¿Por qué elegir entre escribir poesía o prosa pudiendo experimentar las dos? Muchos autores han hecho uso de la poesía en la narrativa moderna para enriquecer su escritura y también la experiencia del lector. ¿El resultado? Textos multidimensionales, con un ritmo único y con una belleza que traspasa fronteras.
Aunque esta fusión de los géneros poético y prosaico es notorio en la actualidad, antes ya hubo escritores que confiaron en ello para crear obras únicas y originales. A la mente se nos viene la prosa poética de Platero y yo, donde Juan Ramón Jiménez combina con maestría el lenguaje lírico y el formato narrativo.
Igualar la habilidad de Juan Ramón Jiménez quizá parezca algo inalcanzable, pero lo es un poco menos cuando uno se lanza a la experimentación literaria y abre su mente, y su escritura, a nuevas formas de expresión.
En este artículo te ofrecemos una serie de consejos para que tú también puedas hacer uso de la poesía en la narrativa moderna.
La función de la poesía en la narrativa moderna
La modernidad y el auge de estilos y formatos literarios ha reestructurado la literatura. Mientras que antes cada nicho literario tenía su cómo, ahora las líneas entre uno y otro están más difusas, permitiendo combinaciones, fusiones y experimentaciones varias.
Esta reestructuración, sin embargo, no empezó hace unos días, sino que ya la iniciaron grandes autores como el ya citado Juan Ramón Jiménez, pero también Federico García Lorca o Rainer Maria Rilke. Este último cuestionó aquello de que solo la narrativa puede narrar, escribiendo el poema Canción del amor y de la muerte del corneta Cristobal Rilke y contando en él la lucha y la muerte de un caballero.
Rilke, de hecho, lo que hizo fue recuperar aquella épica medieval de textos como Mío Cid o La canción de Roldán. Poemas que narraban, a lo largo de cientos y cientos de versos, una historia de principio a fin.

¿Cómo puede la poesía intensificar la experiencia emocional y temática de una narrativa?
Si tuviésemos que definir de manera estricta qué es la narrativa y qué la poesía y dónde está su diferencia, diríamos que la narrativa “cuenta” y lo hace usando un lenguaje más “normal” o “natural”. La poesía, en cambio, se caracteriza por querer transmitir el sentimiento a través de un lenguaje figurado y ajustándose a unas normas en cuanto al ritmo, la métrica o la rima.
Por supuesto, estas definiciones son compartimentos demasiado pequeños en los que ya no caben las muchas maneras de escribir y afrontar tanto la narrativa como la poesía. A lo largo de los siglos, la experimentación de las formas literarias ha dado como resultado poemas en forma de narraciones, y narraciones en forma de poemas.
Concretamente, el uso de la poesía en la narrativa moderna ha permitido enriquecer a esta última, aportando mayor emocionalidad al texto. Al ser un género centrando en lo sentimental, los recursos de la poesía, cuando se “transmiten” a la narrativa, permiten expresar con mayor profundidad aspectos como la psicología de un personaje, la descripción de un lugar o los monólogos internos.
Ejemplos del uso de poesía en la narrativa novela se pueden encontrar en las novelas de Irene Solá, una autora y artista que se caracteriza por unir los dos géneros y escribir así desde la intuición, el placer y la técnica.
De manera más concreta, estas son algunas maneras en las que la poesía ayuda a crear narrativas más potentes:
- Los recursos literarios como las metáforas o los símiles son más comunes en la poesía, pero pueden llevarse a la narrativa para enriquecerla. Así, a través de esas figuraciones, se profundiza en emociones que en literatura, con un lenguaje puramente exacto, son difíciles de expresar (por ejemplo, el amor, la ira o los celos).
- La poesía es rica en imágenes y sensaciones. Escribir desde ahí adorna igualmente a la narrativa.
- Al permitir una mayor experimentación literaria, incluir la poesía en la narrativa derriba bloqueos creativos y permite un mayor “juego” literario que cualquier escritor agradece.
- Una imagen, también literaria, vale más que mil palabras. En eso es experta la poesía, que obliga a una mayor concreción y a decir mucho con poco. Esto beneficia a la narrativa, en la que, en ocasiones, peca de ser demasiado explicativa.
- El ritmo y la rima poéticas aportan dinamismo a cualquier texto, también al narrativo. Un ejemplo sería utilizar recursos rítmicos, como frases de una misma longitud, acentuadas en la misma sílaba o con cierta sonoridad, para crear suspense en una novela.
Cómo el uso de la poesía en la narrativa moderna influye en la percepción del tiempo y el espacio
De entre las muchas razones por las que hacer uso de la poesía en la narrativa moderna, destaca el poder dar una nueva dimensión al espacio y el tiempo de la narración.
Situar una novela con un “allí y entonces” no es suficiente. Las menciones e indicaciones del tiempo y lugar tienen la capacidad de transportar al lector a nuevos mundos ficticios y a épocas pasadas, presentes o futuras. Para que ese viaje por los entornos y momentos literarios sea aún más inspirador e intenso, la poesía es una gran herramienta.
Esto es especialmente cierto cuando el objetivo es alterar las concepciones más básicas del tiempo y el espacio. Veamos algunos ejemplos:
- El uso del ritmo en la poética del tiempo: como decíamos antes, recursos comunes en la lírica, como son la métrica, la aliteración, la sonoridad, el acento prosódico… Permiten definir el tiempo de la narración, haciéndolo más rápido o más lento y transmitiendo esa sensación al lector. En Las olas, por ejemplo, Virginia Woolf confía en el ritmo para crear flujos de conciencia que llevan a una concepción fluctuante del tiempo.
- El tiempo fragmentado: la poesía posibilita el contraer, extender o “romper” un mismo tiempo. Esto es algo que en la narrativa también es posible, pero más complicado de llevar a cabo. No obstante, no lo es tanto cuando se hace uso de lo poético y se explora el tiempo desde ahí, olvidando las normas más básicas de las unidades de tiempo y espacio.
- Los lugares simbólicos: a través de recursos literarios como las metáforas, en la narrativa se construyen lugares no físicos, como puede ser un estado íntimo del protagonista. Los autores del realismo mágico realizan precisamente esto: trabajan la poética del espacio para construir un mundo que se mueve entre lo real y físico y lo irreal e imaginario, usando para ello el lenguaje figurado.
¿Qué técnicas pueden utilizar los escritores para integrar efectivamente la poesía en la prosa?
No hay una única manera de hacer uso de la poesía en la narrativa moderna. Diferentes autores utilizan diferentes métodos y técnicas de escritura híbrida, desde incluir versos entre su prosa hasta confiar en el lenguaje figurado para crear personajes memorables.
Ambas técnicas vamos a detallarlas a continuación.

La integración de versos poéticos en la prosa
Cuando buscamos la integración de versos en la narrativa, debemos entender primero el porqué hacerlo. La razón principal es aprovechar los elementos del verso libre de los que la narración carece, como son la melodía, la fluidez o lo figurativo.
Lo siguiente sería, por lo tanto, encontrar el cómo combinar verso y prosa:
- “Romper” con la prosa, incluyendo un verso libre completo: dividiendo dos párrafos prosaicos, el lector encontrará un verso. Más allá de lo que ese verso transmita, se aprovecharía su función rítmica, ya que, de algún modo, obliga a parar. Por otro lado, visualmente también estructura el texto, dándole un aspecto único.
- Insertar versos en la prosa: en este caso no hay una estructura de párrafo – verso – párrafo, sino que el verso está dentro del párrafo narrativo. El objetivo aquí no es solo crear un ritmo o una cadencia, sino usar la riqueza del verso libre para explorar una nueva dimensión lírica.
- Escribir monólogos o diálogos poéticos: algo que ya se usaba en la Edad Media (y antes) y que servía para caracterizar a los personajes. Según el tipo de verso que uno usaba, se distinguía su clase social. Así, los nobles usaban el verso endecasílabo y el pueblo llano la estrofa redondilla. No obstante, el diálogo en verso también es útil para profundizar no solo en lo que un personaje dice, sino en cómo lo dice y cómo le hace sentir. Es decir, aporta profundidad y credibilidad a las palabras.
¿De qué manera la poesía puede transformar la construcción de personajes y la progresión de la trama?
La profundidad emocional de la lírica es una de las razones principales por las que muchos autores hacen uso de la poesía en la narrativa moderna. Esta profundidad es especialmente eficiente cuando se trata de caracterizar el desarrollo de personajes ficticios y, en consecuencia, de la trama.
Estas son las formas en las que la poesía transforma la creación de personajes y tramas:
- La emocionalidad de la poesía ayuda a expresar cómo un personaje se siente de un modo único. Esto, a su vez, genera una mayor conexión con el lector, al que la poesía le hace explorar su propia emocionalidad e identificarla con la del personaje.
- Gracias al ritmo, como hemos visto, la trama puede “moverse” de una manera literal y figurada, creando anticipación, suspense o pausas dramáticas. Se generan así un dinamismo en la lectura y un mayor impacto en los lectores, que escuchan el “sonido” de la historia.
- Los conflictos internos de los personajes, que suelen ser los que determinan la trama, aumentan en intensidad cuando se construyen y expresan con lirismo. Si pensamos en héroes épicos como Ulises, podemos comprobar que el verso lograba transmitir de un modo único las luchas de su corazón.
- El tipo de verso que un personaje usa en sus diálogos y monólogos poéticos, ayuda a caracterizar su individualidad y también su estado emocional. Cuando esto se hace de manera coherente y consistente durante la narrativa, se abre una ventana a través de la que el lector puede ver en qué momento se encuentra el personaje o incluso de qué personaje se trata.
Análisis de obras en las que se fusiona poesía y narrativa
A lo largo de este artículo sobre el uso de la poesía en la narrativa moderna ya hemos mencionado algunos autores contemporáneos, como Irene Solá, y otros algo anteriores, como Federico García Lorca o Virginia Woolf.
No obstante, en este último apartado queremos profundizar en el análisis de obras que son ejemplo de esta fusión de géneros y que, así, han logrado una transformación narrativa.

Ejemplos de autores contemporáneos que incorporan la poesía en sus narrativas
Además de la ya citada Irene Solá, vamos a analizar a otra autora y a otro autor.
Michael Ondaatje
Mundialmente conocido por su libro El paciente inglés, Michael Ondaatje tiene otras grandes novelas, como Billy El Niño o El fantasma de Anil. También escribió poesía, género con el que empezó su carrera como escritor.
Esta fusión de géneros no solo se ha dado durante su trayectoria, sino dentro de las propias obras. Este uso del lenguaje ha causado dificultades a la hora de traducirlas.
En Billy El Niño, por ejemplo, mezcla prosa, poesía e incluso fotografía para narrar y documentar la vida y la huida del célebre pistolero. El resultado es una historia en la que realidad e imaginación se dan la mano.
Así, el protagonista Billy El Niño se expresa, en ocasiones, a través del verso libre. Esto permite al autor explorar su psique y su voz, retratando los pensamientos más profundos, e incluso sórdidos, de un personaje con tantas aristas.
Herta Müller
La Premio Nobel de Literatura es también poeta y narradora, otorgando así un nuevo significado en literatura.
Durante la dictadura de Nicolae Ceaușescu, Müller resistió a través de sus obras, y una de sus formas de resistencia fue evadir la censura. Para ello, confío en el lenguaje figurado, resignificando palabras y jugando con lo onírico para dar a la realidad aspecto de sueño.
Resulta difícil comprender cómo lo hace si no se ha leído ningún libro de la autora. Pero teniendo en tus manos novelas como El hombre es un gran faisán en el mundo o En tierras bajas, es evidente como Müller acude a la poesía para crear una estructura narrativa fragmentada, pero con una gran sonoridad y ritmo.
La razón de hacerlo así es que Müller narra desde su memoria individual, pero también desde la memoria colectiva de su familia y el pueblo rumano. Memorias llenas de traumas y construidas sobre fragmentos que encuentran en la prosa poética su mejor expresión.
Irene Solá
Su voz es una de las que más resuenan en los círculos literarios actuales. Con obras como Canto yo y la montaña baila o Los diques, en las que la escritura híbrida es evidente, Irene Solá triunfa.
Concretamente, Canto yo y la montaña baila, con una clara influencia literaria del Surrealismo, toma una forma musical. Así, la experiencia del lector se convierte en un baile entre diferentes historias, tramas y voces.
Igual que Ondaatje, Solá entremezcla entre los párrafos en prosa versos sueltos que terminan de caracterizar a personas que tienen mucho de mítico y mágico.
En Te di ojos y miraste las tinieblas hace lo mismo: narrar de una forma lírica que hace que lo escrito suene más como una canción.
¿Cómo ha sido recibida la integración de poesía en la narrativa moderna por la crítica y los lectores?
Cuando el uso de la poesía en la narrativa moderna es efectivo, la crítica y los lectores coinciden en alabanzas. Ejemplo de ello es el caso son las autoras antes analizadas.
Por supuesto, también hay dudas, reproches y cuestionamientos cuando las técnicas de escritura híbrida se usan más por “moda” o sin una habilidad real. En estas ocasiones, no se logra equilibrar lo poético y lo narrativo. El resultado, por lo tanto, no es el de una fusión, sino el de una maraña de elementos, conceptos y recursos difíciles de desentrañar por el lector.
Consecuentemente, para que la poesía realmente suponga un enriquecimiento narrativo y tanto el lector como la crítica reciban la obra con interés y entusiasmo, es fundamental cuidar esa fusión literaria.
La magia de integrar la poesía en la narrativa
Por separado, tanto poesía como narrativa tienen un poder transformador, como cualquier otra forma de arte o literatura. No obstante, este poder aumenta cuando la narrativa se enriquece gracias a la poesía.
Esta fusión de ambos géneros ha sido evidente desde la Antigüedad y sigue triunfando en la actualidad.
Las posibilidades que otorga lo lírico a lo narrativo enriquecen cualquier texto. Así, que los escritores profundicen y experimenten con sus personajes, sus tramas y sus mundos literarios. Algo que solo es posible a través del lenguaje figurado o el ritmo de un buen verso.
El proceso para que la poesía brille en la narrativa sin eclipsarla es complejo y requiere de práctica en ambos géneros literarios. Sin embargo, cuando ese músculo creativo se entrena, la escritura propia se transforma en sí misma y transforma al lector.