Quien ha escrito o ha editado una recopilación de textos conoce la importancia de escribir un prólogo para una antología. Esas páginas que recogen el qué, el por qué y el cómo de esa recopilación tienen el poder de captar la atención del lector y guiarle hacia una lectura efectiva e interesante.
El prólogo es primer puente que se tiende entre un libro y un lector, ya que introduce la obra literaria y genera una conexión con ella. En una antología su función es si cabe mayor, pues en el prólogo se contextualiza la selección que se ha hecho.
En este artículo vamos a explicar con detalle no solo qué es el prólogo, sino cuál es su papel dentro de las antologías y por qué cualquier autor que quiera publicar una debe escribir un prólogo para ella.
Qué es un prólogo literario
Aunque un prólogo también puede escribirse para un trabajo académico, lo común en que aparezcan en obras literarias.
El objetivo del prólogo es «presentar» la obra en general o algún aspecto concreto de ella (al autor, a la trama, a los personajes, al contexto histórico…). La finalidad específica depende en gran medida del género literario ante el que nos encontremos. Por ejemplo, en una novela histórica el prólogo suele dar algo de información los hechos reales que enmarcan la trama, mientras que en una novela clásica el prólogo suele escribirlo un editor o crítico para homenajear al autor y la importancia de la obra.
Aunque incluir un prólogo no es obligatorio, sí es recomendable pues permite establecer una primera, e importante, toma de contacto con el lector.
La importancia del prólogo en la literatura
Hemos mencionado que el objetivo concreto del prólogo puede variar según el género literario o las características concretas de la obra literaria. Entre esas funciones están:
- Despertar y captar la atención del lector.
- Aportar información relevante para que la lectura pueda entenderse y apreciarse en su totalidad.
- Destacar la importancia del libro y dar al menos una razón para leerlo.
- Presentar al autor (especialmente si es novel).
- Aclarar cuál es la intención de escribir esa obra (muy utilizado hace años para evitar la censura, como hizo Fernando de Rojas en la obra de teatro de La Celestina).
Para que una o varias de estas finalidades se cumplan, es imprescindible escribir un prólogo de calidad y seguir una serie de pautas para ello.
Cómo escribir un buen prólogo: elementos esenciales que debe contener
El prólogo debe entenderse como una unidad textual cerrada que presenta la obra. No es un capítulo extra ni un prefacio extenso en el que hacer un estudio previo de la obra. Un prólogo debe presentar de manera breve y concisa, en apenas un par de páginas, aspectos que puedan llamar la atención del lector de un modo u otro (por ejemplo, presentando al autor o un hecho histórico relevante en el argumento).
Por lo tanto, el primer paso para escribir un prólogo es no perder de vista su brevedad. Si es demasiado largo en lugar de cautivar y animar a la lectura aburrirá. El objetivo es que un lector pueda leer el prólogo y decidir si continúa o no con la lectura.
Otros aspecto fundamental es la unidad del prólogo. Esta sección introductoria debe ligarse al resto de la obra, aunque sea independiente del argumento. Por ejemplo, no se puede escribir un prólogo de una antología que hable de uno de los textos incluidos pero no del resto. Igualmente, no tendría sentido que el prólogo de una novela hablase sobre las anteriores obras publicadas por el autor.
En cuanto a la estructura, se recomienda dividirlo en las tres partes tradicionales de introducción, nudo y desenlace:
- Introducción: el prólogo debe empezar con pinceladas generales sobre la obra y el autor. En esas primeras líneas el lector debe hacerse una idea sobre la trama del libro y qué la hace diferente.
- Nudo: las pinceladas que se han dado en la introducción pueden ampliarse en esta parte, añadiendo detalles impactantes y relevantes.
- Desenlace: las últimas líneas deben tender una mano al lector para que este siga leyendo. Puedes usar suspense o simplemente cerrar con una frase llena de emocionalidad.
Diferencia entre prólogo, introducción y prefacio.
Es probable que leyendo nuestra explicación de qué es un prólogo tengas dudas sobre qué lo diferencia de la introducción y el prefacio. Veámoslo.
- Prefacio: es más extenso y permite explicar con mayor detalles aspectos como el contexto histórico de la obra o la biografía de un autor. Es por ejemplo muy común que lo escriban críticos literarios que hacen un análisis sobre la obra, casi como si fuese un ensayo.
- Introducción: al igual que el prólogo proporciona información general, pero lo hace de manera muy objetiva, casi como si fuese un resumen de la trama.
Qué es una antología
Con la definición de prólogo ya aclarada, es momento de abordar el concepto de antología.
La Real Academia de la Lengua define «antología» como «Colección de piezas escogidas de literatura, música, etc.». Por lo tanto, en una antología se recogen varias obras literarias. La selección responde a unos criterios literarios lógicos; todos los textos deben pertenecer al mismo género literario y tener algo en común (el tema que abordan, la época en la que fueron escritos, etc.). Un ejemplo sería una antología de poesía de la posguerra o de cuentos regionales.
El antologador o antólogo es la persona que elige y agrupa las piezas literarias de manera ordenada. Pueden ser obras propias pero también ajenas. En cualquier caso, la selección debe ir precedida de un prólogo que explique cuál es el eje temático que comparten todos los textos.
La importancia del prólogo en la antología literaria
Antologías puede haber muchas, incluso del mismo tema (por ejemplo, existen múltiples recopilaciones de poemas medievales). Lo que diferencia a una de otra es el criterio con el que han sido seleccionadas y/o quién ha hecho esa selección.
Al escribir el prólogo de la antología el antologador tiene por tanto la oportunidad (y la necesidad) de explicar la motivación de esa recopilación de textos y cuál es el hilo que los une. De este modo no solo otorga significado a la obra literaria, sino que les da razones a los lectores para sumergirse en ella, además de información general sobre los textos y sus autores.
En cuanto a quién escribe el prólogo, cabe mencionar que normalmente no es el autor. Esto es lógico pues las antologías normalmente recogen composiciones literarias de diferentes escritores. Incluso cuando es una antología de obras de un mismo autor, suele ser otra persona quien se ocupa del prólogo. No obstante, puede darse el caso de que antólogo y autor sean la misma persona, especialmente cuando se trata de un escritor no conocido que publica una antología de sus poemas o textos de narrativa breve.
“El leer hace completo al hombre, el hablar lo hace expeditivo, el escribir lo hace exacto.”
– Francis Bacon
Consejos para escribir el prólogo de una antología
Es complejo dar consejos generales sobre cómo escribir el prólogo de una antología, pues depende en gran medida del género literario de las piezas recopiladas y también de la perspectiva del antólogo.
No obstante, y antes de compartir recomendaciones específicas, vamos a establecer unas directrices comunes:
- Explicar el propósito de la antología: destacando qué la hace diferente a otras y por qué al lector le resultará interesante e innovadora.
- Priorizar la brevedad: aunque hay muchas cosas que explicar de cada texto seleccionado, eso se puede hacer a modo nota a pie de página en cada uno de ellos. El prólogo debe ser corto para que no aburra ni abrume y el lector quiera descubrir más.
- Destacar la figura del antólogo: sea o no el autor, quien hace la recopilación debe realzar las credenciales (como premios, otras obras, trabajos académicos…) que le hacen un buen compilador. Por ejemplo, muchos antólogo son expertos literarios de los que se presupone que tienen no solo buen gusto, sino también conocimiento.
- Aclarar brevemente cuál es el punto en común de todos los textos.
- Utilizar un tono adecuado: si estamos ante una antología de poesía romántica, el tono deberá resultar evocador y emocional. En cambio, en una recopilación de poemas sobre la guerra, el tono quizá deba ser más serio. También influye quién es el antólogo y su postura respecto a la selección. Si se trata de un experto en literatura mantendrá un tono objetivo y académico, mientras que si el antólogo es el propio autor, la escritura del prólogo será más cercana e incluso más subjetiva. En cualquier caso, el prólogo debe estar escrito de manera clara, concisa y con un lenguaje accesible y con una semántica comprensible.
Sumergiéndote en la pasión: prólogo de una antología de poemas
Si se quiere publicar una antología poética, escribir un buen prólogo es una tarea obligatoria y determinante. Lo es porque la poesía requiere una comprensión profunda de ciertos motivos literarios y también del autor.
El prólogo es el lugar para incluir algunos apuntes relevantes sobre estos aspectos. Hacerlo no solo ayudará al lector a comprender mejor lo que va a leer, sino que puede ayudarle a tomar la decisión sobre si los poemas conectarán o no con él.
La esencia rítmica detrás de cada verso: claves para un prólogo poético exitoso
La tarea de escribir un prólogo de una antología poética no es sencilla. En apenas dos páginas hay que incluir una breve descripción de los poemas en su conjunto para cautivar al lector y ayudarle a comprender la lectura que está a punto de comenzar.
De forma orientativa, estas son algunas claves para prologar un libro de poemas:
- Incluye citas textuales de alguno o varios de los poemas incluidos (por ejemplo, algún verso) que impacten al lector y ayuden a probar que es una gran recopilación.
- Si los poemas forman parte de un mismo autor y han sido escritos en diferentes época, recalca cómo el lector podrá sentir la evolución del poeta.
- Si los poemas son de diferentes autores, explica brevemente cómo, a pesar de las diferencias, podrán encontrarse similitudes sorprendentes.
- La poesía es un género literario muy personal y que permite la subjetividad. En este sentido, el prologuista y antólogo puede incluir opiniones propias que se alejen del academicismo y que conecten mejor con el lector.
- No olvides incorporar algunos datos que justifiquen la recopilación, es decir, lo que tienen en común todos los poemas (si no es el autor ni la temática puede ser el lugar o la época en la que se escribieron).
Declaraciones románticas: el prólogo de una antología de poemas de amor
La antología que habla sobre el amor está abocada al éxito, así lo dice la estadística.
La realidad es que, efectivamente, los libros de amor conectan mucho con la audiencia al hacer referencia de un modo tan bello a un sentimiento tan universal. El prólogo debe reflejar esa idea. Por lo tanto, y aunque el antólogo haya hecho un gran trabajo de análisis crítico para hacer la selección, el prólogo no debe abusar de tecnicismos, sino ser una extensión de ese amor que se respira en los poemas.
Un factor que suele ayudar a que el lector conecte es explicarle qué era el amor para el autor (o autores) o cuál fue la mujer u hombre que le inspiraron los poemas. La humanización y la empatía son dos grandes armas en este sentido.
“Puedo escribir los versos más tristes esta noche; escribir, por ejemplo: La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.”
– Pablo Neruda
Invocando el misterio: prólogo de una antología de cuentos
El arte de la narrativa breve suele requerir de antologías para ser publicado. Normalmente no se saca a la venta un libro con un solo cuento, sino que en la misma obra se incluyen varios relatos breves.
Igual que en cualquier otra antología, una de cuentos puede contener textos de un solo autor o de varios. En cualquier caso, el prólogo sigue siendo un elemento imprescindible para dar unidad a la selección y conquistar al lector desde la primera página.
Además de los consejos generales para escribir una antología, vamos a compartir algunos más específicos para justificar y ensalzar las recopilaciones de cuentos de terror y fábulas.
Escalofríos en cada línea: prólogo de una antología de cuentos de terror
El prólogo de una antología de terror debe ser capaz de introducir al lector en la atmósfera de los relatos, que se caracterizarán por el suspense y la tensión.
En consecuencia, el tono del prologuista debe generar un ambiente concreto gracias al uso de frases cortas, citas textuales (algo terroríficas) de los relatos o de sus autores y preguntas intrigantes que convenzan al lector de que quiere saber más.
Recuerda que, aunque los escritores siempre son importantes, en el caso de los cuentos de terror es el contenido de estos, y no tanto quién los ha escrito (a no ser que sea un autor reconocido por ello como Edgar Allan Poe) lo que atraerá al lector. Por ello el prólogo debe centrarse en introducir y mantener esa tensión narrativa.
Desentrañando la magia: prólogo para una antología de fábulas
En las fábulas el contenido también es importante, pero lo destacable es la riqueza cultural que constituyen.
Una fábula puede cambiar de una cultura a otra, de un país a otro, pero casi siempre hay similitudes que nos hacen darnos cuenta de que las mismas historias se usan para enseñar los mismos conceptos.
Al escribir el prólogo de una antología de fábulas por lo tanto hay que recalcar ese valor social que tienen y también su carácter moralizante y didáctico. Así se subrayará también su relevancia atemporal y la invitación a la reflexión.
Como último apunte, conviene también usar el prólogo para contextualizar y explicar el origen de las fábulas y cómo de lo oral pasarón a lo escrito.
Reviviendo tradiciones: prólogo de una antología de mitos y leyendas
De una manera parecida a las fábulas, los mitos y leyendas suelen ser publicados en antologías para destacar su importancia cultural, social e histórica. Estos textos que han formado parte de diferentes civilizaciones, ayudan a explicar conceptos como la lluvia.
El prólogo de las recopilaciones mitológicas cumple un papel fundamental para contextualizar esas leyendas, pues algunas forman parte de épocas tan antiguas como la grecolatina.
Redescubriendo nuestras raíces: cómo presentar mitos y leyendas con maestría
El prólogo por tanto es la herramienta para presentar los mitos y leyendas de una antología. No podemos olvidar que esa presentación debe ser genérica, pues no hay espacio para ir texto por texto.
Otro factor a tener en cuenta es el uso de la magia y lo fantástico en los textos mitológicos. Es importante que ese elemento maravilloso aparezca también en el prólogo de un modo que atraiga al lector pero que también le invite a dejar atrás la susceptibilidad y a aceptar ese otro modo «irreal» de explicar el mundo.
Mitos y leyendas: estableciendo la conexión con tiempos antiguos
Aunque algunos mitos y leyendas, aún siendo de diferentes culturas, son similares unos a otros, al escribir el prólogo de la antología es conveniente contextualizar la época concreta a la que pertenecen.
Por ejemplo, si estamos ante una antología de mitos griegos, en el prólogo hay que dar algunos datos sobre esa civilización. Por supuesto, datos básicos y relevantes para entender su mitología.
También es importante destacar cómo esos mitos y leyendas han influido y siguen haciéndolo en la literatura y las obras de arte posteriores.
La melodía detrás de las palabras: prólogo de una antología de canciones
Las canciones se escuchan, pero también se leen como si fueran poemas. Aunque lo escrito no pueda recoger la melodía, existen antologías de canciones que nos acercan a ella y nos introducen en el mundo de la música.
Para que así sea es notable la presencia de un buen prólogo que introduzca dicha antología de canciones y, a pesar de no poder incluir el sonido, sea capaz de transmitir brevemente la motivación detrás de esa recopilación.
Capturando el alma de la música: la importancia de un prólogo sincero
Igual que los poemas, las canciones tienen mucho de subjetivo, por eso el prólogo debe escribirse con un tono sincero, personal y cercano.
Es también recomendable insistir en cómo la letra cuenta una historia y en cómo la sociedad y la cultura del momento influyeron en su composición.
Sintonizando emociones: guía para un prólogo de canciones inolvidable
La sinceridad al escribir el prólogo de una antología de canciones también debe acompañarse de emocionalidad:
- Habla de qué evocan las palabras elegidas para componer una canción.
- Destaca si cuentan algo específico y de gran importancia (por ejemplo, canciones protesta de alto contenido político-social).
- Utiliza la primera persona para sugerir lo que las letras han despertado al propio prologuista.
Consejos finales para redactar un prólogo inolvidable para una antología
Sea de cuentos, de poemas, de canciones o de mitos, escribir el prólogo de una antología es clave no solo para garantizar su éxito sino para hacer justicia al trabajo de seleccionar las obras incluidas.
A lo largo de este artículo hemos dado algunos consejos tanto generales como específicos, aunque antes de terminar nos gustaría añadir unas recomendaciones finales:
- Recuerda que el prólogo no es un resumen, por lo que no cuentes demasiado, solo lo justo para destacar el valor de la antología y convencer al lector de leerla.
- La brevedad es esencial. Todo lo que no sea relevante para cumplir con el objetivo del prólogo, sobra.
- Lee prólogos de otras antologías para inspirarte. Otro ejercicio práctico es leer una antología y escribir un prólogo para ella.
- El prólogo nunca debe escribirse antes de leer (más de una vez) la antología entera.
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