El uso de ilustraciones y fotografías en libros se ha percibido tradicionalmente como propio y único de la literatura infantil. Sin embargo, lo cierto es que la incorporación de elementos visuales es un recurso narrativo más, y por ello merece atención.

En la actualidad, podría hablarse de un auge de la ilustración, lo que ha llevado a que artistas como María Hesse, Agustina Guerrero o Raquel Córcoles hayan publicado novelas gráficas o hayan ilustrado otras obras como Mujercitas, en el caso de la primera.

Es en este segundo caso, el del uso de ilustraciones y fotografías en libros, en el que vamos a enfocarnos en este artículo. ¿Cómo se construye una narrativa visual? ¿Qué valor añade a la experiencia de lectura?

 

 

La importancia de las imágenes en los libros

Un libro con una portada bonita resulta más impactante, llama la atención y tiene más posibilidades de ser elegido. Cuando, en lugar de una portada bonita, hablamos de un interior bonito, el efecto se multiplica.

Así, muchas ediciones y reediciones de clásicos incluyen el trabajo de un ilustrador para otorgarle un carácter aún más especial. Son prueba de ello la ya citada novela de Mujercitas (Louisa May Alcott), ilustrada por María Hesse, pero también Una habitación propia (Virginia Woolf), ilustrada por Sara Morante, o Las mujeres de Federico (de Ana Bernal-Triviño), ilustrada por Lady Desidia.

No obstante, el uso de ilustraciones y fotografías en libros no solo aporta un valor estético, sino también funcional. Pensemos en libros que, por su temática, requiere de un apoyo visual para que se entienda. Un ejemplo es el libro El dolor de los demás, en el que su autor, Miguel Ángel Hernández, escribía sobre un caso real y añadía fotos para contextualizar lo que iba contando. 

Descubrí que podía decir las cosas con color y formas - coollibri.es
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Por qué el uso de ilustraciones y fotografías en libros mejora la experiencia de lectura

Sea puramente por lo estético o por lo funcional, el uso de ilustraciones y fotografías en libros hace que la lectura sea más amena, especial o accesible. 

De estas ventajas no solo disfrutan los lectores de literatura infantil, sino también personas adultas. En cualquier caso, así influyen las ilustraciones y fotografías en la percepción del lector:

  • Ayudan en a comprensión de algunos conceptos: es común que en libros de ciencia ficción y fantasía, para los que se crean mundos literarios de gran complejidad, se introduzcan mapas o ilustraciones de los personajes. Por supuesto, esto no es algo único de este nicho literario, sino de todos aquellos que necesiten el apoyo visual como un medio para explicar o mostrar algo con más detalle.

 

  • Favorecen la concentración: las imágenes e ilustraciones “rompen” el texto y le aportan dinamismo. Se crea así una narrativa visual que no resulta tan monótona ni tediosa.

 

  • Estimulan la imaginación: cuando se cuenta con un elemento visual para ilustrar lo que dice el texto, la mente del lector empieza a “ver” con más claridad lo narrado. Esto es un factor aún más apreciado por quienes sienten que les cuesta sumergirse en la historia o imaginarla como algo más que palabras escritas.

 

  • Venden más: más allá de lo estético y lo funcional, debemos también considerar lo comercial. El impacto visual de un libro con fotos o dibujos se ve como más especial y eso aumenta su valor. La mejor prueba de ello son las reediciones especiales e ilustradas. Hay lectores que las compran porque aprecian esa belleza añadida.

 

  • Combinan dos lenguajes: la unión de narrativa y fotos o dibujos resulta interesante, ya que implica utilizar dos formatos para expresar un mismo concepto. Esto atrae a muchos lectores.

 

 

Tipos de libros donde las imágenes son más efectivas

Lo positivo del uso de ilustraciones y fotografías en libros no significa que estas deban añadirse sí o sí. Los lectores pueden apreciar ese componente visual, estético y funcional, pero también disfrutan leyendo libros “normales” en los que solo hay texto.

Esto se debe a que hay libros que no necesitan lo visual de manera tan clara como otros. Para entender cuáles sí y cuáles no (o, mejor dicho, cuáles no necesariamente), hay que pensar en si lo visual realmente aporta y cumple un objetivo funcional, estético o comercial.

A grandes rasgos, estos son los tipos de libros donde las imágenes sí son efectivas:

  • Libros y cuentos infantiles: si es común o incluso obligatorio que haya imágenes en la literatura infantil, es porque estas se necesitan para fomentar la comprensión, la asimilación, la imaginación y la experiencia lectora de un público que no sabe leer o no lo hace con precisión. Las imágenes actúan así como puente para facilitar la lectura en todos los sentidos.

 

  • Libros de fantasía: como hemos mencionado, en este tipo de novelas aparecen personajes, espacios, elementos… Que no existen en la vida real y cuyas descripciones a veces se nutren de dibujos para ser más claras. 

 

  • Ediciones especiales: también hemos mencionado que en ediciones de libros clásicos las ilustraciones aportan un importante valor añadido. Son libros de los que ya hay suficientes versiones y ejemplares. Ilustrarlos o añadir imágenes de, por ejemplo, su autor, da una razón de peso para hacer esa reimpresión y aumentar las ventas.

 

  • Libros educativos: pensemos en los libros de texto, pero también en enciclopedias. Serían no solo aún menos atractivos, sino menos claros si no hubiese tablas, fotos, dibujos… Que ayudasen en las explicaciones.

 

  • Libros de cocina y manualidades: del mismo modo que los educativos, los libros que explican un paso a paso necesitan de ese apoyo visual para hacer que los textos se comprendan. Por supuesto, más allá de lo funcional, también está lo estético, ya que en un libro de recetas o de manualidades resultaría raro que no hubiese imágenes del resultado final.

 

  • Libros de arte y fotografía: resulta lógico que este tipo de libros necesiten de fotos o dibujos. De poco serviría una descripción detallada de un cuadro, por ejemplo, y de lo que muestra a nivel alegórico si no hay una imagen para que el lector vaya viendo lo que el texto explica.

 

  • Libros o guías de viaje: para favorecer la visualización de las ciudades y que sea también más fácil orientarse para el lector/turista. Además, las fotos en las guías aumentan el deseo por viajar.

 

  • Novelas gráficas y cómics: en este caso podríamos más bien hablar de que la imagen es lo principal y de que el texto es el apoyo. Siendo así, en la narrativa gráfica la selección de imágenes es aún más importante.

 

 

Cómo elegir las ilustraciones y fotografías adecuadas

Igual que existen diferentes tipos de libros, existen diferentes tipos de ilustraciones y fotografías para ellos. 

A la hora de elegirlas, es importante entender su función. No es lo mismo una imagen que solo explica un concepto (por ejemplo, la imagen de un animal en una enciclopedia), que una imagen que, más allá de apoyar el texto, quiera resultar estética (por ejemplo, las ilustraciones de El Principito).

Cómo elegir las ilustraciones y fotografías adecuadas - coollibri.es
Cómo elegir las ilustraciones y fotografías adecuadas – coollibri.es

 

 

 

Factores clave para seleccionar imágenes que complementen el texto

En lo que se refiere a la selección de imágenes, debe priorizarse siempre que apoyen el texto. 

Salvo en casos como la narrativa gráfica, donde es el texto el que apoya la imagen, en el resto de libros es importante que las imágenes complementen lo que está escrito. Estos son algunos consejos para lograrlo:

  • Tener clara su función: si esta es explicativa, habrá que primar la claridad, dejando lo estético en un segundo plano. Por ejemplo, quizá un diagrama no sea lo más bonito, pero sí lo más adecuado en un libro educativo. Lo contrario pasa en una novela de ficción en la que la ilustración apoya el texto, embelleciéndolo, pero no necesariamente explicándolo.

 

  • Considerar el público lector: en un cuento infantil las imágenes deberán ser coloridas y “simples”, sin un alto nivel de detalle. En cambio, en libros para personas adultas sí puede haber un estilo más propio.

 

  • Valorar la calidad de la imagen: especialmente cuando se trata de elegir entre una y otra, dentro de lo posible, habrá que escoger la que mejor se vea.

 

  • Plantear dónde y cómo aparecerán en el texto: no es lo mismo una imagen que ocupará toda una página que otra que encabezará cada capítulo. Esto influirá en estilo o el tamaño de la imagen a seleccionar.

 

 

Fuentes de imágenes y derechos de autor

Las imágenes que se incluyen en libros tienen unos derechos de autor, igual que los propios libros.

Sean ilustraciones o fotografías que se crean y se usan solo en un libro (por ejemplo, los dibujos de Rebeca Luciani para la versión ilustrada de El cascanueces) o imágenes ya existentes (por ejemplo, las fotos de periódicos incluidas en El dolor de los demás), todas ellas habrán sido realizadas por alguien y ese alguien tiene la propiedad intelectual.

En muy pocos casos es el propio escritor el dueño legal de las imágenes. Generalmente, lo que se hace es encargarlas y comprarlas o, lo que en esencia es lo mismo, conseguir un permiso o una cesión de uso.

Estas son las consideraciones legales que deben tener en cuenta al utilizar imágenes en los libros:

  • Identificar de quién son los derechos de autor: puede que la imagen que se quiere usar en el libro se haya encontrado en un periódico, pero quizá el autor de la foto no es el medio, sino un fotógrafo. La autorización de uso debe solicitarse (y abonarse) al verdadero autor.

 

  • Comprobar si se trata de un uso justo (fair use): si el uso que se va a dar a la imagen es educativo (por ejemplo, en un libro de texto), se puede conseguir una licencia (y un precio) especial.

 

  • Verificar si las imágenes son de dominio público: pasado un tiempo desde la creación de la imagen, estas entran en dominio público y se pueden usar libremente. Por supuesto, esto hay que comprobarlo y consultarlo con profesionales, ya que puede que quien creo la imagen haya fallecido, pero tenga herederos legales de su propiedad intelectual.

 

  • Revisar y negociar el acuerdo de licencia: más allá de la compra de las imágenes, la licencia puede estar sujeta a condiciones como añadir las fuentes de las imágenes, o que el propietario intelectual de las imágenes reciba una parte de los beneficios del libro. Esto es común en libros ilustrados en los que hay dos autores: el escritor y el ilustrador.

 

  • Respetar el derecho a la privacidad: sobre todo en las fotografías, es frecuente que salgan personas. Si se las puede identificar (es decir, no salen de espaldas o al fondo), se necesita que estas personas firmen un consentimiento. Algo parecido ocurre cuando en la foto o ilustración aparece el logo de una marca registrada.

 

  • Encargar un trabajo de ilustración o fotografía: cuando se necesita ilustrar un libro al completo y de forma específica, en lugar de buscar dibujos o fotos individuales, resulta más cómodo y rentable contratar a un ilustrador o fotógrafo. De este modo, desde el comienzo se firma un acuerdo que recoja las condiciones del encargo en cuanto a licencias, derechos de autor y retribuciones.

 

 

¿Cómo se pueden usar las imágenes sin interrumpir el flujo narrativo?

Quizá una de las razones, o temores, que frena a muchos autores a la hora de hacer uso de ilustraciones y fotografías en sus libros es que estas quiten todo el protagonismo al texto.

Por supuesto, ningún escritor quiere que sus palabras se vean relegadas a un segundo plano. Para que esto no ocurra, hay que aprender a usar las imágenes sin que estas interrumpan el flujo narrativo.

Una pintura es un poema sin palabras - coollibri.es
Una pintura es un poema sin palabras – coollibri.es

 

 

Ubicación y diseño de las imágenes dentro del texto

Cuando se tiene clara la función que una imagen tiene en el libro, y también ante qué tipo de libro estamos, resulta más sencillo ubicarlas.

Así, en un libro de arte las imágenes, obviamente, aparecerán en grande y ocupando una página entera. En cambio, en una novela que ha sido ilustrada, pero que funcionalmente no necesita imágenes (como pueden ser las ediciones ilustradas de clásicos de la literatura), estas pueden aparecer cada ciertas páginas, pero no en todas.

La integración de las imágenes, por lo tanto, debe responder a su para qué y su porqué. Como es lógico, siempre deben aparecer cerca del texto al que complementan. Un ejemplo sería el de la ilustración de un personaje. Así, deberá colocarse cerca del fragmento donde ese personaje se introduce o se desarrolla.

En cuanto a su tamaño, este debe guardar coherencia con el diseño del libro y su maquetación. Si todas las imágenes aparecen al comienzo de un capítulo porque se deja un espacio para ello, debe mantenerse esta “norma”. De igual modo, si, por lo que sea, no hay apenas espacio en los márgenes, colocar imágenes en ellos puede saturar demasiado la página.

 

 

Cómo equilibrar el uso de texto e imágenes

Este último punto, el de cuidar la combinación de texto e imágenes para que no abarroten el libro, es uno de los más importantes.

En ocasiones se publican libros ilustrados donde todo está lleno de ilustraciones, fotos, texto… Lo que resulta desconcertante e incluso agobiante, impidiendo una buena experiencia de lectura.

Cómo evitar esto es fácil si se siguen algunas directrices:

  • Determinar la maquetación del libro y cuál será el espacio dedicado a las imágenes y al texto. Hacer un diseño del libro profesional ayudará a definir proporciones.

 

  • Mantener un estilo consistente que dé continuidad. Por ejemplo, usar una paleta de colores que combine con la tipografía del texto.

 

  • Hacer uso de técnicas visuales para que las imágenes expresen lo mismo que el texto. Factores como que las imágenes sean asimétricas, irregulares o activas (o todo lo contrario) también hace que combinen mejor con lo que se está narrando. Por ejemplo, si un fragmento está describiendo una pelea, se puede integrar una ilustración que, por su asimetría y colores, refleje el caos.

 

  • Introducir las imágenes en páginas o espacios en blanco, pero nunca en medio de una frase.

 

 

El impacto visual del uso de ilustraciones y fotografías en libros y diferentes formatos de publicación

Generalmente, cuando hablamos de publicación de libros lo hacemos pensando en el papel, pero lo cierto es que en la actualidad los libros impresos conviven con los libros digitales.

Sus formatos, como es obvio, son diferentes, también en lo que se refiere al uso de ilustraciones y fotografías en libros. 

Diferencias entre libros impresos y digitales en el uso de imágenes - coollibri.es
Diferencias entre libros impresos y digitales en el uso de imágenes – coollibri.es

 

 

 

Diferencias entre libros impresos y digitales en el uso de imágenes

Los dos formatos de publicación tienen sus propias características, determinadas por el hecho de que uno es impreso y el otro se lee a través de una pantalla.

¿Cómo se traduce esto en el uso de ilustraciones y fotografías en libros?

  • La calidad de la imagen debe ser alta en los libros impresos. Su resolución no debería bajar de 300 ppp para garantizar la nitidez en la impresión. En los libros digitales la calidad puede variar según el dispositivo, por lo que hay que optimizarlas y asegurar que se vean bien sin que por ello tarden mucho en cargar e impidan una buena experiencia de lectura.

 

  • La interactividad de las imágenes, por ejemplo, haciendo que incluyan zoom o sean clicables y lleven a una página web con más información, solo es posible en libros digitales. Es decir, a la creatividad visual se le puede sumar la tecnología. En cambio, en los impresos todos los datos adicionales que se quieran añadir (por ejemplo, sobre el contexto de una fotografía) hay que hacerlo en notas a pie de página.

 

  • La precisión del color será más exacta en libros digitales (por supuesto, siempre dependiendo del dispositivo). En la impresión, si esta no se hace bien, puede ser peor o, si no lo es, suponer un gran coste. Por eso es importante contratar a un buen proveedor de servicios de impresión.

 

  • El coste de incluir imágenes, aunque no sean en color, siempre va a ser menor en libros digitales que en impresos.

 

  • El diseño del libro impreso suele ser más beneficioso para las imágenes, ya que estas se pueden integrar con una visión de libro abierto (es decir, dos páginas). En el libro digital, si la ilustración que acompaña a un texto queda en la página anterior, no se ve del mismo modo.

 

 

Cómo el uso de ilustraciones y fotografías en libros puede ayudar a tu escritura y la experiencia lectora

A lo largo de este artículo hemos abordado el uso de ilustraciones y fotografías en libros y sus beneficios tanto para el escritor como para el lector.

Poder usar imágenes para clarificar o embellecer el texto beneficia al lector, pero también al escritor que quiere dar un nuevo valor a su obra.

No obstante, hay una serie de recomendaciones y directrices a seguir para garantizar que la combinación de texto e imágenes es un éxito y es efectiva. 

Sin embargo, uno de los mejores consejos, sobre todo cuando se trata de libros impresos, pero también de otros formatos de publicación, es contar con profesionales. Tanto en el diseño y la maquetación de libro, como en la impresión. La calidad de las imágenes es fundamental para que estas cumplan su función.

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