Existen cuestiones sobre las que siempre cuesta hablar y también escribir. Estos temas sensibles o controvertidos, por la razón que sea, generan cierta reacción o emoción en el público, lo que obliga a los escritores a ser muy conscientes no solo de lo que van a escribir, sino de cómo lo van a hacer.
No hay una definición global o unificada de qué es un tema sensible. Sin embargo, podríamos llegar al acuerdo de que es todo aquel que a un segmento de la población, incluso a un solo lector, puede resultar intenso.
Quizá el tema en sí no es problemático, pero se convierte en controvertido porque existen muchas opiniones al respecto o porque puede levantar heridas emocionales o también mucho fanatismo. Un ejemplo sería la maternidad, la familia o la política.
Si estás decidido a escribir sobre temas sensibles o controvertidos, debes hacerlo con respeto, empatía y previsión. Debes evitar el sensacionalismo o un tratamiento muy superficial o banal.
En este artículo vamos a ayudarte justamente a eso, compartiendo algunos consejos para que la escritura sea responsable y tú, como autor, capaz de aceptar las respuestas.
La responsabilidad de escribir sobre temas controvertidos
Los psicólogos siempre advierten de que, cuando se trata de hablar o escribir sobre temas sensibles o controvertidos, hay que prepararse.
Esta preparación, más allá de investigar sobre el tema, implica también entender los diferentes puntos de vista y saber cómo adoptar siempre un enfoque ético al respecto. Que se apueste por una narrativa sensible no quiere decir que, inevitablemente, tengan que herirse sensibilidades.

La importancia de la investigación de temas delicados
Los temas delicados en libros, como decíamos, son aquellos que, por haber muchas opiniones o experiencias a su alrededor, generan cierta fricción, reacción o emocionalidad en el lector (y también en el autor).
Temas como el concepto de familia, la religión, la salud mental o las operaciones estéticas, son sensibles. La confrontación de ideas, el continuo debate y su complejidad hacen que, escribir sobre ellos, constituya todo un proceso de investigación previa.
Sea cual sea la cuestión sobre la que vas a escribir, estos son algunos ejemplos para investigar adecuadamente.
- Familiarízate con las diferentes opiniones y corrientes de pensamiento al respecto del tema. Infórmate a través de una variedad de fuentes. Por ejemplo, hoy en día existe un nuevo concepto de familia que dista del más tradicional. Entender cómo se ha producido ese avance y por qué ciertos modelos de familias se han sentido poco representados anteriormente, te ayudará a ser preciso en su tratamiento.
- Ten siempre en cuenta los sentimientos que despierta el tema. Más allá de la teoría, ciertos temas generan mucha emocionalidad o confrontación. Un ejemplo sería escribir sobre un tema sensible y controvertido como es el racismo. Esto te ayudará a que, si en tu novela varios personajes van a enfrentarse a esta discriminación, no lo hagan desde la superficialidad, sino desde una perspectiva humana.
- Investiga cómo se relacionan con ese tema las personas que lo viven de cerca. Puede que en tu novela estés desarrollando un personaje memorable que tiene un trastorno de la conducta alimentaria. Este es un tema sensible porque toca a muchas personas, por lo que, para lograr una representación precisa y delicada, lo mejor es que hables con esas personas, sus familiares o con psicólogos especializados.
- Entiende el contexto sociocultural del tema que vas a tratar. Hay conceptos como el de maternidad que están muy anclados a las tradiciones o creencias de un lugar o un grupo poblacional. Esto quiere decir que, según cuál sea tu argumento, deberás enfocarlo de una manera u otra para ser siempre respetuoso. Por ejemplo, si la tuya es una novela histórica medieval, aunque tu idea sobre la maternidad sea una, es una idea actual, por lo que debes investigar cómo era ser madre en la Edad Media, sin por ello juzgar ese pensamiento.
- Pregunta a expertos y profesionales. Hemos hablado antes de contactar con psicólogos para escribir sobre temas sensibles o controvertidos relacionados con la salud mental. No obstante, esto aplica a cualquier otra cuestión. Esos expertos podrán informarte desde un punto de vista crítico y apoyado en datos.
- Deja de lado tus propias opiniones y busca la mayor imparcialidad posible. Un autor es una persona, y eso le lleva a dejar parte de su opinión en sus libros, incluso de manera inconsciente. Al final, es su voz la que escribe. No obstante, cuando se trata de temas controvertidos, hay que perseguir la objetividad para evitar que la propia visión se convierta en un juicio o en una falta de sensibilidad.
Enfoque ético en la narrativa
Si acudimos a la filosofía, encontraremos definiciones diferentes, según la corriente y el autor, para lo que es la “ética”.
No obstante, dentro de lo que nos interesa, diríamos que la escritura ética es escribir con respeto y rigor, teniendo muy claro cuáles son los límites morales.
Estos son algunos consejos para que, como escritor, puedas adoptar un enfoque ético a la hora de escribir sobre temas sensibles o controvertidos.
- Sé respetuoso: aunque busques confrontar a los lectores con sus propias opiniones y hacerles pensar, hazlo siempre desde un profundo respeto hacia sus creencias, sin infantilizarlas o tildarlas de estúpidas. Por ejemplo, puede que en tu libro quieras hacer una sátira de las operaciones estéticas, pero recuerda no describir a las personas que se someten a ellas como inconscientes. En cambio, profundiza sobre qué les lleva a ello.
- Sé veraz: más allá de las opiniones personales, habrás investigado sobre el tema, algo que debe reflejarse en tu escritura. En otras palabras, sé transparente, riguroso y honesto al respecto de lo que escribes y de cómo lo escribes, sin exagerar o caer en la desinformación.
- Sé neutral: aunque sea imposible, inténtalo. Incluso cuando una opinión vaya a prevalecer (por ejemplo, tu rechazo a las operaciones estéticas), intenta que en el libro queden representados otros puntos de vista. Esto es especialmente importante cuando estamos ante un tema controvertido y muy polarizado. Esto lo hace muy bien Fernando Aramburu, sobre todo en su novela Patria. A pesar de que él como persona rechaza el terrorismo, en su obra intenta mostrar diferentes posturas para llegar a respuestas sobre el porqué y el cómo se llegó a ciertas situaciones.
- Sé responsable: no te olvides nunca de que lo que escribas será leído por personas a las que ese tema puede tocarles muy de cerca. Piensa siempre en cómo querrías hacerles sentir y en qué impacto podrían tener tus palabras (también a nivel social). Para ello, prioriza la empatía en la escritura. En caso de haber buscado testimonios reales para informarte sobre el tema, es también responsabilidad del escritor proteger la privacidad de esas personas.
Cómo equilibrar la honestidad con la empatía
Cuando se tratan temas sensibles en la literatura, inevitablemente hay unas creencias y opiniones personales que se van a colar en la escritura.
El problema que a muchos autores les cuesta encontrar el balance entre honestidad y empatía. Al verter sus propias creencias, se olvidan de las del resto.
En este sentido, es fundamental alejarse de estereotipos y sensacionalismo, buscando, en cambio, humanizar los temas polémicos que van a tratarse en la novela.

Evitar el sensacionalismo y los estereotipos en la literatura
El primer paso para escribir sobre temas sensibles o controvertidos es entender y aceptar que los estereotipos siempre van a estar ahí.
Es complicado no tener prejuicios propios, pues la sociedad nos lleva a ellos e, inconscientemente, los adoptamos. La cuestión es, como personas y escritores, deshacerse de estas ideas preconcebidas y simplistas. Un trabajo constante que nos ayuda a crear una literatura más diversa, inclusiva y sensibilizada.
Por ello, para evitar sensacionalismo y estereotipos en la literatura, acuérdate de:
- Tener muy presente lo investigado: si te has informado con precisión sobre el tema, te habrás expuesto a otros puntos de vista, lo que, sin duda, te habrá llevado a cuestionar los tuyos propios, detectando y desechando prejuicios.
- Evitar generalizaciones: los estereotipos muchas veces se producen por generalizar y simplificar. Por ejemplo, “todos los terroristas son malos”. Esta afirmación, aunque pueda ser cierta, simplifica la realidad de cómo funcionan los grupos terroristas. Esto es algo que Fernando Aramburu supo reconocer como una idea sensacionalista que escondía una realidad más profunda que hizo bien en explorar en Patria.
- Buscar la diversidad de opiniones: una gran forma de evitar estereotipos es incluir voces que tengan diferentes enfoques, lo que, como autor, te permitirá ser empático y también honesto.
- Revisar lo escrito: tanto tú mismo como enviándoselo a “lectores de sensibilidad”, es decir, lectores que conocen de primera mano el tema tratado y que pueden darte indicaciones sobre cuándo estás cayendo en estereotipos o sensacionalismo. Por ejemplo, en Estados Unidos es muy común este oficio, que consiste en una lectura de prueba especializada para detectar si hay algún grupo que está siendo retratado desde la homofobia, el racismo, el sexismo, etc.
- No exagerar: una realidad puede ser muy fuerte, pero debes tratarla con respeto y nunca exagerando para hacerla más impactante. Aunque es un ejemplo del ámbito periodístico, esta idea se ve claramente en los titulares. Una noticia puede ser importante y generar preocupación, pero un titular nunca puede caer en el alarmismo solo por conseguir unos clics.
- Nunca dejar de educarte: no solo a través de la investigación de temas delicados, sino también durante la escritura del libro. Esa es la manera de deconstruirte y crecer como persona y como escritor.
Técnicas para humanizar a los personajes involucrados en temas controvertidos
La mejor manera de ser empático y respetuoso al escribir sobre temas sensibles o controvertidos es usar a los personajes.
El desarrollo de personajes en temas controvertidos siempre es una gran herramienta para enriquecer la trama y humanizarla. Para ello, existen algunas técnicas que pueden ser de ayuda.
- Crea una historia de vida: sobre todo si estos personajes van a ser representantes de alguna realidad sensible o controvertida (por ejemplo, un personaje racializado o uno muy religioso), intenta que su trama no se centre solo en eso. Profundiza en su personalidad, en sus ideas y en sus experiencias de vida para humanizar al personaje y también el tema, evitando retratarlo como unidimensional.
- Utiliza los diálogos: escribir diálogos efectivos es fundamental para que los personajes puedan expresarse y, a través de ellos, tú puedas hacerlo como autor. Así podrás revelar su posicionamiento respecto al tema de una manera natural y no forzada.
- Contextualiza su personalidad y sus ideas: puede que un personaje sea una “mala madre” según la concepción actual de la maternidad, por lo que es importante darle contexto a esa actitud del personaje. ¿Cómo fue su infancia? ¿Bajo qué ideas se ha criado? ¿En qué época o año vive? Esto ayudará también a mostrar cómo las circunstancias influyen en una persona y cómo, por lo tanto, no podemos caer en juicios simples.
- Describe su psicología: profundiza en sus motivaciones, deseos, miedos… Para aportar dimensionalidad al desarrollo del personaje y, en consecuencia, al desarrollo del tema sensible o controvertido. Por ejemplo, si quieres hablar de TCAs, no te quedes en que un personaje “no quiere comer”. En cambio, sumérgete en ese rechazo a la comida, en su miedo a engordar, en su deseo por encajar…
¿Cómo manejar las posibles reacciones o críticas de los lectores?
Si un tema en sensible o controvertido, lo es dentro de la población. Por lo tanto, al escribir sobre una cuestión de este tipo, nos encontraremos sí o sí con reacciones o críticas.
Hacer un buen manejo de críticas y utilizarlas siempre para bien, y no como ataques, es clave.

Cómo anticipar y abordar posibles críticas
Antes de publicar tu libro, cuando aún lo estás escribiendo, se puede empezar a anticipar reacciones de lectores.
¿Cómo? Tomando una serie de medidas para asegurar que el libro se entiende y que lo controversial no se convierte en una falta de respeto o sensibilidad.
- Conoce a tu audiencia y su nivel de sensibilización: es algo que ya habrás podido definir durante la investigación previa. En cualquier caso, es conveniente entender cuál es el posicionamiento o la concienciación de tus lectores al respecto de un tema. Esto te ayudará a entender qué puntos de vista pueden generar más reacciones, decidiendo si evitarlos o prepararte para las críticas.
- Incluye una declaración o trigger warning: al comienzo de tu libro (por ejemplo, al escribir el epílogo), incluye un párrafo breve sobre tu deseo de ser lo más responsable y respetuoso posible, pero mostrándote consciente de poder haber cometido errores y dispuesto a aceptarlos y ser consecuente con ellos. Además, advierte de que se van a tratar temas polémicos o sensibles para que los lectores que se puedan sentir afectados.
- Acude a lectores de prueba y de sensibilidad: ellos podrán detectar si hay algún tema que, más allá de ser controvertido, está tratado desde en sensacionalismo, la generalización o el privilegio, y no desde el respeto. Corregirlo a tiempo es fundamental para evitar críticas justificadas (y difíciles de silenciar) por una falta de sensibilidad.
- Crea un proceso de respuesta de críticas: es decir, prepara una respuesta reflexiva y respetuosa con la que puedas explicarte y también pedir disculpas, si eso es necesario. Muchos autores, si pueden permitírselo, acuden a una asesoría legal o de relaciones públicas para protegerse en este sentido.
Cómo establecer un diálogo constructivo con los lectores
Las críticas llegarán por parte de tus lectores. Es con ellos con los que debes tener una relación fluida. Así podrás utilizar su feedback como un motor de mejora al escribir sobre temas sensibles o controvertido.
Para, efectivamente, establecer este diálogo abierto y constructivo, compartimos algunos consejos:
- Responde siempre: excepto cuando se trate de críticas destructivas y sin fundamento. El resto de veces, sin embargo, tus lectores merecerán una respuesta, sobre todo si, tras sopesarlo, has aceptado haber cometido un error por el que debes disculparte.
- Mantén la mente abierta: una crítica constructiva puede llevarte a grandes reflexiones. Cuando un lector se plantea algo que podrías haber hecho de otra manera, te permite crecer y mejorar para el próximo libro.
- Participa en eventos con lectores: presentaciones y firmas de libros, mesas redondas, foros con otros autores… Estos encuentros son una oportunidad para crear un diálogo con lectores y poner en común experiencias, creencias y dudas de una manera extensa, cercana y no limitada a los caracteres de un tweet.
- Muestra tu apoyo: si el tema sobre el que has escrito toca directamente a alguna comunidad (por ejemplo, porque has hablado de familias homoparentales), plantéate apoyarlas de alguna manera. Si has escrito bien tu libro y con sensibilidad, estarás dándoles visibilidad y dignidad. Pero, más allá de eso, valora hacer donaciones o participar en actividades de asociaciones relevantes. Esto dejará claro que tu objetivo nunca ha sido escribir sobre un tema controvertido para que se hable de ti, sino que tienes un compromiso real.
La complejidad de escribir sobre temas sensibles o controvertidos
Ahora que ya hemos repasado los fundamentos para escribir sobre temas sensibles y controvertidos, es momento de que empieces con ello.
Recuerda siempre hacerlo desde un profundo respeto, reconociendo los estereotipos que pueden colarse en tu escritura y huyendo del sensacionalismo.
Un tema sensible lo es porque afecta directamente a la vida de las personas, así que no pierdas de vista que, más allá de tu opinión y de lo que quieras decir y probar con tu libro, esas personas merecen ser retratadas con profundidad.
Además, tampoco puedes obviar que te enfrentarás a la crítica y al cuestionamiento, por lo que debes prepararte para ello.
En conclusión, la literatura sobre temas difíciles está cargada de retos, pero también de grandes oportunidades.