Escribir para un público infantil es un reto, ya que debe cumplirse siempre con un doble objetivo: enseñar y entretener. Esto se aplica a todo tipo de historia infantil, también cuando vamos a escribir un libro de miedo para niños.

Puede parecer contradictorio escribir una historia que dé miedo y al mismo tiempo sea didáctica, pero es posible cuando, como autor, uno es responsable y conoce bien a su “pequeña” audiencia. 

Partimos, por lo tanto, de la idea de que de todo relato infantil se puede sacar un aprendizaje, también cuando esté es terrorífico. No solo eso, sino que los niños también disfrutan de las historias de fantasmas, vampiros o zombis.

La clave está en cómo escribir un libro de miedo para niños de tal forma que sea una herramienta educativa a la vez que entretiene. Por supuesto, siempre teniendo en cuenta la edad del público infantil y la consecuente necesidad de adaptarse a él. 

 

Entendiendo al público infantil

Un niño no es un adulto. Parece una afirmación básica, pero en ocasiones algunos autores se olvidan de ello a la hora de escribir un libro de miedo para niños.

Todo el proceso de escritura, desde la ideación del argumento hasta el tono que se adopta para narrar ciertas escenas, debe considerar que estamos ante un público infantil. El autor no puede pensar en sus propios miedos para escribir la historia, sino que debe ponerse en el lugar del niño. Por ejemplo, a una persona adulta puede aterrarle la idea de un asesino en serie, pero la brutalidad de este tipo de criminales tan sádicos puede ser demasiado para un menor, que aún no es plenamente consciente (ni necesita serlo) de la crueldad humana.

En cambio, sí le da miedo un muerto viviente. Algo que, por otro lado, le resulta más fácil de gestionar al ser un personaje 100% ficticio y sobre el que está acostumbrado a leer.

Además de aquello que lo produce, es fundamental entender cómo se gestiona el miedo a esas edades.

 

La psicología del miedo en diferentes edades

Cuando uno es niño, el miedo se comporta diferente. Según se crece y se tienen más herramientas de gestión emocional, evoluciona cómo uno se enfrenta al miedo.

En la más tierna infancia un perro puede ser causa de un verdadero terror, mientras que unos años más tarde lo que da miedo son los monstruos. Estos cambios se explican con el propio desarrollo vital de la psicología infantil. La oscuridad, por ejemplo, es un temor que suele aparecer cuando el niño comienza a dormir solo. En cambio, el miedo a la muerte, a las heridas o a la sangre tiene mucho que ver con el acceso a ciertos programas de televisión (como la sección de sucesos en las noticias). Es decir, el niño según crece va entendiendo y percibiendo más cosas, las cuales, sobre todo al principio, causan alarma por desconocimiento y por ser algo nuevo. 

cita de François Mauriac - CoolLibri.es
cita de François Mauriac – CoolLibri.es

Consecuentemente, al escribir un libro de miedo para niños hay que tener muy en cuenta la franja de edad concreta.

En cuanto a cómo se gestionan esos miedos, también depende de la fase evolutiva en la que se encuentre el niño. Cuanto más mayor sea, mejor será su autorregulación emocional y su capacidad de razonamiento para discernir cuál es el peligro real o incluso si aquello que lo asusta existe. Por ejemplo, puede tener miedo a los zombis y que una historia con estos personajes le generen cierta tensión, incertidumbre y angustia, aunque, al final del día, es consciente de que no existen. Igualmente, la oscuridad puede asustar a un niño, pero que este sea capaz de enfrentarse a una habitación sin luces manteniendo la calma.

“El miedo es el principio de la sabiduría.”

— François Mauriac

 

Lo que buscan los niños en las historias de miedo

Una vez entendido el miedo infantil desde un punto de vista psicológico, es momento de escribir sobre él. ¿Qué no puede faltar en un libro de miedo para niños?

Lo primero, aunque ya lo hemos mencionado, es comprender que un cuento de terror también puede ser positivo para el desarrollo infantil. Las historias de miedo pueden ayudar a superarlo (por ejemplo, cuando el protagonista logra destruir al monstruo). No solo eso, sino que sentir el miedo (igual que cualquier otra emoción) es clave para aprender a gestionarlo. Hacerlo a través de la lectura es positivo y seguro.

Además de la exploración de sus emociones, los niños buscan saciar su curiosidad con la lectura, especialmente cuando esta es de un libro de miedo en la que aparecen personajes ficticios irreales que deben imaginar. Aunque les aterrorice un poco, esa presencia de lo fantasioso y lo extraordinario les atrae y les genera adrenalina.

Por último, no olvides el contenido didáctico tan característico de la literatura infantil. Piensa en aquello que quieres que el lector se lleve. Puede ser simplemente el entender que es capaz de enfrentar sus miedos, pero también puede haber una enseñanza adicional. Por ejemplo, que entienda lo importante que es hacer caso a sus padres porque, si no, el monstruo de la historia se lo podría llevar por ser desobediente.

 

Elementos clave al escribir un libro de miedo para niños exitoso

Aunque podría decirse que no hay reglas en lo que a la literatura se refiere, sí es valioso saber cuáles son los elementos que hacen que un libro de miedo para niños sea exitoso. Está claro que la libertad creativa es crucial, pero también lo es dar en el clavo con un argumento que resulte atractivo para un público tan exigente como es el infantil.

Equilibrio entre terror y seguridad

Hemos hablado al inicio de cómo el autor tiene una responsabilidad a la hora de escribir un libro de miedo para niños. Nadie quiere crear traumas, y para ello es imprescindible lograr un equilibrio entre el terror y la seguridad.

Para que esto sea así, hay algunas directrices generales:

  • Personajes con los que el niño se pueda identificar. En este sentido, lo recomendable y más acertado es que el protagonista también sea un niño. Que sea un adulto puede generar distancia y hacer la historia más inaccesible y terrorífica.

 

  • Un final feliz: más allá de la muerte o derrota del malo a manos del héroe, el final debe tener otros aspectos positivos (por ejemplo, que el protagonista cumpla un sueño, que se enamore, etc.).

 

  • Evita detalles gráficos y muy violentos. En un relato infantil no hace falta describir la muerte. Con decir que un personaje ha fallecido es suficiente. No es responsable entrar en detalles (por ejemplo, en muchos cuentos los dragones lanzan llamaradas que queman a personajes, pero ningún escritor describe el dolor o cómo la carne humana se quema).

 

  • Incluye elementos de resolución que permitan a los protagonistas superar los desafíos. Estos elementos pueden ser objetos tangibles (una espada mágica) o intangibles (su valentía o saber que tienen el apoyo de quienes le quieren).

 

  • Introduce escenas de humor que compensen aquellas de miedo. Un cuento infantil no es un thriller psicológico en el que la tensión deba mantenerse durante toda la historia. Los niños no están preparados para tanta intensidad.

 

  • Favorece que los niños puedan “participar” en la resolución, de modo que se empoderen y se crean capaces de enfrentar un reto que les da miedo. Por ejemplo, incluye acertijos que el lector pueda resolver a la vez que lo hace el protagonista.

 

  • Deja algunos elementos de la historia abiertos a la imaginación. Así, el niño podrá generar su propia versión menos aterradora de una escena o de un personaje. 

 

Tu aliado en la aventura de escribir un libro de miedo para niños - CoolLibri.es
Tu aliado en la aventura de escribir un libro de miedo para niños – CoolLibri.es

 

Personajes memorables y resilientes

Los personajes son elementos imprescindibles en cualquier libro, especialmente cuando este se dirige a un público infantil. Si además lo que estamos escribiendo es una historia de miedo, quienes protagonizan esa historia determinará cómo el lector la percibe y qué aprende de ella.

Estos son algunos consejos para construir personajes memorables y resilientes:

  • El protagonista debe partir de un miedo o de un gran reto, pero ser siempre capaz de superarlo. Esto despertará la empatía en el niño, que se sentirá identificado.

 

  • Los personajes es mejor que sean fantásticos o totalmente ficticios (un vampiro, un fantasma…), ya que los niños se encuentran en una etapa de plena creatividad e imaginación en la que lo irreal les atrae más que lo real, incluso cuando les da miedo.

 

 

  • El villano debe dar miedo y, aunque las formas de lograrlo son muchas, no podemos olvidar la edad del público. Por lo tanto, es recomendable hacer uso de esos miedos genéricos y comunes (oscuridad, monstruos, tormentas…).

 

  • Los escenarios también pueden ser personajes (una casa embrujada, una ciudad abandonada, un sótano que siempre permanece cerrado y en el que se escuchan ruidos o un bosque encantado son algunas ideas).

 

Como último apunte sobre los personajes, recuerda que en cualquier libro para niños no conviene abusar de ellos. Especialmente cuando el lector es muy pequeño, su capacidad de atención y de memorización son limitadas, por lo que un gran número de personajes podría confundirle e incluso aburrirle.

 

Consejos Prácticos para escribir un libro de miedo para niños

Escribir para niños puede ser toda una aventura, ya que es un público riguroso. No obstante, también es un tipo de lector agradecido y que, cuando un libro le gusta, lo leerá hasta la infinidad.

Para lograr convertir tu libro de miedo en uno de esos ejemplares que obtienen un lugar especial en las estanterías y los corazones de los niños, déjanos compartir algunos consejos prácticos.

 

Cómo elegir un tema terrorífico pero no traumático

Un libro de miedo debe dar miedo, como es lógico. No obstante, no puede crear un trauma o ser tan terrorífico que dé escalofríos al niño. Recordemos que el objetivo es entretener y también enseñar, por lo que robarle el sueño y la seguridad a un niño no está permitido.

Entre los temas que no cumplen con estas normas, están:

  • Violencia extrema o descrita de manera muy detallada y gráfica.

 

  • Muerte de seres queridos si esta no está incluida para explicar el duelo o ayudar a un niño a sobrellevarlo.

 

  • Abuso o maltrato infantil, ya que puede resultar muy perturbador para los niños. Al fin y al cabo, los niños se identificarán con los personajes, pero no de una forma positiva, sino viéndose ellos como posibles víctimas.

 

  • Situaciones aterradoras y hasta cierto punto comunes (por ejemplo, un accidente de coche en el que muere mucha gente). Son situaciones con las que el niño se va a encontrar de manera cotidiana y que, si no se tratan con delicadeza, pueden generar un rechazo y una incapacidad para enfrentarse a ellas.

 

Como consejo general, te recordamos que la elección del tema (y, por lo tanto, del miedo que se explora) depende de la edad del niño. No solo esto, sino que el enfoque también es importante. Un final feliz o la manera en la que el protagonista enfrenta el miedo y lo supera, rebajarán el terror que el cuento pueda causar.

“No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.”

— Alejandro Dumas

 

Cómo las ilustraciones mejoran el libro

Cualquier libro infantil cuenta con ilustraciones, sobre todo si quienes lo van a leer son niños muy pequeños.

Las ilustraciones de los libros de miedo cumplen con varias funciones. Por un lado, enriquecen el texto y hacen que el libro sea más atractivo. Por otro lado, ayudan al niño a imaginar a los personajes, poniendo unos límites. Esto es fundamental porque, tal y como hemos mencionado antes, las descripciones de ciertos personajes terroríficos pueden ser “peores” en la mente del niño. Una ilustración le ayuda a que eso no pase o incluso a suavizar ciertas partes de la historia.

Veámoslo con un ejemplo. En el texto se narra un episodio en el que se describe como un monstruo hace daño al protagonista. Sin más detalles, la mente de un niño puede imaginarse al protagonista ensangrentado o a punto de morir. Si al lado del texto hay una ilustración que muestra al protagonista con un pequeño rasguño, esto tranquilizará al niño y pondrá límites al terror, generando solo el que el autor busca generar.

 

CoolLibri.es: Tu aliado en la aventura de escribir un libro de miedo para niños

Con el libro ya escrito, el siguiente paso es publicarlo. Aunque la tarea a veces no es sencilla y consiste en un envío masivo, y generalmente sin respuesta, de cartas de presentación a editoriales, hay plataformas como CoolLibri España que hacen todo no solo más fácil, sino también posible y accesible. 

Lo hace, además, no solo posibilitando la impresión, sino también la promoción.

 

Los servicios de impresión para autores emergentes disponibles en CoolLibri.es

Los autores emergentes también tienen un lugar en la industria editorial, aunque ese lugar pasa por la autoedición. Esta alternativa es cada vez más común, pues facilita la entrada en el mercado y lo hace de manera accesible.

En CoolLibri España ofrecemos servicios de impresión en línea, lo que supone muchas ventajas para los autores:

  • Facilidad de uso: el sistema es muy sencillo de utilizar, pudiendo además calcular el presupuesto en cuestión de segundos antes de hacer el pedido. No solo eso, sino que hay múltiples opciones para personalizar la impresión.

 

  • Tiradas cortas y controladas: en CoolLibri.es potenciamos la impresión bajo demanda, de modo que los autores puedan llevar un buen control del stock y no invertir en grandes tiradas si no tienen ventas aseguradas.

 

 

  • Impresión de calidad: porque un resultado óptimo es lo más importante, especialmente en un libro para niños en la que el gramaje del papel o la calidad del color impreso son fundamentales.

 

Promocionando tu libro de miedo para niños en CoolLibri.es

El paso definitivo para asegurar el éxito de tu libro de miedo para niños es llevar a cabo una buena estrategia de promoción.

En CoolLibri.es también acompañamos a los autores durante esta última fase. Además de facilitar la relación con librerías especializadas, disponemos de una biblioteca digital propia a través de la que dar visibilidad a las obras y a sus escritores. El lector, una vez decide qué libro quiere, solo tiene que contactar al autor para comprarle un ejemplar.

Por último, y como es obvio, un ejemplar en físico del libro sigue siendo la mejor promoción. Los niños, además, siguen prefiriendo el papel a lo digital, por lo que agradecerán tener el libro entre sus manos mientras se sumergen en una historia de miedo con final feliz.

 

Escribir un libro de miedo para niños: responsabilidad, creatividad y éxito

La literatura infantil es todo un reto, uno que se acrecienta cuando el libro es de miedo.

Los niños son grandes lectores, pero para conquistarlos hay que tener muy en cuenta su psicología, sus gustos e incluso su edad. A lo largo de este artículo hemos visto como considerar estos y otros aspectos para escribir un libro de miedo para niños que los atraiga, les genere un poco de tensión y les enseñe algo. 

El proceso puede despertar dudas, pero en CoolLibri España siempre estaremos disponibles para acompañarte durante el viaje, bien con nuestros consejos literarios o con nuestros servicios de impresión y promoción.

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