Uno de los mayores anhelos del hombre ha sido poder conservar y guardar sus recuerdos y experiencias de vida. Con el paso de los años, las personas tienden a perder la memoria y tienen el temor de olvidar lo que ha sido el viaje de su vida y todas sus proezas.

Como si de un seguro vital se tratara, mucha gente ha querido dejar por escrito a lo largo de los años los momentos más gloriosos o felices de su existencia. Tanto es así que se ha generado un estilo propio para este tipo de textos; las memorias. Si has estado pensando en escribir las tuyas y no sabes cómo empezar, a continuación te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre escribir tus memorias.

 

¿Qué es escribir las memorias?

Escribir unas memorias, como su propio nombre indica, tiene su razón de ser en dejar por escrito lo que han sido los recuerdos y acontecimientos de una persona. A modo de recordatorio, se ha creado un estilo de narración en el que prima la recolección y redacción de eventos dentro de la vida de una persona.

 

Los recuerdos, incluso los más preciados, se desvanecen sorprendentemente rápido. Pero no estoy de acuerdo con eso. Los recuerdos que más valoro, nunca los veo desvanecerse.

Kazuo Ishiguro

 

Sin embargo, no es tan fácil como ponerse a escribir lo primero que pase por la cabeza. Escribir unas memorias trae consigo una serie de pasos y estructura. De tal modo que no solo sirva como un ejercicio catalizador para el autor, sino también un libro atractivo para terceras personas.

 

Diferencia entre memorias y biografía o autobiografía

A lo largo de los tiempos se han ido desarrollando diferentes estilos y géneros que tienen como objetivo retratar la vida y las andanzas de una persona. Sin embargo, cada una tiene sus diferencias. No es lo mismo escribir unas memorias que una autobiografía y, en ningún caso, tiene que ver con una biografía.

Por un lado, la biografía y autobiografía tiene una meta muy marcada y es contar de manera objetiva toda la trayectoria de vida de alguien desde que nace hasta la actualidad.

 

Diferencia entre memorias y biografía o autobiografía
Diferencia entre memorias y biografía o autobiografía

 

A pesar de que se busca que tenga un estilo atractivo para leer, lo que prima en este estilo es la objetividad y minuciosidad de datos, llegando a rellenar todos los años de la vida de esa persona. La puede hacer la propia persona tirando de recuerdos y datos concretos u otra persona basándose en documentación e investigación.

Sin embargo, las memorias tienen un objetivo mucho más subjetivo y artístico y se basan en recordar momentos específicos de la vida del autor y retratarlos de una forma narrativa con todo lujo de detalles, casi homenajeando esa época. El lenguaje y la finalidad es mucho más abstracta e incluso puede rozar la ficción. Un buen libro de memorias puede parecerse en el estilo a una novela.

 

¿Cómo puedo empezar a escribir mis memorias?

Como decíamos, la construcción de unas memorias no es tan fácil como coger papel y boli y comenzar a anotar recuerdos. Los recuerdos son como una gran red y te darás rápidamente cuenta que cuando empiezas a tirar de uno te llevas varios detrás.

Tiene que haber una investigación y un ejercicio de memoria y autoexploración. Además, se debe seguir una estructura y un objetivo. A continuación, vamos a repasar los pasos principales para comenzar a escribir tus memorias.

 

Lluvia de ideas

Lo primero que se puede hacer para comenzar a escribir unas memorias es lo que se suele hacer para casi todos los textos narrativos o textos argumentativos. Primero debe haber una lluvia de ideas que, idealmente, escribas en un papel. En ella, para generar un argumento, puedes contestar a preguntas como cuál fue la etapa más feliz de tu vida, en qué tiempo tuviste un cambio vital, cuál es el recuerdo que más atesoras, y así hasta tener una lista de momentos que sean relevantes en tu vida.

Déjate llevar y no te pongas tapujos. Puedes recordar un olor, una amistad que te cambió, cómo fue tu matrimonio o cualquier sentimiento que te venga a la mente.

 

Definir objetivo

Con todos los posibles hilos temáticos, es importante fijarse un objetivo. Si escribes unas memorias, ¿lo haces para tener un documento donde poder recordar tu vida?, ¿lo haces para que la gente te conozca mejor?, ¿para que tu familia te recuerde?. Define uno o varios objetivos y ponte a trabajar en esa línea que será la que sigas a la hora de redactar y darle forma al libro.

 

Escribir los principales recuerdos

Una vez hayas definido el objetivo y tengas en mente la etapa o época más relevante en tu vida, una de las mejores fórmulas para comenzar a definir la estructura de tus memorias es redactando en un papel una lista de los principales recuerdos que tengas sobre ese periodo.

 

Escribir los principales recuerdos
Escribir los principales recuerdos

 

Al contrario que la biografía, donde los datos deben ser concretos y objetivos, en las memorias puedes dar rienda suelta a tu estilo y lírica, por lo que, cuantos más detalles haya, más atractivo y dinámico será.

 

Define a los personajes que aparecerán

Al contrario que en los libros de ficción, en las memorias los personajes principales, además de tú mismo, son gente muy cercana a tí. Esto hace que, en ocasiones, escribir unas memorias sean un tema un tanto controvertido en la familia y entorno. Para poder asegurarte que la escritura será sincera y comprometida y evitar problemas a terceros, es importante que antes de comenzar a escribir te fijes quiénes serán los personajes que formarán tu historia.

 

Define a los personajes que aparecerán
Define a los personajes que aparecerán

 

Puedes usar apodos e iniciales si no quieres revelar algunas identidades en caso de que sean imprescindibles para contar tus recuerdos.

 

Sé honesto y sincero

La razón primera por la que una persona comienza a escribir unas memorias, en esencia, es por que quiere dejar por escrito cómo ha vivido, desde un punto de vista subjetivo y personal, su paso por el mundo. Es por eso que debe primar por encima de todo la honestidad y sinceridad. No pretendas ser un héroe o usar tu texto para un ajuste de cuentas.

Lo enriquecedor de las memorias es poder ver los claros y sombras que has ido teniendo en la vida y cómo estos han ido formando a la persona.

 

Traza una línea entre la ficción y no ficción

Como decíamos, al contrario que en la biografía, las memorias ofrecen cierta libertad a la hora de escribir y contar los hechos. Una memorias debe ser una lectura atractiva incluso para alguien que no sabe nada de la persona en sí. Por lo tanto, no está mal recibido que, en determinado momento, cuando la historia o la trama lo requiera, tires de recursos literarios de ficción.

Puedes hacer que llueva cuando hace sol o decorar un diálogo para transmitir mejor las emociones, incluso puedes hacer reales momentos que nunca se dieron pero que te hubiera encantado. Todo aquello que no altere la realidad y que no influya en la opinión del lector puede ser usado como un recurso literario válido.

 

Escribe de forma periódica

Con todo el croquis hecho, el estilo definido y la estructura pensada, solo queda ponerse a escribir. Y no pienses que esta es la etapa fácil. Escribir es un oficio como cualquier otro y requiere de paciencia, dedicación y perseverancia. Trata de adoptar una rutina en la que escribas de forma periódica todos los días, de tal modo que se convierta en una costumbre.

Durante el proceso, no dejes de investigar, de leer y de reflexionar. De este modo, conseguirás en pocos meses tener entre tus manos el manuscrito donde se cuentan los recuerdos más valiosos de tu vida. Presta atención al orden que le estás dando al texto y recuerda que siempre puedes caminar sobre tus pasos y corregir.

 

¿Las memorias deben ser fieles a la realidad?

Como decíamos anteriormente, la ficción puede ser un recurso bastante interesante a la hora de contar tus memorias. Hay veces que la realidad no supera a la ficción y para que un libro tenga ese toque que lo vuelva interesante y legible hay que tirar de ciertos recursos estilísticos.

Finalmente hay que entender que las memorias de una persona pueden pasar por muchos filtros y escalones y que el objetivo último es dejar plasmado un momento de la vida atendiendo en buena parte a la forma en que el protagonista lo vivió.

 

Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.

Jorge Luis Borges

 

Hay muchos ejemplos de memorias que están escritas por terceras personas, como la de Nelson Mandela, en las cuales el escritor ha tenido que basarse en documentos e información real, pero también ha tenido que usar recursos ficticios para rellenar los vacíos que había en la historia.

 

 

Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges

 

De igual modo, un autor puede optar por inventarse a los personajes ficticios de sus memorias, como en el caso de Homenaje a Cataluña de George Orwells. La ficción debe tomarse como un recurso válido dentro de las memorias siempre y cuando sirvan para nutrir pero nunca para mentir en torno a los recuerdos vividos.

 

Las memorias como un género literario

Los géneros literarios han sido desde hace años un tema bastante discutido. Académicamente se define que son tres los grandes géneros; lírica, prosa y drama. Sin embargo, dentro de la prosa, podemos encontrar textos narrativos de diferente índole entre los que podemos descartar un género biográfico.

 

Las memorias como un género literario
Las memorias como un género literario

 

No obstante, las memorias son un tipo de texto que van por libre ya que su definición está basada en el contenido y la forma puede variar. Podemos encontrar memorias escritas en verso, teatralizadas o narradas como una novela. De forma oficial, no están consideradas como un texto literario, pero sus características y su capacidad comercial la convierten en un nicho muy interesante y rentable.

 

Imprime tu libro de memorias

Si te has lanzado a la aventura de escribir tus memorias, seguro que ahora mismo uno de tus sueños es poder tener el libro en la mano y poder tenerlo en tu estantería y enseñarlo. La mayoría de las veces, las memorias son algo muy personal y es por eso que una de las mejores alternativas para poder imprimir tu libro es hacerlo a través de alguna plataforma de autoedición.

Plataformas como Coollibri te dan la opción de autopublicar tu libro de memorias de una forma personalizada y muy cómoda. Podrás elegir el tipo de fuente, la encuadernación, el diseño de portada y el número de copias. Tú serás el que decida qué uso hacer de tu libro y sobre todo a quién dejarás llegar hasta el fondo de tus recuerdos.

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