La primera versión nunca es la definitiva. Para dar con el producto final, el de un libro completamente preparado para su publicación, es necesaria una reescritura y edición del manuscrito.

Ese manuscrito no es un borrador, pero sí un texto original que debe revisarse y perfeccionarse. De esta tarea debe encargarse el escritor, pues el editor o corrector entra en una segunda fase y actúa sobre una versión ya casi definitiva y en la que el autor ya ha trabajado.

Este artículo es el lugar correcto si acabas de terminar el manuscrito de tu obra y necesitas orientación sobre cómo reescribirlo y editarlo para poder presentarlo a agencias o editoriales, o para autopublicarlo.

 

La importancia de la reescritura y edición del manuscrito en el proceso creativo

La reescritura y edición del manuscrito es un proceso fundamental para completar la obra. Sin esta revisión, que se encarga de detectar problemas narrativos y estructurales, pero también gramaticales, el manuscrito corre el riesgo de ser una primera versión pobre y con una calidad muy por debajo del estándar.

No obstante, lo primero es entender que en la reescritura (casi) todo vale. Esta va más allá de poner una coma; se puede quitar, añadir, reorganizar capítulos… 

Como escritor, uno se enfrenta a la reescritura con una mente aún llena de creatividad, dispuesto a seguir construyendo (y no simplemente corrigiendo) su libro.

No se es escritor por haber elegido decir ciertas cosas, - coollibri.es
No se es escritor por haber elegido decir ciertas cosas, – coollibri.es

 

Cómo identificar los problemas narrativos más comunes

Cuando se empieza a escribir un libro, el proceso suele alargarse en el tiempo. Un día se escribe un capítulo, una semana después, el siguiente. Esto hace que no sea hasta el final, cuando se tiene el manuscrito completo, que un escritor puede valorar su obra como un todo.

Es entonces cuando la reescritura tiene más sentido. Por supuesto, también se puede ir reescribiendo capítulo a capítulo, pero siempre se recomienda realizar una reescritura final y sobre todo el manuscrito, pudiendo así detectar incongruencias en la narración.

Ejemplos de problemas narrativos son haber descrito a un personaje como pelirrojo y que luego se mencione que es calvo. O, aún más grave, introducir una trama que luego se olvida y ni se desarrolla ni se cierra.

La reescritura, por lo tanto, conlleva una lectura atenta y crítica en la que detectar dónde aún queda margen de mejora y dónde el proceso creativo debe continuar.

Para identificar y corregir problemas narrativos en la reescritura efectiva, pueden seguirse las siguientes recomendaciones:

  • Presta atención a los primeros capítulos: generalmente, es al principio cuando aún no tenemos bien interiorizado el tono narrativo de la novela, por lo que es en esos capítulos iniciales donde tendremos que lograr la uniformidad y autenticidad que sí hay en el final.

 

  • Revisa cuál ha sido el desarrollo de los personajes: para construir personajes memorables, es importante trabajar sus tramas y que estas no solo sean consistentes en sí mismas, sino dentro de la narrativa. Errores en descripciones, como el ejemplo anterior, o incongruencias en su comportamiento según sus motivaciones, deben ser reescritas.

 

  • Detecta cambios bruscos e injustificados en la voz narrativa: es posible, y bastante común, que algunas partes del libro, por haberse escrito en momentos muy diferentes o separados, tengan un estilo narrativo distinto al resto. Si esos cambios no tienen un porqué claro (por ejemplo, porque hay varios narradores), reescribe.

 

  • Comprueba que todas las tramas se desarrollan: puede haber tramas que no finalicen porque quieres escribir una secuela, pero eso es una excepción. El resto de líneas argumentales deben ser relevantes, evolucionar y no ser olvidadas. Si esto ha pasado (por ejemplo, porque al inicio te pareció un buen hilo del que tirar, pero luego dejó de tener sentido), asegúrate de que lo solucionas.

 

  • Evita fragmentos largos e innecesarios: durante el proceso de escritura puede que hayas tenido momentos de menos creatividad, lo que te llevo a una sobre explicación o a dar vueltas y vueltas a una misma idea. Esto es algo que suele ocurrir con las descripciones. Durante la reescritura, detecta dónde la narración se pierde, se vuelve lenta y se desconecta.

 

  • Verifica la línea temporal de la narración: especialmente si hay saltos temporales en la novela, comprueba que estos no solo tienen sentido, sino que no hay errores (por ejemplo, dos tiempos que terminan mezclándose y crean confusión). 

 

Revisar la estructura del manuscrito para mejorar la coherencia

Durante la escritura y edición del manuscrito también pueden localizarse problemas de estructura. Un ejemplo sería el de dos capítulos que tienen más sentido si su orden se invierte.

En consecuencia, para mejorar la claridad narrativa y la coherencia en la escritura, se recomienda:

  • Disponer de un esquema narrativo que sirva como un guion o una escaleta de lo que debe ir ocurriendo en un orden lógico. Esto te ayudará a que, incluso cuando se producen saltos temporales, estos tengan un porqué y no queden desligados del resto de la novela. 

 

  • Definir los puntos de giro o las escenas de máximo suspense, para poder colocarlas en el momento más efectivo. Por ejemplo, si en el capítulo 15 va a descubrirse quién es el asesino, los capítulos anteriores deben “construir” la tensión e ir lanzando alguna pista.

 

  • Estructurar las subtramas para que su desarrollo también sea importante y quede claro cómo se relacionan con la trama principal, pero sin distraer.

 

  • Equilibrar los diferentes tipos de capítulos y escenas, para que la lectura sea fluida. Por ejemplo, no coloques muchos capítulos descriptivos seguidos, ya que suelen ser más lentos. En cambio, mézclalos con otros más de acción o en los que la trama evoluciona.

 

Técnicas para una reescritura y edición del manuscrito efectivas

Lograr una mayor precisión y perfeccionamiento se consigue con la edición de libros realizada por personas, pero también ayudándose de herramientas de análisis de texto y otras de corrección gramatical.

Técnicas para una reescritura y edición del manuscrito efectivas  - coollibri.es
Técnicas para una reescritura y edición del manuscrito efectivas  – coollibri.es

 

Cómo pulir y mejorar la gramática de un manuscrito

Cuando hablamos de la reescritura y edición del manuscrito, pulir el estilo narrativo implica quitarle lo que sobra. Igual que a un diamante en bruto, el texto se trabaja para sacarle todo su potencial y su brillo.

Para ello, se pueden seguir varias técnicas de edición:

  • Elimina todo lo que sea redundante o irrelevante: desde palabras que solo repitan, hasta fragmentos que solo vuelvan una y otra vez sobre algo ya explicado. Lo redundante solo puede quedarse si es coherente con el estilo narrativo (por ejemplo, porque el narrador es una persona con autismo o TOC).
  • Prioriza la precisión: en muchas ocasiones algo es redundante porque podría simplificarse. En este sentido, el uso de metáforas y símiles es importante, ya que con un símbolo se puede expresar mucho más que con un largo párrafo descriptivo. 
  • Usa oraciones largas cuando sea necesario, pero no siempre: en Cinco horas con Mario el texto pide oraciones largas, puesto que es un flujo de conciencia de una mujer que se encuentra en un momento muy inestable. No obstante, las oraciones largas en ocasiones llevan a fallos gramaticales, además a de un estilo confuso y poco claro y pulido. Por eso, revisa si no sería mejor añadir algún punto.
  • Evita diálogos demasiado explicativos: un diálogo efectivo debe hacer avanzar la trama o ayudarnos a conocer mejor a un personaje, pero no convertirse en una sobre explicación de la narración. Esto es contraproducente para lograr un estilo acertado, preciso y pertinente.
  • Haz una corrección de gramática: y asegúrate de que esta sea profunda. Muchas veces nos limitamos a corregir cuestiones como la acentuación, pero otras como la puntuación no solo evitan errores, sino que influyen directamente en el estilo narrativo. 
  • Revisa redundancias también de corte gramatical: como la aparición de dos palabras que suenan parecido (lo que se conoce como cacofonía). Un ejemplo sería “la aplicación de la sanción fue inmediata”, frente a “se aplicó la sanción de inmediato”.
  • Utiliza conectores y otros recursos para crear transiciones: un conector como “en consecuencia” hace avanzar la trama y, además, genera una relación de causa-efecto entre dos acciones. No olvides que la gramática también es usar correctamente las palabras para aportar coherencia al texto. 

 

Uso de herramientas digitales y feedback externo

Uno de los grandes retos de la reescritura y edición del manuscrito es la falta de distancia. Ser el propio autor del texto y conocerlo tanto, hace que no sea vean errores o puntos de mejora.

Por ejemplo, un personaje puede estar mal desarrollado o no quedar claras sus motivaciones y, en consecuencia, la explicación de sus actos. Sin embargo, el escritor, que en su mente sí conoce profundamente a ese personaje, no se da cuenta y no piensa que el lector tendrá un problema.

Para tomar esa distancia, lo adecuado suele ser acudir a herramientas digitales para edición o lectores beta que aporten esa “opinión externa”. 

Así, herramientas como diccionarios o manuales de estilo y de uso de la lengua (tanto físicos/humanos como digitales) son de gran utilidad. 

No obstante, no hay nada como contar con la profesionalidad de un corrector, editor o incluso lector de prueba. Su feedback externo te ayudará a realizar una reescritura efectiva y mucho más exhaustiva y detallada.

 

Consejos para el último repaso del manuscrito

Llegando al final del proceso de reescritura del manuscrito, es momento de compartir cuáles son los últimos pasos para editar un libro y prepararlo para su publicación.

Escribir un libro es una terrible, agotadora lucha, como un largo combate contra algunas enfermedades dolorosas. - coollibri.es
Escribir un libro es una terrible, agotadora lucha, como un largo combate contra algunas enfermedades dolorosas. – coollibri.es

 

 

Cómo mejorar el ritmo narrativo

Entre las correcciones de manuscrito más importantes están todas las que favorecen el ritmo narrativo.

Oraciones y párrafos largos, escenas demasiado parecidas entre sí o una trama que avanza a trompicones son factores que comprometen la fluidez narrativa.

Estas son algunas estrategias para identificar estos factores:

  • Utiliza las oraciones y las estructuras gramaticales: las oraciones largas o la voz pasiva son más lentas. Esto puede ser positivo si buscas justamente eso. Mientras, las oraciones cortas y la voz activa aportan un dinamismo necesario para ajustar el ritmo en escenas de gran suspense, por ejemplo. Lo que debe detectarse y evitarse son escenas en las que, por diferentes usos gramaticales, no se está logrando el rimo deseado.

 

  • Haz uso de los diálogos: en la edición del libro, comprueba si alguna escena narrativa puede convertirse en un diálogo. Esto favorecerá al ritmo narrativo, dándole vitalidad.

 

  • Acorta los capítulos: puede parecer algo nimio e innecesario, pero mejora la legibilidad del libro. Dos capítulos de 15 páginas cada uno, en lugar de uno de 30, hacen la lectura más accesible y estimulante.

 

  • Lee en voz alta: en ocasiones, al escribir y leer mentalmente, no somos conscientes de fallos en el ritmo. Es cuando leemos a viva voz que nos percatamos de que hay un párrafo lento, largo e incomprensible, y que rompe con el ritmo.

 

Correcciones finales antes de enviar a publicación

La revisión final es aquella previa a la publicación. El manuscrito ya es prácticamente un libro acabado, aunque pueden quedar algunas cuestiones aún por resolver.

Al ser las últimas correcciones del manuscrito, estas cuestiones pueden haber parecido menos importantes o urgentes antes, por lo que ahora es el momento de abordarlas.

  • Verificación gramatical final: para detectar errores que hayan podido pasar desapercibidos antes (por ejemplo, la falta de un signo de interrogación al comienzo o al final).

 

  • Maquetación: aspectos como el interlineado, la tipografía o los márgenes deben ser revisados para que sean siempre los mismos.

 

  • Lectura atenta y con distancia: aunque hayas tenido lectores beta, como autor debes ponerte en el lugar de tu lector objetivo y leer con esa perspectiva. 

 

La reescritura y edición de un manuscrito para mejorar la narrativa

Mucha gente dice que el proceso de edición de una obra nunca acaba. En cierto modo, es verdad que siempre hay aspectos que pueden pulirse y perfeccionarse. No obstante, es importante poner un punto final al manuscrito para convertirlo en una obra completa.

En este artículo, hemos repasado cuáles son esas fases de reescritura y edición del manuscrito, dándole una forma definitiva antes de enviarlo a publicar.

Desde revisar la gramática, hasta reestructurar los capítulos, pasando por asegurar la coherencia estilística. Cada fase es importante y debe abordarse con profesionalidad y una mirada crítica.

Solo así el resultado será el de una obra literaria lista para llegar, y enamorar, a los lectores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *