen Mola o Ellery Queen, puede ser un cortafuegos, sobre todo al principio.

 

  • Cesión de derechos: para evitar conflictos en la negociación de traducciones o propuestas de adaptación audiovisual, algunos co-autores deciden “vender” sus derechos de decisión a una tercera persona, como puede ser un agente literario o un editor, de modo que este los represente. Por supuesto, esta cesión implica llegar a un acuerdo económico por parte de todos los escritores implicados.

 

  • Reconocimiento de la autoría y de la aportación: aunque haya varios escritores, puede que uno haya tenido un papel más importante que otros. A la hora de registrar los derechos de autor y de gestionar los beneficios de la colaboración, es fundamental que se establezca el porcentaje que implica las contribuciones de cada uno.

 

Cómo lograr una escritura colaborativa eficiente

Hemos hablado de los pros y contras de la escritura colaborativa, entendiendo que los conflictos forman parte del proceso y que, en cierto modo, son ineludibles en el camino hacia la meta final.

Por lo tanto, la clave está en saber cómo resolver los conflictos y las diferencias creativas en una obra colectiva.

 

Guías, reglas y acuerdos

Durante todo el artículo ha habido un consejo sobrevolando: llegar a acuerdos. Acuerdos a nivel de contenido, de enfoque, de estilo o incluso legales.

Estableciendo esas reglas de colaboración, cuando llega el conflicto, siempre es más fácil negociar y tomar decisiones sin que estas se conviertan en discusiones y malentendidos.

Es igualmente recomendable que los pactos que se alcancen queden por escrito y sirvan como guía a la hora de escribir, reescribir y editar. No estamos hablando de contratos firmados ante notario, pero sí de un punto de partida que se sostenga en el consenso y el entendimiento mutuo.

 

Cómo mantener una comunicación efectiva

Algunos autores que participen en proyectos colaborativos lo harán a distancia, otros compartirán espacio físico de trabajo. En cualquier de los casos, la comunicación efectiva es determinante.

Imagina, si no, el caos que podría generar que dos escritores decidiesen escribir uno los capítulos impares y otros los pares. Aunque comparten una escaleta inicial, trabajan sin comentar los avances. Cuando llega el momento de unir sus manuscritos, muy probablemente, el resultado es el de dos obras con puntos en común e incluso solapamientos argumentales, pero no el de una obra común.

Para evitar esto, es fundamental:

  • Crear flujos de trabajo: estableciendo cuándo se escribe de manera individual, cuándo de manera colectiva, cuándo se hacen lecturas y revisiones en grupo, etc. También cómo va a ser la compartición de la carga de trabajo.

 

  • Reunirse con frecuencia: de modo que todos los escritores estén al tanto de los avances y puedan comentar sus dudas respecto al argumento, el contenido, el enfoque, el estilo o cualquier otro aspecto literario.

 

  • Definir los canales de comunicación: sobre todo si se va a trabajar en remoto, es importante saber dónde comunicarse y con qué propósito. Así, una plataforma de mensajería instantánea puede ser ideal para preguntas y dudas rápidas, mientras que puede usarse una herramienta de edición colaborativa para hacer comentarios más concretos y formales sobre el contenido.

 

  • Fomentar la crítica constructiva: el proyecto es conjunto, por lo que las críticas no son sobre el trabajo individual. De este modo, se evitará ver un comentario como un ataque personal en lugar de cómo un punto a mejorar en pro del bien común.

 

  • Abordar los problemas cuando surjan: sean estos cuestiones estilísticas o desacuerdos en el desarrollo del argumento. Siempre hay que detectar dónde está el bloqueo y tener un plan para resolverlo, aunque esto implique dejarlo reposar unos días para verlo con nuevos ojos.
Herramientas de colaboración útiles para la escritura conjunta - coollibri.es
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Herramientas de colaboración útiles para la escritura conjunta

Un modo de resolver los conflictos y diferencias de estilo es hacer uso de herramientas diseñadas para llevar a cabo proyectos colaborativos.

Entre las herramientas más efectivas para facilitar la colaboración entre escritores están los procesadores de texto en línea tradicionales, y otras específicas para escritores.

  • Procesadores de texto en línea como Google Docs o Microsoft Word: sus interfaces son sencillas y, aunque no están diseñados específicamente para escritores, permiten el acceso simultáneo y una comunicación efectiva y abierta entre usuarios. Además, también deja ver quién ha aportado qué, lo que es útil para valorar y medir la compartición de la carga de trabajo.

 

  • Herramientas de gestión de proyectos: tipo Asana, Notion o Trello. De nuevo, no son específicas para escritores, pero facilitan el tener todo en un mismo lugar, desde documentos sobre el argumento, hasta ideas a valorar, pasando por la asignación de tareas.

 

  • Plataformas de colaboración para escritores: si han sido pensadas para la escritura conjunta, lógicamente, tendrán características adicionales a las anteriores. Ejemplo de este tipo de herramientas son Click Up o Authorea, que facilitan la integración documentos como descripciones de personajes.

 

Poniendo en balanza los pros y contras de la escritura colaborativa

Los siglos de historia de la literatura han probado que cuando la escritura colaborativa sigue unas reglas y busca un resultado común, el éxito llega.

Ejemplos modernos como el de Stephen y Owen King, Carmen Mola o Ellery Queen terminan de probar que sigue siendo así.

No obstante, hemos visto que no se trata de abrir un documento compartido y alternar la escritura. Es fundamental que el proyecto en su totalidad se comparta, desde la ideación hasta su puesta en marcha. Esa comunicación constante, también en momentos de desacuerdo, es el pilar sobre el que se asienta la escritura en equipo.

El resultado puede ser el de una novela con autoría múltiple, pero en realidad va mucho más allá. El proceso para llegar a ella ha sido el de una enseñanza continua para sus escritores. Razón por la que este es un ejercicio habitual en cursos de escritura creativa, donde el estudiante aprende de sus aportaciones y de las del resto.

Te encuentres ante un proyecto de escritura colaborativa, o simplemente quieras ampliar tus fronteras creativas y tus habilidades literarias, esperamos que este artículo te sirva como guía.

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