Abordar la tarea de cómo escribir un relato inolvidable de tu vida es complejo. En la escritura no deben faltar los detalles autobiográficos, pero tampoco la técnica para hacer que el relato interese, atraiga y no resulte aburrido.

El objetivo es saber traspasar el papel y lograr que el lector se sienta identificado, o como mínimo emocionado, con aquello que está leyendo. Por otro lado, este objetivo hay que lograrlo de un modo concreto y en un espacio determinado, ya que estamos ante la escritura y publicación de un relato, y no de un libro. La adecuación al estilo y al género es, por lo tanto, fundamental y supone una dificultad adicional.

Compartimos consejos y técnicas profesionales para superar los retos y tener éxito al escribir (y posteriormente publicar) un relato inolvidable de mi vida.

El antes: la preparación para escribir un relato inolvidable de mi vida

Una vez el autor se decide por la escritura de un relato de su propia vida, el siguiente paso es documentar esa vida y hacer acopio de los materiales biográficos que servirán como base y punto de partida para luego escribir.

Aunque uno crea que la vida se ha almacenado enteramente en su memoria, lo cierto es que objetos como imágenes o viejos diarios son de gran ayuda. No solo se trata de plasmar en el papel la emocionalidad presente que despiertan esos recuerdos, sino de transmitir los sentimientos que en ese momento atravesaron a la persona.

La importancia de la introspección y la reflexión

Al recordar, el ser humano tiende a reescribir lo vivido desde su visión actual. Para que esto no ocurra, es importante revisar el pasado y lo autobiográfico desde la reflexión y la introspección.

Escribir un relato sobre uno mismo parte del autoconocimiento, lo que implica analizar las experiencias pasadas con el fin de entenderlas mejor y compartirlas. Sabiendo esto, el autor debe encontrar aquellas experiencias con las que pueda decir, testimoniar o explicar algo.

No sirven, pues, aquellas anécdotas corrientes o que no aportan nada sustancial. En este ejercicio de introspección y reflexión deben elegirse aquellos momentos clave que resulten interesantes por su contenido, por lo que enseñaron al escritor o por cómo influyeron en su vida. Al mismo tiempo, el significado de los hechos que vayan a formar parte del relato autobiográfico deben despertar la empatía y la emoción del lector.

Estas son algunas recomendaciones para viajar por los recuerdos, reflexionar sobre ellos y escoger los más adecuados para el relato:

  • Por definición, lo narrado deben ser experiencias vividas: el término “autobiográfico” obliga a ello y hace que el escritor deba ceñirse a lo realmente vivido, sin “disfrazarlo” ni mucho menos inventarlo. La verdad y la autenticidad, la no ficción, son el pilar sobre el que debe asentarse el relato.
  • Los momentos tienen que tener un significado en el pasado y también en el presente, es decir, ser capaces de aportar algo.
  • Los hechos deben provenir de la introspección y la reflexión del autor, pero también ser susceptibles de una interpretación por parte del lector.

Recopilación de recuerdos

Como se ha indicado al comienzo, los recuerdos no solo quedan en la mente, sino también en fotografías, diarios, cartas u objetos varios que se han guardado, normalmente, en la casa familiar. A través de ellos una persona puede recordar no solo hechos, sino sentimientos, algo imprescindible para escribir un relato sobre su vida que atraiga y despierte emociones en el lector. 

Por otro lado, objetos como los antiguos diarios muchas veces esconden experiencias casi olvidadas o que el “yo pasado” escribió de un modo que puede rescatarse en la actualidad.

Estos son algunos materiales que bien ayudan a despertar recuerdos olvidados y a construir la narración personal:

  • Diarios
  • Cajas de recuerdos
  • Fotografías y álbumes
  • Cartas
  • Testimonios de otras personas

A través de estas huellas del pasado, como si fuesen lana y el escritor, un costurero, se podrá ir tejiendo la historia.

Recopilación de recuerdos
Recopilación de recuerdos

El durante: cómo estructurar el relato inolvidable de mi vida

Cuando el autor ya ha seleccionado los momentos, es fundamental organizarlos y construir la base sobre la que escribirá el relato inolvidable de su vida. 

A la hora de ordenarlos pueden seguirse dos métodos: el cronológico o el temático.

Estructuración cronológica vs. estructuración temática

Como sus propios nombres indican, la estructuración cronológica se basa en ordenar los eventos según se sucedieron en el tiempo, y la temática agrupa esos mismos eventos según de qué tratan (por ejemplo, relaciones amorosas, estudios, problemas familiares, etc.).

¿Cuándo optar por un tipo de arquitectura u otra? Depende de la historia que se vaya a narrar y de cómo quiera enfocarse el relato. Veamos cómo se caracterizan y cuáles son las ventajas de una y otra:

Estructuración cronológica

Los eventos narrados llevan un orden puramente temporal. Para que así sea, conviene trabajar con una línea del tiempo en la que se establezca qué ocurrió antes y qué después. 

Es una estructura que se caracteriza y resulta beneficiosa por:

  • Disponer de un orden lógico y coherente que al lector le resulta fácil de seguir, ya que nuestro cerebro “piensa” en términos temporales.
  • Mostrar el desarrollo de los personajes, a los que se ve evolucionar a lo largo del relato (algo más complejo de transmitir si la narración hace continuos saltos temporales).
  • Permitir contextualizar el relato con hechos históricos; fundamental, puesto que haber vivido en una época u otra influye enormemente en la personalidad de cualquier hombre o mujer (por ejemplo, haber vivido en un pueblo sin muchos recursos, haber sido niño durante un periodo entre la guerra y la paz o haber sido testigo de algún acontecimiento importante).

Estructuración temática

A diferencia de la cronológica, en una estructura temática el tiempo pasa a un seguro lugar. La narración salta de un momento a otro, pues lo que vertebra el relato es lo que ocurrió y no tanto cuándo ocurrió. 

Como es lógico, esta constitución puede suponer una pérdida de coherencia respecto al orden temporal. Para que no sea así, es clave ser descriptivo, centrarse en los eventos más relevantes sin divagar entre aquellos que no lo sean y, aunque se vayan a producir saltos temporales, establecer puntos reconocibles que permitan al lector entender la conexión entre diferentes experiencias.

La gran ventaja de esta estructura es que permite al autor experimentar con la técnica narrativa y con su creatividad, ya que no tiene que ceñirse a una línea temporal.

Sea como sea que se organicen los hechos, hay que tener claro cuáles son los más significativos para darles, dentro del relato, esa importancia.

Identificación de momentos clave o puntos de inflexión

Como es lógico, para escribir un relato que impacte es imprescindible narrar solo aquello que realmente aporte. Todo aquello que pueda distraer, no tiene cabida.

La razón es que, como sabemos, el espacio es reducido y, de un relato, el lector espera concisión y, al mismo tiempo, un mensaje potente. Cuando el argumento es el de la propia vida y no es ficticio, es más complejo utilizar técnicas como un cliff hanger o el suspense.

No obstante, y aunque está claro que la vida real no suele tener la tensión narrativa de un thriller psicológico o de una investigación de la policía, estaremos de acuerdo en que hay momentos que nos marcan y que tuvieron entonces y tienen ahora un significado. Son esos los momentos clave sobre los que debe girar el relato, guiándonos hacia un final en el que todo tenga sentido y en el que se compruebe por qué aquello vivido fue un punto de inflexión.

“La leyenda de los grandes hombres de la historia no es el epitafio que puedes leer en sus tumbas, sino el relato que te puedan narrar aquellas personas que los conocieron en vida.”

– Brayan Chaparro

Brayan Chaparro
Brayan Chaparro

El arte de narrar: cómo escribir un relato inolvidable de mi vida

Seguimos inmersos en el cómo, es decir, en la metodología, la técnica y la creatividad necesarias para escribir un relato autobiográfico. Una vez decidida la arquitectura y los momentos clave sobre los que recaerá el peso narrativo del cuento, toca ponerse a escribir.

Cualquier autobiografía o escritura de las memorias, especialmente en formato de narrativa breve, supone cierta complejidad. La escritura debe ser verídica y transmitir emoción, logrando que el lector pueda reconocer la voz del autor hablando de sí mismo. Esto no siempre es fácil, ya que por lo general la virtud de los escritores está en narrar sobre otras personas. Además, el deber de mantener la atención del lector de forma inquebrantable y constante, pues el género así lo pide, puede despertar en el escrituro la tentación de incluir elementos falsos que hagan su vida (y, por lo tanto, el relato) más interesante.

Cómo mantener la autenticidad

En un apartado anterior hemos incidido en la importancia de mantener la autenticidad, y lo volvemos a hacer.

Un relato autobiográfico se fundamenta en su veracidad y en el ceñirse a hechos reales que el autor conoce de primera mano porque los ha vivido. No obstante, en ocasiones la idea de acercarse a la ficción resulta atrayente como un modo de que el relato goce de un aliciente.

La recomendación es no caer en este engaño. Las experiencias narradas deben ser verdaderas, aunque puedan adornarse con recursos literarios como metáforas o comparaciones. Cualquier engaño será visto como tal y hará que el relato pierda autenticidad.

¿Cómo conseguir, pues, que el relato sea auténtico y al mismo tiempo interesante? Estos son algunos consejos:

  • No abuses de detalles: no solo porque la brevedad del relato lo requiere (no estamos escribiendo una novela), sino porque en los detalles es donde se tiende a divagar y a querer hacerlos más atractivos. Ciñéndote a los hechos lograrás que estos brillen e interesen.
  • Incluye lo negativo: cuando uno escribe su vida en ocasiones tiende a quedarse con lo bueno o incluso a reescribir lo malo para que no lo sea tanto. Ninguna vida es perfecta, por lo que narrar una que lo es solo la hará parecer un cuento perfecto pero irreal.
  • No tengas miedo a ser subjetivo: sin por ello ser un mentiroso. Cada cual interpreta su vida, sobre todo cuando escribe sobre ella. Añadir emocionalidad pasada y presente sobre los eventos narrados enriquece el relato. En cambio, ser totalmente objetivo te hará parecer un cronista, y no en un escritor.
  • Contextualiza con hechos conocidos por todos: a veces lograr la empatía del lector resulta complicado porque cada uno tiene su vida. Sin embargo, hay eventos mundiales que han podido influir en todo un grupo (por ejemplo, una guerra, una crisis, la llegada de Estados Unidos a la luna, una muerte de un ser querido…). Si tú formas parte de ese grupo, incluye ese evento en la narración, ya que conectará con otras personas que también vivieron aquello, al mismo tiempo que te humanizará.

Técnicas para captar la atención

Tenemos un relato auténtico, pero ahora es momento de conseguir que atraiga y capte la atención del lector. Para ello, la primera recomendación es recordar que estás escribiendo para alguien.

Muchos escritores se autoconvencen de que escriben para sí mismos, sin expectativas de ver su obra publicada. La realidad es que esa es, muchas veces, una mentira que se cuentan por el miedo al rechazo y al fracaso. Cualquier autor tiene, aunque lo esconda, el deseo de imprimir un libro y hacérselo llegar a los lectores (algo que, por otra parte, en la actualidad es más accesible gracias a las ventajas de la autoedición).

Por lo tanto, al escribir un relato inolvidable de la vida, no hay que perder de vista quién lo leerá. Si, por ejemplo, eres una persona famosa por algo, habrá aspectos de tu vida que resulten más interesantes que otros (los que tengan que ver con aquello que te ha dado fama).

Además de escribir para el público objetivo, estas son otras técnicas que logran mantener la atención del lector:

    • Flashbacks: los saltos temporales hacia atrás, tan comunes en las películas, hacen que el lector quiera seguir leyendo para volver de nuevo al presente y saber cómo ese pasado influyó en el autor.
    • Flashforwards: en lugar de al pasado, usa saltos al futuro. Generará curiosidad y anticipación en el lector, que querrá seguir leyendo para descubrir qué más va a pasar.
    • Diálogos: aunque una de las normas de los relatos es no abusar de personajes ficticios, es conveniente incluir alguno para crear conversaciones y dinamizar la narración. Por supuesto, hay que tener cuidado a la hora de construir a esos personajes, ya que, al ser un relato autobiográfico, serán personas reales que deben dar su permiso para aparecer (o el autor no aportar tanta información como para que sean reconocibles si así lo desean).
    • Descripciones: aunque siempre sin abusar de ellas ni sumergirse en detalles, las descripciones ayudan a empatizar, especialmente cuando evocan sentimientos.
Técnicas para captar la atención
Técnicas para captar la atención

La emoción en el relato

Lo memorable es aquello que nos emociona, algo que se aplica aún más a los relatos autobiográficos. Para comprobarlo, solo tienes que pensar en aquellos textos sobre la vida de alguien que has leído y que se han quedado permanentemente en tu recuerdo. Con total seguridad, si lo han hecho es porque, durante su lectura, consiguieron llegar a tu corazón.

En consecuencia, si quieres escribir un relato inolvidable de tu vida, es fundamental emocionar al lector. 

Cómo transmitir sentimientos y emociones sin caer en el melodrama

Aunque pueda parecer fácil, para emocionar al lector no basta con narrar o describir sentimientos. Se necesita algo más, pues de lo contrario podría caerse en el melodrama o en la exageración. Un ejemplo sería el relato que de cada evento, por muy nimio que sea, hace una tragedia.

En cambio, el objetivo debe ser transmitir aquello que realmente emocionó y de un modo natural. Como autor, céntrate en crear una conexión genuina con el lector, despertando en él sentimiento, pero no forzándolo.

Para ello, prioriza ser sutil pero significativo. A veces la emoción se traslada mejor con una frase corta y cargada de sensorialidad (por ejemplo, “una lágrima solitaria resbaló por su mejilla”), que con una metáfora sobrecargada y muy manida.

Otra recomendación es construir una tensión emocional durante toda la narración, sin grandes golpes de efecto. Es mejor que el lector pueda contagiarse de la emocionalidad de principio a fin en lugar de que, de repente y sin justificación, un evento desborde los sentimientos.

“La biografía es la única historia verdadera.”
– Thomas Carlyle

Thomas Carlyle
Thomas Carlyle

Revisión y edición de la escritura del relato autobiográfico

Cualquier texto que se escribe debe ser revisado, especialmente si va a publicarse. 

En esta revisión deben corregirse no solo fallos gramaticales o de estilo, sino también aspectos propios de la literatura, tales como la falta de ritmo narrativo o el abuso de ciertos recursos.

La importancia de la revisión y la retroalimentación

La mejor manera de comprobar un relato autobiográfico es leerlo muchas veces y, ante todo, pedir que otras personas lo lean.

Cuando se escribe sobre la vida de uno mismo, el resultado suele resultarnos emocionante e interesante porque nos es familiar, porque hemos vivido lo narrado y nos es fácil conectar con ello. Sin embargo, lo que necesitamos saber es si otras personas ajenas al relato también lo perciben así. Conviene, pues, pedir a alguna amistad o a algún conocido que lo lea y nos cuente sus impresiones. 

No estamos en este momento buscando una lectura crítica, sino una opinión real de un lector como el que, en un futuro y una vez publicado, podría llegar a nuestro relato. Por supuesto, cualquier sugerencia o comentario que nos hagan debe ser escuchado y considerado como un posible cambio.

Consejos para pulir y perfeccionar el relato

Además de escuchar las sugerencias de los primeros lectores “de prueba”, el texto debe perfeccionarse para que pueda brillar. Piensa en tu tarea como la de un escultor que debe ir puliendo la piedra para dejar salir el arte. ¿Cómo? Siguiendo algunos consejos:

  • Asegúrate de que los diálogos y las descripciones son significativas y que hablan de tu vida. Al fin y al cabo, es una autobiografía, no una biografía de otra persona.
  • Revisa si estás contando algo con más palabras de las necesarias y si, disminuir la longitud del texto, podría hacerlo más conciso y, a la par, emocionante. 
  • Ten muy claro cuál es el propósito de tu relato (explicar un acontecimiento, compartir un aprendizaje vivido…) y comprueba que todo el relato persigue ese objetivo.
  • No dejes que tu voz como autor conquiste tu voz como persona. Para dar honestidad al texto, intenta que ambas voces se combinen (por ejemplo, utilizando palabras que tu “yo” persona utilizaría, aunque quizá no lo hiciese tu “yo” autor).
  • Usa un procesador de textos a la altura del relato. Aunque el tradicional Microsoft Word pueda servir en un primer momento, cuando estés perfeccionando el texto, asegúrate de hacerlo en otra plataforma que incorpore mejores correctores de ortografía o incluso la posibilidad de empezar a maquetar el texto.

Aunque tú mismo, como autor, puedas llevar a cabo estas revisiones, es recomendable emplear (o contratar) un corrector de textos que verifique, de manera profesional, aspectos como la ortografía, la gramática, la adecuación estilística o incluso la contextualización histórica del relato. 

Por supuesto, la comprobación de un relato no puede ser solo una, sino que es necesario llevar a cabo varias. Solo así podrá uno percatarse de que todo el texto resulta coherente, atractivo y emocionante.

Conclusión: escribir un relato inolvidable sobre tu vida es dejar un legado inquebrantable

Escribir un relato sobre tu vida puede ser un bonito ejercicio de introspección y un canto al pasado, pero, tal y como hemos visto a lo largo del artículo, también puede dar como resultado un texto que merece la pena compartir.

Ser testigos de las vidas de otras personas, de sus aprendizajes, de sus errores y de sus experiencias, nos enriquece. Como mínimo, enriquece nuestro saber literario si el relato es de calidad (algo sencillo de alcanzar si has seguido nuestros consejos). No obstante, un relato autobiográfico también puede enriquecernos a un nivel más personal si el autor ha conseguido transmitir sus sentimientos. De nuevo, algo fácil de hacer si has llegado hasta aquí tras leer este artículo. 

Sin embargo, para “transmitir” es necesario que el relato llegue a las manos de los lectores, algo posible incluso para autores independientes gracias a plataformas disponibles en Internet como Coollibri España.

Nuestros servicios de impresión profesional en línea son accesibles en todos los sentidos, ya que permiten hacer tiradas cortas y a un buen precio (por ejemplo, un libro pequeño de menos de 100 hojas apenas cuesta 5 euros). Adicionalmente, también ofrecemos asesoramiento en todo el proceso, desde el diseño de portada hasta consejos en el paso a paso de la impresión y en la administración de aspectos como el ISBN.

¡Comparte tu vida a través de un relato inolvidable y gracias a Coollibri!

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