Una historia ficticia puede enriquecerse con elementos reales. Muchos autores se atreven a inventar sobre lo ocurrido y, en definitiva, a utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción.

El género de la novela histórica ha triunfado siempre entre lectores que quieren descubrir el pasado a través de personajes inventados, pero que parecen reales. 

En España, Almudena Grandes y su saga literaria Los episodios nacionales son el mejor ejemplo de cómo construir historias ficticias dentro de la Historia. Con la guerra civil española y la posguerra como telón de fondo, la escritora madrileña hizo un recorrido literario, pero también histórico, por algunos de los años más importantes del país. 

Aunque sabemos que emular a Almudena Grandes es difícil, nada te impide, al menos, intentarlo aprendiendo a utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción.

 

¿Por qué la historia y la cultura enriquecen la ficción?

La ficción puede ser inventada, pero se sustenta sobre experiencias personales, y muchas veces también sobre experiencias históricas. 

Las ficciones históricas no son solo novelas contextualizadas en una época anterior a la actual. Son novelas que narran hechos y acontecimientos reales, pero dando espacio a la libertad creativa y a la invención.

De este modo, ficción, historia y cultura se enriquecen entre sí. Porque, ¿cuántas veces decimos o escuchamos aquello de que la ficción supera la realidad? A veces, la mejor inspiración cultural está en el pasado, y solo se trata de utilizarlo de un modo bello y literario que haga que la ficción brille. 

Igualmente, la ficción puede hacer que la historia y la cultura resulten más interesantes. Por supuesto que una novela nunca será un manual de historia ni podrá usarse para estudiar, pero sí puede ayudar a acercar ciertos acontecimientos a los lectores. Un gran ejemplo de esto es Los pilares de la tierra de Ken Follet, que hizo que muchas personas entendiesen cómo era la Barcelona medieval o cómo se construyó su catedral, aunque a través de una historia ficticia.

Así, utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción, abre la puerta a muchas oportunidades, pero también requiere respeto y supone una responsabilidad.

El único deber que tenemos con la historia es rescribirla - coollibri.es
El único deber que tenemos con la historia es rescribirla – coollibri.es

 

 

Utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción sin ser experto

Cuando hablamos de utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción sin ser experto en ello, podemos encontrarnos ante dos casos:

 

  • Utilizar una historia y una cultura propias, pero sin ser historiadores.

En el primer caso, los riesgos son muchos. Desde caer en apropiación cultural, hasta replicar estereotipos. Aunque ahondaremos más en ello en los siguientes apartados, la solución siempre es contar con fuentes fiables y saber reconocer el privilegio, haciendo autocrítica y valorando incluso no continuar con el proyecto. 

En el segundo caso, el panorama es algo mejor. No hay peligro de utilizar erróneamente la diversidad cultural, pero sí de cometer anacronismos. Aun sin ser experto, deberás informarte, estudiar y consultar fuentes para adoptar una perspectiva histórica que te permita ficcionar hechos con autenticidad.

El lector puede aceptar que, en favor de la ficción, cambies alguna fecha o modifiques algún acontecimiento, pero no que cambies la Historia a tu antojo. Si inventas todo, no estarás escribiendo una novela histórica, solo una novela. 

 

 

¿Cómo documentarse para escribir con base histórica o cultural?

Al utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción, se adquiere un compromiso con la fiabilidad. Puede que esa fiabilidad no sea la que se le exige a un historiador o a un periodista, pero ceñirse a los hechos es importante.

Lo bueno es que, al ser ficción, en ese “ceñirse” a los hechos, hay espacio para la creatividad. Un buen ejemplo sería una escena en la que se describe una comida a la que acudieron dos personas reales de relevancia cultural. Para la novela es crucial que aparezcan ambas porque el personaje debe encontrárselas en ese contexto. Sin embargo, en la realidad solo estuvo una de esas personas. Esto es algo que muchas veces ha ocurrido en series como The Crown, pero también en libros como El tiempo entre costuras.

La mayoría de autores eligen, en la sección final de “Notas del autor”, mencionar todas esas “licencias” que se han tomado, justificándolas.

La cuestión es cómo lograr ese equilibrio entre fidelidad histórica y libertad creativa. No obstante, lo primero es encontrar los datos que nos acercan a esa fidelidad.

¿Cómo documentarse para escribir con base histórica o cultural - coollibri.es
¿Cómo documentarse para escribir con base histórica o cultural – coollibri.es

 

Encontrar fuentes de valor histórico y cultura y utilizarlos en la escritura de ficción

Documentarse es el primer paso. La investigación de los hechos es fundamental para, luego, valorar cómo usarlos en una novela de ficción.

Para encontrar fuentes y documentación histórica de valor, tenemos algunas recomendaciones:

  • Acude al archivo histórico: hay archivos históricos en la mayoría de ciudades, por lo que puedes viajar y acudir a las diferentes localizaciones de tu libro para encontrar información relevante para tu novela. Piensa que en estos archivos habrá objetos, documentos o datos que quizá no aparecen en libros de historia global, sino que son de carácter más local o individual. Por ejemplo, testimonios personales de habitantes de un pueblo que vivieron una guerra, o un mapa antiguo de la localidad.

 

  • Visita museos: si lo que buscas es un contexto histórico más general, es mejor que vaya a museos como el de la Real Academia de Historia. Tendrás acceso a colecciones de gran valor que pueden serte muy útiles para hacer descripciones fiables. 

 

  • Entrevístate con historiadores: sobre todo aquellos que sean expertos en el periodo histórico que te interesa. Sus aportaciones son de gran ayuda, sobre todo si mantienes el contacto y te surgen dudas muy concretas durante la escritura. 

 

  • Lee documentos de la época: como periódicos publicados en aquel entonces. Son fuentes primarias de gran valor para entender mejor aspectos culturales o incluso la manera de expresarse o el tipo de léxico utilizado.

 

Equilibrio entre fidelidad histórica y libertad creativa

Parte de la magia de escribir ficción histórica, es lograr ese equilibrio (y coherencia) entre fidelidad y libertad creativa.

Quien llega a una novela de este tipo sabe que habrá hechos reales ficcionados y acepta que habrá verosimilitud narrativa, pero no siempre certezas históricas. Es decir, acepta que, en favor de la narración, habrá acontecimientos no reales, pero sí plausibles y que se inventan para tener sentido dentro del argumento.

No obstante, es también responsabilidad del autor que esa ficcionalización no sea extrema. Estos son algunos consejos para lograr el equilibrio:

  • Define tu voz narrativa contextual: elige un punto de vista coherente con la época y el entorno cultural que estás representando. Una voz narrativa contextual bien construida permite que las licencias creativas se perciban como orgánicas dentro del relato, no como errores o incoherencias. Si escribes con un vocabulario y una gramática del siglo XXI para describir las emociones de una mujer del XVI, sonará raro. Un buen ejemplo de voz narrativa contextual es Maggie O’Farrell el Hamnet. La autora se inventa prácticamente todo lo que ocurre, pero su voz ayuda a contextualizar y hace que, como lector, sientas que todo está ocurriendo en el siglo XVI.

 

  • Utiliza el simbolismo para reforzar el marco histórico sin recargarlo de datos: a veces, un objeto, un gesto o una escena pueden condensar el espíritu de toda una época. El simbolismo bien integrado ofrece profundidad sin necesidad de detener la acción con explicaciones extensas sobre el contexto histórico.

 

  • Integra la metáfora cultural para conectar con el lector contemporáneo: puedes usar elementos culturales del pasado como reflejo de dilemas actuales. La metáfora cultural permite tender puentes entre épocas y enriquecer la lectura con múltiples capas de interpretación. Esto lo hacen muchos autores que, a través de una novela histórica, quieren subrayar cómo no hemos cambiado tanto.

 

  • Cuida la construcción de mundos sin traicionar el contexto: aunque se trate de ficción, el entorno social, político y material debe ser creíble. La construcción de mundos en la ficción histórica no consiste solo en inventar lugares, sino en recrear mentalidades, costumbres tradicionales y conflictos según la época. Por ejemplo, la serie Downton Abbey todo es ficción, pero se construye en un momento concreto que no puede traicionarse, por eso se respetan cuestiones como el vestuario de la época.

 

 

Errores comunes al usar referencias culturales

No es fácil utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción. No lo es porque la probabilidad de cometer errores es alta. 

Desde fallos en fechas, hasta cuestiones más graves como describir mal y de manera prejuiciosa una cultura. 

La historia cuenta lo que sucedió; la poesía lo que debía suceder - coollibri.es
La historia cuenta lo que sucedió; la poesía lo que debía suceder – coollibri.es

 

 

Inexactitudes y anacronismos

Un anacronismo consiste en situar algo o a alguien en una época que no le corresponde. Por ejemplo, el famoso vaso de Starbucks que, sin querer, apareció en un plano de Juego de Tronos.

Son, en definitiva, inexactitudes en la cronología. Pueden ser muy evidentes (como el vaso de Starbucks) o pasar desapercibidas para el público general, pero no para uno experto. Por ejemplo, como lector quizá no te des cuenta de que cierta prenda de vestir no apareció hasta el siglo XX, pero en la novela que estás leyendo, que ocurre en el siglo XVIII, un personaje la lleva puesta. 

No obstante, aunque solo un historiador se percatase del anacronismo, hay que evitarlos. Estos son algunos consejos para hacerlo:

  • Haz una buena revisión de fuentes: o encuentra algunas nuevas si crees que hay algún dato que no has comprobado. Muchas veces, como hemos comentado, lo más fácil es hablar con un historiador. Es importante que sea una revisión crítica. Nunca basta con una solo fuente de dudosa fiabilidad a la que haces caso porque concuerda con lo que a ti te interesa.

 

  • Contrasta con distintas perspectivas: no todas las fuentes cuentan la misma historia. Incorporar miradas diversas te ayudará a evitar errores cronológicos y a enriquecer tu relato. Además, te permitirá cuestionar posibles sesgos en la información tradicional y reflexionar sobre el revisionismo histórico como herramienta creativa.

 

  • Haz una cronología paralela: mientras escribes, lleva una línea de tiempo detallada con los eventos históricos reales y los ficticios. Esto te permitirá comprobar si estás ubicando un invento, una costumbre o un personaje antes de que existiera o en el lugar equivocado.

 

  • Revisa el lenguaje y los modismos: algunas expresiones coloquiales, formas de cortesía o incluso palabras comunes no existían en ciertos periodos históricos. Utilizar términos demasiado actuales, sobre todo si quieres construir diálgos efectivos, puede romper la ambientación. 

 

Estereotipos culturales al utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción

Un riesgo aún mayor al utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción es basarse en una historia y una cultura que no son las propias. 

No se trata, únicamente, de documentarse o evitar anacronismos, sino de priorizar la sensibilidad cultural. Cuando se va a escribir sobre la memoria colectiva de otra sociedad, es importante hacerlo con respeto.

Un ejemplo de cómo no hacerlo lo tenemos en los muchos autores españoles que han hablado del pasado colonial de España sin revisar sus prejuicios y sus privilegios. Cómo se ha contado el “descubrimiento” de América, poco tiene que ver con la masacre y la invasión que supuso.

No solo eso, sino que, tradicionalmente, se han seguido describiendo y narrando las creencias populares y el folclore de las sociedades indígenas con una visión eurocentrista y totalmente sesgada y estereotipada.

Nuestro consejo es no escribir sobre culturas o historias ajenas o, al menos, no hacerlo desde una narrativa identitaria. Eso debes dejárselo siempre a quienes les pertenecen.

No obstante, si la obra te pide hacer referencia al legado cultural e histórico (por ejemplo, porque estás escribiendo una biografía ficcionazada sobre Cristóbal Colón), haz una representación responsable de los personajes y los acontecimientos. No caigas en describir como “violentos” ciertos ritos o como “heroicas” las acciones de los invasores.

 

Ejemplos de cómo utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción

Hemos mencionado a algunos autores que son buen ejemplo de cómo utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción, pero ahora queremos profundizar en algunos nombres que son referentes.

Ejemplos de cómo utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción - coollibri.es
Ejemplos de cómo utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción – coollibri.es

 

 

 

Chimamanda Ngozi Adichie

Chimamanda Ngozi Adichie es una de las voces más potentes de la narrativa contemporánea. Sabe entrelazar historia, cultura y emoción con maestría.

En Medio sol amarillo, ambientada en la guerra de Biafra, muestra cómo los conflictos bélicos afectan no solo a las naciones, sino a las relaciones personales, familiares e intergeneracionales. El contexto histórico de Nigeria no es un simple telón de fondo, sino una fuerza viva que modela las decisiones, silencios y luchas de sus personajes, que sí son ficticios.

Además, Adichie destaca por trabajar con una fuerte narrativa transgeneracional, donde las vivencias del pasado se transmiten como heridas, aprendizajes o cargas emocionales entre distintas generaciones. 

 

 

Gabriel García Márquez

La obra de Gabriel García Márquez es una lección constante sobre cómo transformar los hechos históricos y las tradiciones culturales en arte literario. El autor colombiano integró en muchas de sus novelas el realismo mágico como una forma de expresar una realidad compleja, profundamente marcada por la historia y la desigualdad. 

En sus textos, como en muchas de sus crónicas noveladas, García Márquez rescata la mitología local, la historia oral y los símbolos que configuran la identidad de América Latina. 

Su literatura es un espacio donde la historia oficial se matiza, se humaniza y se ficcionaliza.

 

 

Isabel Allende

Isabel Allende combina la épica familiar con la reflexión política y social, creando mundos cargados de emociones y simbolismos.

En La casa de los espíritus, construye una saga familiar que recorre varias décadas de la historia de Chile, con una narrativa profundamente enraizada en el contexto político del país. 

Allende es también una maestra de la novela costumbrista, entendida no como un simple retrato folclórico, sino como una herramienta literaria para explorar cómo las tradiciones, los valores sociales y la vida cotidiana moldean a las personas, sobre todo a las mujeres.

 

Mario Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa ha hecho de la historia y del poder dos de sus obsesiones literarias. Su obra explora cómo los sistemas políticos y los conflictos sociales afectan al individuo. Sin embargo, Vargas Llosa no solo reconstruye hechos, sino que cuestiona las motivaciones ideológicas y personales detrás de ellos.

Galardonado con el Premio Planeta y el Nobel, entre muchos otros reconocimientos, su escritura despliega una mirada crítica y filosófica sobre el pasado.

 

 

Jorge Volpi

Jorge Volpi representa una forma contemporánea de acercarse a la ficción histórica. Combina precisión documental con estructura de thriller o ensayo novelado. El mejor ejemplo de ello es Una novela criminal, que le valió el XXI Premio de Alfaguara. En esta obra narra un montaje policial real ocurrido en México

Volpi demuestra que la ficción histórica no tiene por qué ser solemne ni predecible. También puede ser un espacio de experimentación narrativa y de interrogación profunda sobre la verdad y la memoria.

 

 

Umberto Eco

Umberto Eco fue un intelectual total que convirtió el conocimiento histórico en una fuente inagotable de ficción. En novelas como El nombre de la rosa, ambientada en la Europa medieval, o en otras donde explora temas como la Revolución Francesa, Eco muestra cómo las ideas, los símbolos y los lenguajes del pasado configuran nuestra visión del presente.

Su profunda relación con la ciudad de Roma, con la filosofía y con los manuscritos antiguos, se traduce en textos donde la historia no solo se reconstruye, sino que se interpreta y narra.

 

 

Hilary Mantel

Hilary Mantel ha renovado la novela histórica contemporánea con una prosa ágil, detallada y profundamente psicológica. Sus libros, como En la corte del lobo, ofrecen una mirada compleja sobre el poder, la religión y las estructuras sociales.

No se limita a contar lo que ocurrió, sino cómo los personajes piensan, sienten y se enfrentan a sus contradicciones.

Como miembro destacada de la Historical Novel Society, Mantel ha sido reconocida por su capacidad de convertir la anécdota en emoción y el dato en literatura. 

Para ganar fidelidad y rigurosidad históricas, ha explicado, pasa años investigando y documentándose. Luego, crea una cronología muy precisa para evitar anacronismos.

 

 

Amin Maalouf

Amin Maalouf escribe desde el cruce de civilizaciones. Sus novelas exploran con elegancia y profundidad los lazos entre Oriente y Occidente, y abordan temas como el exilio, la identidad y la memoria cultural. Al situar sus historias en lugares como Egipto, invita a reflexionar sobre el patrimonio intangible de las culturas mediterráneas, árabes y latinoamericanas, conectando sus historias con conflictos aún vigentes.

Su obra propone una ficción histórica que no pretende explicar el pasado, sino revelarlo en su complejidad.

 

Recomendaciones para escritores que autopublican ficción basada en hechos o culturas

Una vez acabada tu ficción histórica, es momento de imprimir tu libro y tenerlo en las manos. 

Para ello, una alternativa a la que cada vez más autores acuden es la autopublicación. Llena de ventajas, pero también de retos, la autoedición te permite controlar todo el proceso, aunque hay algunas recomendaciones que puedes seguir para agilizarlo. 

Me maravillo a menudo de que la historia resulte tan pesada, - coollibri.es
Me maravillo a menudo de que la historia resulte tan pesada, – coollibri.es

 

 

Elegir un socio de impresión fiable como CoolLibri

Existen diferentes plataformas y empresas para imprimir y publicar tu libro. En CoolLibri vamos un paso más allá, acompañándote en cada fase.

  • Disponemos de una herramienta para diseñar tu portada.

 

  • Nuestra plataforma es muy intuitiva y te guía sobre las opciones de personalización que tienes a nivel de formato y diseño de libro. 

 

  • Tendrás donde elegir, ya que puedes elegir entre diferentes gramajes de papel, encuadernaciones, interior a color o en blanco y negro.

 

  • Ofrecemos una calidad insuperable con precios muy competitivos.

 

  • Nuestro servicio de atención al cliente estará disponible para contestar dudas que puedan ir surgiendo.

 

  • Apostamos por la tecnología y la innovación, así que contamos con impresoras de última generación, para que tu libro tenga el aspecto que merece.

 

  • Ofrecemos una plataforma de distribución, nuestra biblioteca digital. Ahí puedes indexar tu libro y los lectores podrán contactarte para comprarlo.

 

Consejos para una autopublicación exitosa

Si te has decidido por la autopublicación, tenemos algunos consejos que darte:

  • Compara opciones, pero no te quedes con la más barata, sino con la que más calidad te aporta. Puede que imprimir un libro en anillas sea más asequible, pero no tiene la calidad que una encuadernación rústica.

 

  • Elige la impresión bajo demanda, algo sencillo al autopublicarte. En vez de hacer tiradas largas, sigue una estrategia de preventa y ve imprimiendo y enviando ejemplares según los vendas.

 

  • Cuida el diseño de portada, ya que es lo primero que un lector verá y que le hará formarse una opinión. Debe reflejar lo que la novela es. Por ejemplo, para ficciones históricas funcionan muy bien las tipografías grandes y con un aire medieval.

 

  • Planifica la distribución a través de una estrategia de marketing que combine lo online (como las redes sociales o la web) con lo offline (organizando firmas o presentaciones). 

 

La importancia de utilizar bien la historia y la cultura en la escritura de ficción

Historia y ficción se retroalimentan y enriquecen, y eso es algo indiscutible. Novelas históricas ayudan a entender el pasado, y el pasado es un marco literario lleno de inspiración e interés para los lectores.

Pero utilizar la historia y la cultura en la escritura de ficción también supone una responsabilidad, tanto con los datos, como con el público.

La libertad creativa y la fidelidad histórica deben ir de la mano para que lo real, lo verosímil y lo ficticio se combinen sin caer en anacronismos o, peor, estereotipos o inexactitudes problemáticas. 

Pero todo trabajo tiene su recompensa, y esta es ver tu obra publicada. Para ello, contar con un proveedor fiable, de calidad y que te asesore, es fundamental. En CoolLibri somos justo eso, y queremos que tu escritura, tu historia y tu ficción lleguen a los lectores cuanto antes.

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