El prólogo es como el aperitivo que te prepara el chef antes de que llegue el plato principal. Es una pequeña muestra de lo que vendrá, una oportunidad para que el autor se dirija directamente al lector y establezca el tono de su obra. Aunque a menudo se pasa por alto, es una parte crucial de la literatura que ha existido durante siglos.

Es por eso que en este nuevo artículo nos hemos querido centrar en esta parte que suele pasar desapercibida pero que marca la diferencia. Abordaremos su definición, los tipos que existen y, sobre todo, cómo se puede escribir, con ejemplos que lo refuercen.

 

¿Qué es el prólogo de un libro?

 

El prólogo es un componente del libro que se encuentra al principio y tiene como objetivo presentar al lector la obra que va a leer. Por lo general, está escrito por una persona distinta al autor del libro y puede contener información sobre el contexto histórico, cultural o literario en el que se escribió la obra.

 

 

El autor puede proporcionar al lector una visión general del tema que se tratará en el libro, explicar por qué decidió escribir la obra o dar detalles sobre cómo se le ocurrió la idea. También puede ofrecer una introducción a los personajes, el entorno o la trama de la historia.

 

¿Quién escribe el prólogo de un libro?

 

El prólogo suele ser escrito por alguien que no es el autor principal del libro, pero que tiene algún tipo de relación con la obra o con el autor. En algunos casos, es escrito por un experto en el tema que aborda el libro, como otro escritor, crítico literario, profesor universitario o especialista en el tema.

 

 

También es común que el prólogo sea escrito por alguien que tenga una relación personal con el autor, como un amigo, un colega o un editor. En estos casos, puede ser una oportunidad para que el autor del prólogo brinde una visión única del autor y su obra, basada en su experiencia personal.

 

El prólogo según la RAE

 

La Real Academia Española (RAE)  define el prólogo como «un texto introductorio que suele preceder al cuerpo de una obra y que puede estar escrito por el autor, el editor o un tercero». 

De este modo, la Academía lo reconoce como una sección introductoria común en los libros y su función de proporcionar información adicional sobre la obra, su autor y su contexto. Además, la RAE destaca que el prólogo es una herramienta útil para que los lectores comprendan y contextualicen la obra que van a leer.

 

El prólogo de una novela

 

El prólogo de una novela es básicamente una pequeña introducción que aparece al principio del libro antes de que empiece la historia en sí misma. A menudo, se utiliza para darle al lector una idea de lo que puede esperar de la novela y establecer el tono o la atmósfera de la historia.

 

 

En general, el prólogo suele ser un tipo de prefacio y puede contener información relevante sobre la trama, los personajes o el mundo en el que se desarrolla la historia. A veces, también puede incluir una reflexión del autor o autora sobre la obra o sobre algún tema que se trate en la novela.

 

Tipos de prólogos

 

Como podrás imaginar, la narrativas y los textos literarios pueden ser muy variados y es por eso que para cada tipo de contexto, existe un tipo que es pertinente. Ya sea una obra de arte de la literatura o un ensayo o texto argumentativo, aquí te dejamos los tipos de prólogos más relevantes:

 

• Prólogo de autoría: es escrito por el autor de la obra y a menudo proporciona información sobre sus motivaciones para escribir el libro, su proceso de escritura o su conexión personal con el tema del libro.

 

• Prólogo de obra: se centra en la obra en sí misma, y puede proporcionar información sobre su género, estilo, estructura, temas y otros aspectos relevantes. A veces, el prólogo también puede incluir información sobre la recepción de la obra o su lugar en la historia de la literatura.

 

• Prólogo histórico: se enfoca en el contexto histórico o cultural en el que se escribió la obra, y puede proporcionar información sobre el autor, su época, eventos históricos relevantes o tendencias culturales.

 

• Prólogo crítico: es escrito por un crítico literario o académico y a menudo ofrece una interpretación o análisis detallado de la obra, su estilo, temas y estructura. Este tipo de prólogo a menudo se encuentra en ediciones académicas o críticas de obras literarias.

 

• Prólogo personal: se enfoca en la relación personal entre el autor y el lector. El autor puede compartir una experiencia personal o anécdota que lo llevó a escribir la obra o establecer una conexión emocional con el lector.

 

¿Cómo escribir un prólogo?

 

Si estás pensando en aprovechar las ventajas de la autoedición e imprimir tu libro, seguro que uno de los factores que te estás planteando es si incluir un prólogo y cómo poder desarrollarlo. Es por eso que, a continuación, te dejamos los pasos y consejos de cómo escribir un prólogo para después tener listo el manuscrito y llevarlo a una editorial que quiere publicarte:

 

• Empieza con una introducción: debe comenzar con una introducción que atraiga al lector y le informe sobre el contenido del libro. Debe ser breve y conciso, pero lo suficientemente interesante como para hacer que el lector quiera seguir leyendo.

 

• Habla sobre el autor: Es importante que el prólogo incluya una breve biografía del autor. Esto ayudará al lector a comprender el contexto en el que se ha escrito el libro.

 

• Habla sobre el contenido del libro: El prólogo también debe describir el contenido del libro y su propósito. Puedes explicar cómo se te ocurrió la idea del libro y por qué lo escribiste. También puedes proporcionar detalles sobre los temas y los puntos de vista que se abordan en el libro.

 

• Proporciona contexto: Es posible que el libro tenga un contexto histórico, social o cultural importante. Si es así, el prólogo puede proporcionar información útil para situar al lector en ese contexto.

 

• Sé breve: El prólogo no debe ser demasiado largo. Debe ser lo suficientemente breve como para mantener el interés del lector, pero lo suficientemente informativo como para establecer el tono y el propósito del libro.

 

• Revisa y edita: Una vez que lo hayas escrito, asegúrate de revisarlo y editarlo para corregir cualquier error gramatical o de ortografía. Además, es posible que desees hacer cambios en el contenido para mejorar la claridad y la coherencia.

 

Ejemplos de prólogo de un libro

 

Muchas veces no hay mejor maestro para escribir que la propia imitación. Dicen a a escribir se aprende leyendo yes proceso que, si eres un escritor principiante, te hemos querido dejar hasta dos ejemplos muy populares de prólogos de escritores consagrados para que puedas hacerte una idea de lo que significa un buen prólogo:

 

Prólogo de Mario Vargas Llosa a las obras completas de Julio Cortázar

 

“El efecto de Rayuela cuando apareció en 1963, en el mundo de lengua española, fue sísmico. Removió Hasta los cimientos las convicciones o prejuicios que escritores y lectores teníamos sobre los medios y los fines del arte de narrar y extendió las fronteras del género hasta límites impensables. Gracias a Rayuela aprendimos que escribir era una manera genial de divertirse, que era posible explorar los secretos del mundo y del lenguaje pasándola muy bien, y, que jugando, se podía sondear misteriosos estratos de la vida vedados al conocimiento racional, a la inteligencia lógica, simas de la experiencia a las que nadie puede asomarse sin riesgos graves, como la muerte y la locura. (…)”.

 

Prólogo de Julio Cortázar a Cuentos completos, de Edgar Allan Poe

 

“El año 1847 mostró a Poe luchando contra los fantasmas, recayendo en el opio y el alcohol, aferrándose a una adoración por completo espiritual de Marie Louise Shew, que había ganado su afecto durante la agonía de Virginia. Ella contó más tarde que ‘Las campanas’ nacieron de un diálogo entre ambos. Contó también los delirios diurnos de Poe, sus imaginarios relatos de viajes a España y a Francia, sus duelos, sus aventuras. Mrs. Shew admiraba el genio de Edgar y tenía una profunda estima por el hombre. (…)”.

 

El prólogo como carta de presentación de tu libro impreso

 

Saber ejercer una buena comunicación con el lector no solo puede ahorrarte muchas críticas, sino que además te abre la puerta para que tu libro sea todo un éxito. Es por eso que un buen prólogo puede ser lo que le hace falta a tu proyecto literario para terminar de estar perfecto.

 

 

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